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lunes, 16 de marzo de 2015

Tres Crisis



*La dispersión de Juárez    *Violencia en la calle        *Élites priistas en disputa
Por Rodrigo Borja
            El estado de Chihuahua vive tres graves crisis de carácter político y social, algunas de ellas como la pésima gobernanza territorial en Juárez, tal vez no sea identificada como crisis, pero lo cierto es que ha escalado a estos niveles el anteponer el interés de los gobernantes al interés de la ciudadanía en la frontera. Claramente una segunda crisis es cómo ha crecido el conflicto derivado de la demanda de Jaime García Chávez contra el gobernador, por enriquecimiento inexplicable y el soterrado pleito entre José Reyes Baeza y el gobernador César Duarte.

Ciudad Juárez en crisis
            La frontera vive en grave crisis económica, no obstante la gran oferta de empleo que se tiene, por una serie de circunstancias que han hecho de Ciudad Juárez un espacio de difícil convivencia, poco amable para vivir, con problemas de equipamiento urbano y escases de espacios públicos que por las inversiones necesarias para su abatimiento, resultan prácticamente imposibles de abatir en el corto y mediano plazo.
            La crisis de los fronterizos se sintetiza en que lo que ganan no les alcanza para vivir y el desorden urbano es tan grave que causa estrés, entre otras cosas por los largos traslados del trabajo a la casa, la falta de espacios de esparcimiento familiar, y éstas y otras causas provocan una convivencia familiar difícil, que deriva muy comúnmente en violencia intrafamiliar… en infelicidad, lo cual es preocupante.
            Los graves problemas de transporte público en Ciudad Juárez, sus problemas de inseguridad, la deficiencia en los servicios, la imposibilidad de pavimentar sus calles y peor aún el mantener en buen estado las vías asfaltadas, sólo son parte de los derivados de la pésima gobernanza territorial que ha caracterizado el crecimiento de la ciudad desde por lo menos los años setentas, cuando los intereses económicos personales del entonces alcalde Manuel Quevedo Reyes y su tesorero Jaime Bermúdez, determinó el crecimiento de la ciudad hacia el poniente, en donde posee o poseían grandes predios de lo que fue el lote Bravo.
            Este no es un problema que tenga que ver exclusivamente con los gobiernos priistas ya que esto que se ha agravado en los últimos cuarenta años, abarca cuatro administraciones municipales del Partido Acción Nacional y la gubernatura de Francisco Barrio Terrazas, un gobernador que siempre tuvo muy en claro la dispersión en el crecimiento urbano de Juárez, ya que él dirigió la empresa que se encargó de elaborar los estudios para llevar el crecimiento de la ciudad hacia el lote Bravo, cuando fue director de Consultores en Planeación (Complan), empresa propiedad de Manuel Quevedo, César Verdes, Jaime Bermúdez y Federico Barrio; esta empresa realizó los estudios necesarios para dar plusvalía a esos inmensos terrenos y la razón de la inexplicable dispersión urbana en Juárez.
            El Instituto de Competitividad (IMCO), en su último estudio puso a Juárez como ejemplo nacional de crecimiento urbano irracional, y concretamente puso como ejemplo a Ciudad Universitaria a la cual para llegar se tienen que recorrer catorce kilómetros de terreno baldío y los espacios urbanizados más cercanos son fraccionamientos abandonados, algunos al cien por ciento, por su lejanía e infuncionalidad.
            El centro histórico fue calificado por el embajador de Estados Unido en México, con una frase: «Parece que estoy en Bagdad».
            La dispersión urbana alcanza niveles de crisis social, por lo que implica para la vida cotidiana para las familias juarenses.

            El caso García Chávez
            La demanda interpuesta por Jaime García Chávez el 23 de septiembre de 2014 por presunto enriquecimiento inexplicable de César Duarte, quien signó un fideicomiso por 65 millones de pesos, para comprar acciones del banco regional Unión Progreso, escaló el pasado 28 de febrero hasta actos violentos en las calles de la capital de la entidad, cuando la lideresa de colonos Tomasa Rojo, conocida como «La negra Tomasa», intentó a golpes reventar la concentración que en la plaza Hidalgo de la capital del estado, se realizó como un acto más en la lucha de Unión Ciudadana para lograr la dimisión de César Duarte de la gubernatura.
            El problema derivado del Fideicomiso 744743 de Banorte, ha trascendido la entidad no obstante la poca cobertura periodística local y ha tenido en la Cámara de senadores, algunos de sus momentos mediáticos más importantes, siendo el último de ellos una extraña manifestación de representantes de las cuatro etnias más antiguas de Chihuahua: rarámuris, huarojios, pimas y tepehuanes, quienes acusan al senador Javier Corral de despojo de tierras en la zona de la cascada de Basaseachic. Cabe recordar que el senador Corral Jurado, ha acompañado a García Chávez, en estas acciones por lograr la dimisión del gobernador y este responda a la demanda ante la Procuraduría General de la República.

            Pleito en casa
            Es claro que otro de los problemas que enfrenta la entidad es la abierta animadversión que existe entre el ex gobernador José Reyes Baeza Terrazas y César Duarte Jáquez, el cual tuvo una primer manifestación abiertamente pública en un carta abierta publicada a toda una plana en la página 5-A del diario capitalino El Universal, el pasado 2 de septiembre.
            La disputa empezó porque Duarte culpó a Reyes Baeza del ingente endeudamiento del gobierno estatal  y el ex gobernador respondió con  la exigencia de su pública aclaración, que hasta el momento no se ha dado con claridad y sólo ha tenido esporádicos ecos en los medios de comunicación.
            En la misma publicación se hace eco de la denuncia  de Jaime García Chávez contra Duarte Jáquez y se le endilgan otros ilícitos o irregularidades, como un ingente nepotismo
            Un pleito entre las élites priistas de la entidad sólo trae inestabilidad y distrae de la tarea de gobernar al mandatario en turno.

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