Por Antonio Pinedo
Al menos un par de horas antes empezó un rumor que para muchos parecía inverosímil: Héctor Murguía Lardizábal, sería el representante del gobernador en al II Informe de Gobierno del alcalde Enrique Serrano Escobar. Pocos lo creían, sería un golpe bajo al presidente municipal, quien era considerado el «delfín» de César Duarte, para la sucesión en la gubernatura.
Sólo unas horas antes el secretario de general de Gobierno, Mario Trevizo, había representado al gobernador Duarte Jáquez, en el tercer informe de actividades del rector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Ricardo Duarte Jáquez.
No menor es el elemento a considerar sobre este escenario en el sentido de que la relación entre el alcalde y el ex alcalde ha sido más que ríspida, grosera, es evidente que las relaciones son francamente malas y ninguno de los dos se ocupa de ocultarlo.
Sin embargo, los rumores se confirmaron sólo unos momentos antes de iniciar el II Informe de Serrano Escobar, quien subió al presídium fue el coordinador de Políticas Públicas de Gobierno del estado, el ex alcalde Murguía Lardizábal… la cara del alcalde lo decía todo.
El evento empezó puntualmente a las ocho de la noche y tras la presentación del presídium, se exhibió una breve exposición gráfica y de video sobre los principales logros del gobierno municipal en este segundo año de gobierno.
A la presentación gráfica de los logros siguió un mensaje del presidente municipal Enrique Serrano Escobar, quien fue relativamente breve en su exposición. Como corresponde al protocolo le tocó cerrar las intervenciones al representante del gobernador Héctor Murguía, quien se extendió mucho en su intervención al grado de hablar alrededor de cinco minutos más que el alcalde y aprovechó el momento estelar para demostrar su dominio del escenario, al grado de opacar en todos los análisis posteriores la propia intervención de Enrique Serrano, en más de un medio de comunicación radiofónico se comentó el evento en el sentido de «qué te pareció el informe de Teto Murguía».
Las interpretaciones
El evento despertó de inmediato múltiples interpretaciones, se habló de una simple «travesura» del gobernador, un acto para demostrar que aún tiene los hilos de la sucesión en sus manos, o mejor dicho que aún puede intervenir en la selección del próximo candidato del PRI a la gubernatura; se habló también de que simplemente estaba jugando con Teto y que para darle verosimilitud a que lo está considerando entre sus opciones a sucederlo le daba una demostración de estos alcances.
Sin embargo, una de las interpretaciones más repetidas fue que el jinete cambiaba de caballo a mitad del río y que el nuevo delfín del gobernador es Héctor Murguía Lardizábal, que realizaba este movimiento en sus esfuerzos por influir realmente en la sucesión en la gubernatura, que como se sabe tiene mano el Comité Ejecutivo Nacional del PRI o sea está en manos de Manlio Fabio Beltrones y del círculo más cercano al presidente que no debe pasar de tres personas.
Recordemos que tanto Serrano Escobar, como Murguía Lardizábal, son abiertos precandidatos a la gubernatura. Ambos buscan la postulación del PRI a suceder a Duarte Jáquez y el gobernador ha dado un par de muestras públicas de que en su terna personal están estos dos personajes y el alcalde de Chihuahua Javier Garfio Pacheco.
Lo cierto es que en el equipo de precampaña de Murguía Lardizábal, hay un ambiente de jolgorio y triunfalismo, siente y dicen que el próximo candidato del PRI a la gubernatura es el dos veces alcalde de Ciudad Juárez, quien al hablar a nombre del gobernador en el II Informe de Serrano Escobar, aprovechó muy bien el momento y presumió su trabajo al frente de la comuna.
No está por demás recordar, que históricamente son las fuerzas políticas del Centro las que ponen candidatos en Chihuahua, por supuesto nos referimos al PRI, partido que por otra parte es dominante en estas contiendas y que la única vez que fue postulado un candidato a la gubernatura que venía de los proyectos de continuidad del gobernador en turno, fue en 1992, con Jesús Macías Delgado, quien perdió la contienda.
Otros precandidatos
A los precandidatos ya mencionados no debemos olvidar que las dos senadoras por Chihuahua Lilia Merodio Reza y Graciela Ortiz González, también han manifestado pública y abiertamente su pretensión a la candidatura del PRI a la gubernatura y no debemos olvidar al cuarteto de precandidatos del baecismo.
No obstante, todo lo anterior y regresando a quien parece será el precandidato apoyado por el gobernador, los eventos del pasado día nueve nos hacen pensar que el gobernador cambió
de delfín en sus esfuerzos por influir en su propia sucesión, hay claros indicios de que estaría apoyando a Murguía Lardizábal.
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