Peña Nieto y Alejandra

La última visita del presidente Enrique Peña Nieto a Ciudad Juárez, tuvo un momento interesante. Este momento desde luego no fue la protocolaria inauguración del Puente Guadalupe- Tornillo, con todo y lo importante que es esta obra de infraestructura, tampoco el volver a anunciar que el dinero de los puentes se va a destinar a proyectos que detonen el desarrollo en la frontera, al que llamó Fondo para el Desarrollo y que ya identificábamos como el fideicomiso de los puentes. No, el momento interesante fue la intervención de la empresaria Alejandra de la Vega.

Con tono y actitud cortés y respetuosa, la empresaria fronteriza —se mueve como tal en ambos lados del río—, le dijo palabras más palabras menos al Presidente que desde su última reunión con los empresarios juarenses en enero del año pasado, las cosas seguían igual, los problemas eran los mismos y las peticiones también.

En forma respetuosa le dijo que el asunto es de competitividad y que en estos casos el tiempo es importante. El presidente Peña Nieto, dirigiéndose a la empresaria por su nombre y dejando en claro que sabía perfectamente con quien estaba hablando, acusó recibo de la velada crítica de Alejandra de la Vega a la lentitud de la acción federal en los 22 puntos comprometidos en el enero del 2015, mismos que se han reducido a cinco dado los nulos resultados.

Mejor vocero no pudieron tener los empresarios fronterizos, hubo firmeza y comedimiento en las palabras de De la Vega, de tal manera que se vio demandante pero nunca agresiva.

El Presidente de la República por su parte, ratificó su compromiso para sacar adelante cinco proyectos pendientes que fueron planteados tiempo atrás a la Mesa Interinstitucional, acelerando las acciones que permitan concretarlos, por lo menos ese fue su dicho.

Estos proyectos son la construcción y equipamiento de un Centro de Investigación de Tecnologías Avanzadas, para respaldar el desarrollo industrial y la atracción de más empleos y mejor pagados. La proyección de la Nueva Imagen de Ciudad Juárez, para mostrar al mundo lo que Juárez es y también lo que no es.

Rehabilitación del Centro Histórico, que hasta ahora se ha visto como un proyecto completamente extraviado y sin obras viables o firmes para mostrar una mejor imagen a propios y extraños.

Mejorar la movilidad urbana, y crear de un transporte urbano digno y eficiente, con vialidades de flujo continuo, para facilitar el traslado de los trabajadores.

Quedó claro el liderato que las hermanas De la Vega, están ejerciendo entre el empresariado juarense, las que, ojalá, parecen estar dando seguimiento a la labor en pro de Ciudad Juárez, que siempre caracterizó a su padre el ingeniero Federico de la Vega, quien por cierto fue recordado por el presidente en la reunión con los empresarios. Recuerdo más que merecido.                Editorial 1220