El último botín

Leticia Chavarría, del Comité Médico Ciudadano, afirmó a Francisco Luján, reportero de Norte de Ciudad Juárez, que se percibe que con el anuncio del retiro de los policías federales, creció el número de quejas contra los mismos, lo que hace suponer que van por su  «último botín» en esta frontera.

«No vemos que la PF vaya a hacer falta» dijo lapidaria la doctora, que ha sido víctima de los abusos de los agentes federales y tras ello se ha convertido en una destacada activista en pro de la seguridad en nuestra frontera, misma que pasa por el retiro de las fuerzas federales.

Sobre lo nocivo que puede ser el que la Policía Federal, sea parte del problema de inseguridad que vive el país, están por supuestos infinidad de casos acaecidos en Ciudad Juárez, desde 2008 cuando intentaron una extorsión masiva con los vendedores de autos usados en «La Curva», a bien cuando cientos de agentes denunciaron a su jefe conocido como «El Chamán», por enviarlos a extorsionar o inmovilizarlos para el trasiego de droga en la ciudad.

La doctora Leticia Chavarría, comentó que el aumento en las denuncias de la ciudadanía por abusos de la Policía Federal han ido en aumento y ello es lo que la lleva coludir que ya de salida quieren llevarse el último botín, lo que en otras palabras sería dar una nueva exprimida a los juarenses tanto en el despojo de vehículos, como en casos de cobro de piso y extorsión.

Desafortunadamente, lo dice la misma integrante del Comité Médico Ciudadano, se ha detectado también la participación en estos ilícitos de policías locales, con lo que el problema podría seguir siendo grave aun con la salida de los federales.

Ya en este espacio hemos abordado en varias ocasiones el tema de la actuación de los federales, lamentablemente hay indicios de que cuando son removidos, los que dejaron «asuntos pendientes», piden permiso sin goce de sueldo y al parecer regresan a la ciudad a terminar los «jales» que quedaron inconclusos.

Por lo anterior sería conveniente solicitar información sobre el cambio de agentes a otras plazas y quienes de ellos, solicitan permiso de manera inmediata, y así se les podría ubicar por nombre y demás información que les dé un rostro.

Por lo pronto las llamadas zonas seguras, que se generaron sobre todo en el PRONAF, ya dejan de atemorizar a juarenses y paseños y de estrangular el tráfico vehicular de manera absurda, como se venía haciendo, con la pantomima de que eso daba seguridad al sector.

Edición 1003