CERI el gran fracaso

El Centro de Emergencias y Respuesta Inmediata (CERI), es el clásico ejemplo de las reacciones del gobierno a situaciones de crisis, se dan «soluciones» inmediatas; mal planeadas, mal estructuradas y por supuesto destinadas al fracaso, como el caso de la operación del la línea de emergencia 066 en Ciudad Juárez. Misma que se instaló al calor de la ola criminal que sacudía a la frontera y la anegaba de sangre.

Fue una respuesta inmediata del gobierno federal que para «tapar el ojo al macho» inmediatamente se dio a la tarea de hacer construir un CERI y tratar de dar la imagen de diligencias en la tarea de combatir la ola de criminalidad que aún no nos deja pero que alcanzó su cresta en los años 2009 al 2011.

Hoy, un amplio reportaje realizado por Martin Orquiz de El Diario de Juárez, nos habla de la magnitud de la pifia: se invirtieron 370 millones en la tecnología de punta, se dotó a la ciudad de 280 cámaras, de las cuales solo sirven 60 y no hay el menor interés de que funcionen todas y mucho menos el de dotar a la frontera de la cantidad suficiente que fácilmente rebasaría las mil en una fase primera.

El CERI pues es una gran mentira, sólo en las dimensiones de los montajes televisivos de Genaro García Luna. No sirve para nada y hace falta una fuerte cantidad de dinero y el doble de voluntad política para ponerlo a funcionar a plenitud, con ganas de que efectivamente sea el gran instrumento de combate contra el crimen en nuestra ciudad..

Recibe un promedio de entre 4,500 a 6 mil llamadas por semana, las mismas no son atendidas ni inmediatamente ni después y la mitad de las mismas son falsas.

El problema no es menor, porque lo ideal es que el instrumento estuviera en menos de la presidencia municipal de Ciudad Juárez, por supuesto bajo el cobijo de la Secretaria de Seguridad Publica y para ello se requiere entre 150 y 200 mil dólares que la ciudad no tiene disponibles para esa y ninguna tarea, ya que se encuentra en crisis económica y aún saliendo de ella el gasto es lo suficientemente fuerte como para poner a tambalear a las finanzas municipales.

Estamos pues ante una gran pifia, una gran mentira: un Centro de Emergencias y Respuesta Inmediata, ni atiende emergencias ni da respuesta inmediata y esto parece no tener una solución pronta.