Crece
la conciencia sobre
la violencia
contra la mujer
* «Cada
vez son más las mujeres que toman conciencia de que están viviendo en una
situación de violencia y la denuncian», dice la coordinadora del Ichmujer
*
«Hay
hombres víctimas de violencia por sus padres y otros familiares, lo que los
marca desde su niñez, pero luego repiten el patrón con la mujer y los hijos y
caen en una situación de violencia», comenta Ruth Ayala
Por Luis Carlos Cano C.
Con una amplia experiencia en la
administración pública, ha ocupado cargos en los tres órdenes de gobierno, pero
además tiene una importante trayectoria política en las filas del Partido
Revolucionario Institucional, responsabilidades que, dice, le han permitido
estar cerca de los ciudadanos para servirlos en lo que necesitan.
Abogada de profesión, Ruth María Ayala
Pérez cursó la maestría en impuestos en la Universidad Autónoma de Chihuahua y la
maestría en Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez en coordinación
con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, además de un
Diplomado
en Atención a Víctimas del Delito y la Violación a sus Derechos Humanos, por la
USAID, UACJ y Gobierno del Estado.
Desde agosto del 2012 es la coordinadora
regional zona norte del Instituto Chihuahuense de la Mujer, en donde la
responsabilidad es no sólo atender a las mujeres víctimas de la violencia, sino
llevar las acciones de prevención contra la violencia a todos los sectores de
la comunidad, entre ellos a los niños y jóvenes, pero también a los varones. De
esto y de las tareas que llevan a cabo en este instituto, platica con
Semanario.
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-¿Cuáles
son los cargos que ha ocupado en la administración pública?
-
He trabajado desde joven, combinando la profesión y mi labor como empresaria;
estuve al principio en la Procuraduría Federal del Consumidor, luego en el
Instituto Federal Electoral como vocal ejecutiva en el municipio de Juárez, en la
Dirección de Desarrollo Social del gobierno municipal y en los programas de
solidaridad cuando era presidente municipal Jesús Macías Delgado. En esto
trabajaba directamente con los ciudadanos promoviendo los talleres de
participación social, lo que permitía que las políticas públicas fueran de
acuerdo a las necesidades de la comunidad.
Posteriormente trabajé como directora
comercial de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento en Salvárcar, estuve como
jefa administrativa en la oficina de Gobernación del Estado en esta frontera y
luego como titular de la dependencia, así como asesor técnico en la Subsecretaria
de Gobierno del Estado, y desde agosto del 2012 al frente del Instituto
Chihuahuense de la Mujer en la zona norte.
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-¿Cuál
es la jurisdicción del Instituto Chihuahuense de la Mujer en Juárez?
-
Es la zona que incluye además de Ciudad Juárez y los poblados rurales de la
región, los municipios de Guadalupe, Distrito Bravo y Praxedis G. Guerrero, así
como Villa Ahumada.
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-¿Cómo
está la situación actual de la violencia contra la mujer en esta frontera?
-
Seguimos atendiendo a la mujer por estar en situación de violencia, sin
embargo, la violencia física disminuyó notablemente, pero ha aumentado la violencia
psicológica y ahora la mujer se da cuenta de que el trato que le da su pareja,
su madre, su padre, es violento. Es violencia psicológica y afecta el
desarrollo de la mujer.
Estamos atendiendo a un gran número de
mujeres mediante terapia psicológica para que puedan superar esta situación,
así como para que tomen conciencia de lo que vale la mujer y de que no están
solas, que hay instancias que las protegen.
Durante el 2013 se atendieron por el Instituto
a nivel estatal, a 19 mil 836 mujeres, de las que más de 6 mil fueron
canalizadas al área jurídica y 5 mil 910 al área psicológica.
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-¿Ya
son menos los casos de hombres que golpean a la mujer?
-
La agresión física es menos porque ahora los varones se han cuidado de no dejar
huellas de su actuación, y esto es derivado de lo que se escucha y se ve de las
acciones que llevan a cabo las instancias de gobierno a favor de la mujer para
prevenir y erradicar la violencia. Cuando escuchamos que hay violencia contra la
mujer se piensa en la agresión física y en los castigos para quien la cometa,
por eso los señores se cuidan de no dejar una marca en el rostro, por eso se
dan los casos de violencia psicológica.
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-¿Son
las mismas mujeres las que denuncian la violencia en su contra o alguien más lo
hace por ellas?
-
Algo que es bueno y que está sucediendo es la conciencia que tiene la mujer de
que está viviendo en una situación de violencia psicológica, patrimonial o económica,
lo cual se da cuando toda la administración del hogar la lleva el hombre y no
la deja participar en ello.
Llega un momento en que la mujer se da
cuenta de que es víctima de la violencia porque el manejo de lo económico lo
hace el hombre y a ella la va minimizando al no dejarle dinero, a pesar de que
necesite para sus cosas personales. Aunado a ello, hay casos en que el trabajo
de la mujer en la casa difícilmente se valora, a pesar de que es mucho el
esfuerzo para poder armonizar el hogar y atender a la familia.
Es por eso que para mejorar la atención
a las mujeres, en el Ichmujer tenemos un horario de las 9 de la mañana a las
7:30 de la tarde, de lunes a viernes, por lo que las mujeres que requieran de
atención y no pueden venir en la mañana por el trabajo o cualquier situación,
lo pueden hacer por la tarde.
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-¿Los
casos de violencia que se registran en Ciudad Juárez están en un rango
aceptable, o deben ser menos en relación a otras poblaciones del estado?
-
Aquí es menor que antes, de acuerdo a la estadística, en Ciudad Juárez aproximadamente
el 53 por ciento de la población son mujeres y sí es bajo el número de casos,
pero el que haya una sola mujer en estado de violencia es grave.
Aquí hay el mayor número de personas que
atendemos porque somos la ciudad más grande del estado, pero Parral tiene casi
el 50 por ciento de los casos que tenemos y es más chica en cuanto a población.
En enero fueron 520 casos atendidos en
esta frontera, pero en Parral fueron 182; en Nuevo Casas Grandes 234, mientras
que en la ciudad de Chihuahua fueron 483. La capital tiene más atención por las
poblaciones cercanas que atienden ahí.
Es importante comentar que el rango de
edad de las mujeres que atendemos está en edades de los 30 a los 55 años, tanto
casadas como separadas.
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-¿Cuáles
son los servicios que da el Instituto Chihuahuense de la Mujer?
-
El primer contacto es en el área de trabajo social. Cuando se recibe a la mujer
y hacemos tarea de gestión, ya sea a nivel educativo, en desarrollo social o
con alguna de las otras dependencias con las que interactuamos.
Damos atención en el área jurídica,
empezamos con las medidas de prevención solicitando ante el juez o la autoridad
competente medidas de protección para la mujer y sus hijos; ayudamos en los
juicios de divorcio con lo que es la pensión alimenticia, la custodia de
menores de edad; aquí llevamos los juicios de orden familiar.
En el área psicológica tenemos la
terapia personal y grupal, en la que estamos atendiendo a adolescentes, niños y
niñas. Nos llama la atención casos de jovencitas que han sido víctimas de
violencia familiar, pero aparte en sus relaciones de pareja, sobre todo en lo psicológico
cuando el hombre les dice: «no sirves, no eres bonita, no eres delgada, tienes
defectos».
Al hablar de este asunto, me comentaba
un varón que tiene un amigo que esa es su estrategia con las mujeres,
minimizarla para que no se le vaya.
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-¿La
atención del Instituto se centra en las personas que llegan a sus oficinas, o
trabajan con otras instancias que también atienden a mujeres?
-
Cabe mencionar que hay personal del Instituto en el Centro de Justicia para la
Mujer, un lugar donde se da servicio integral a la mujer porque ahí está la Fiscalía
que atiende los delitos por cuestión de género y cuando ya hay una situación de
violencia física y se presenta la denuncia, entones tenemos intervención en el
Centro de Justicia; hay personal del Instituto que recibe a la mujer y además
de acompañarla, se le da seguimiento para que presente su denuncia y que reciba
su terapia psicológica.
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-¿El
trabajo de orientación que dan fuera de las oficinas, el que manejan como
itinerante se sigue haciendo?
-
Tenemos un área de capacitación que hace un gran trabajo impartiendo una serie
de talleres en las escuelas, en primaria, secundaria y hasta universidad, para
prevenir y erradicar la violencia contra la mujer, contra la niñez con el
famoso bullyng y se capacita a los niños desde preescolar de qué
hacer para cuidarse.
Hay un taller que se llama Las Banderas,
impartido por el Instituto a nivel preescolar y con el que se crea conciencia
en los pequeños de que no deben dejarse que los toquen, que los maltraten, de
no permitir que los agredan, desde ahí estamos creando una nueva cultura contra
la violencia.
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-¿Entonces
el instituto no trabaja sólo para las mujeres como parte de la población, es
para toda la comunidad?
-
Claro, se trabaja también con los niños, con jóvenes y con los varones adultos,
pues en el Instituto Chihuahuense de la Mujer, aquí en Juárez, tenemos el
taller psicoeducativo para varones, que se imparte los lunes de 5 a 7 de la
tarde en nuestras instalaciones situadas en calle Guatemala y 16 de Septiembre.
Hemos tenido gran aceptación y excelente
resultado con los señores y los jóvenes que han venido, incluso, hay algunos
que repiten el curso porque les ha servido, es cuando el hombre es consciente
de que genera violencia y que necesita modificar su actitud.
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-¿El
objetivo con estos talleres es erradicar la violencia de parte del hombre?
-
Si, y no sólo los hombres, sino cualquier persona, pues a veces no somos
conscientes de que agredimos a la familia, a la pareja, a los hijos y
estos talleres no están dando buen
resultado en frenar esas agresiones.
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-¿En
los cursos a los hombres qué tipo de casos han encontrado?
-
Bueno, se da la situación de varones que dicen: «he tenido una o dos relaciones
y truenan, qué pasa, qué actitud debo modificar, en qué estoy mal, qué es lo
que debo mejorar en el trato». Ante esa actitud, yo insisto en el trato con la
familia, con los padres, los hijos, la pareja, los hermanos, es un todo porque
cada ser humano es un agente de cambio y entonces el varón ha encontrado el
conocimiento de algo que ni siquiera sabía que era, porque venimos de una
cultura machista en donde prevalece que el señor es el jefe de la casa, a quien
todo mundo le debe rendir pleitesía, pero esa era una cultura de hace 40 a 50
años, ahora no.
Actualmente dentro del Código Civil, en
el capítulo del matrimonio en lo referente a las obligaciones y derechos de los
contrayentes, especifica que cuando ambos cónyuges trabajen, las actividades
domésticas las habrán de realizar por igual, o sea; nada de segunda jornada de
la mujer y esto es un gran avance porque ya basta de dejarle toda la carga a la
mujer.
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-
En la gente que atienden ustedes, ¿qué han encontrado en cuanto a esto, qué
tanto ha cambiado en las parejas el hecho de compartir obligaciones?
-
Hoy vemos esta diferencia en el Código Civil, algo que antes no existía, era
sólo la responsabilidad de ambos contrayentes en el hogar y la educación de los
hijos, hasta ahí llegábamos, pero ahora es una nueva visión en la que cuando
los dos trabajan deben realizar las tareas del
hogar por partes iguales.
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-
De los que vienen a los cursos, ¿hay hombres víctimas de violencia?
-
No nos ha tocado ningún varón víctima de violencia; en esos casos lo primero
que pensamos es que «mi mujer, mi esposa, me pega», pero no es así, hay varones
que han sido víctimas de violencia por sus padres, sus hermanos, y eso es
importante porque ese es un patrón de conducta que lo marcó desde su niñez y
eso no lo vemos.
En nuestra generación, hablamos de
personas maduras, si volteamos a nuestra niñez de cómo nos educaron, ahora se
comenta de la chancla, del cinto, eran otros tiempos y lo que decía el señor
era suficiente, pero luego se quiere repetir el patrón con la mujer y los hijos
y caemos en una situación de violencia.
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-
De los hombres que atienden en los talleres ¿cuál es el promedio de edad?
-
Es un rango diverso, hay jóvenes y personas de 30 a 45 años de edad, pero el
año pasado tuvimos a dos personas maduras de más de 55 años, nos llamaba la
atención su presencia, pero ellos acudieron a los talleres para conocer sobre
la violencia, porque la habían ejercido.
Estos talleres son sólo para hombres y
sólo tienen que acudir al Instituto y participar, si tienen dudas pueden llamar
al 680-06-01.
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-¿Qué
tanto ha cambiado esto por la dinámica actual, la relación familiar y nuevas
costumbres?
-
Claro, va cambiando y se va transformando la sociedad, aquí en el Instituto
seguimos trabajando en este tipo de situaciones para dar a conocer el trabajo y
las acciones que llevamos a cabo.
Aquí vemos una situación en la que por
un lado hay un hombre que está bajo un esquema cultural de agredir, pero por
otro lado, la mujer con la información que tiene, que ha recibido, llega el
momento en que dice «ya basta, ya crecieron los hijos y yo no te tolero»,
entonces el señor dice «qué pasó» y es cuando le llama la atención venir a
tomar el taller, pero éste les sirve porque modifican su relación de pareja en
forma positiva.
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-¿Qué
cambios han visto en quienes acuden a estos talleres, ellos les han comentado
algo, se le da seguimiento?
-
Si les damos seguimiento. No basta con que recibas el conocimiento, la terapia,
forzosamente en el transcurso del taller que dura de 4 a 5 meses se ven los
cambios en las personas, incluso, al final ellos reciben un reconocimiento y
nos han escrito cartas donde dicen las conductas que han modificado, donde
agradecen a la psicóloga y es cuando decimos vale la pena, vamos por otro
grupo.
Eso es extraordinario, en el mismo
taller se va viendo el cambio de la persona y les ayuda a mejorar la relación
familiar y laboral, luego nos damos cuenta de que nosotros mismos generamos
actitudes negativas, pero cuando realmente el ser humano modifica su actitud,
inmediatamente modifica la relación en su entorno.
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-
En los casos de mujeres desaparecidas, «cómo participan ustedes en el Protocolo
Alba?
-
Nosotros formamos parte del Comité Consultivo del Protocolo Alba, somos 17 instituciones
y lo coordina la Comisión Nacional para Erradicar la Violencia contra la Mujer
y la Fiscalía de Género; se sigue activando la segunda fase del Protocolo y encontramos
ahí a la Policía Estatal Única, a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal,
la Fiscalía General del Estado, el Centro de Justicia para la Mujer y a la
agregaduría de la Procuraduría General de la República en el Consulado de
México en El Paso, además de la misma sede diplomática.
Hemos encontrado a todas las mujeres, en
enero a todas se les encontró, hay chicas que se recuperan, pero mientras no
vayan ante la autoridad y digan que ya están aquí, no se les puede dar baja en
la relación de desaparecidas.
Sin embargo, se ha encontrado que muchos
de los casos son ausencias voluntarias, por lo que creo que hay que cambiar ese
concepto, sobre todo en los últimos años, porque efectivamente son personas que
se van de sus domicilios por decisión propia y de ahí son un sinnúmero de
causas como las peleas con los papás, que no están bien y otras.
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-
Por la experiencia que le ha dado el trabajar en el Instituto, ¿qué considera
que debe hacerse para lograr una mejor familia y sociedad?
-
Si tenemos una actitud positiva vamos haciendo un mejor impacto a nuestro
alrededor, de ahí lo importante de la autoestima, de fomentar en el ser humano
el cambio de actitud, si llego a la oficina de mala cara, mi relación laboral
no va a fluir, será un rechazo, una barrera.
Lo que hacemos hay que amarlo y hacerlo
bien, porque es lo que estamos haciendo, tenemos que seguir adelante en cumplir
cada quien su tarea, quizá no es lo que más queremos, pero es lo que tenemos y
lo debemos aplicar a todas las actividades; un carácter positivo.
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-¿Como
coordinadora del Instituto Chihuahuense de la Mujer en esta frontera, cuál es
su recomendación a la mujer, a los juarenses para ir reduciendo más la
violencia contra la mujer?
-
La comunicación es básica y un trato con respeto; por ahí hay una expresión que
dice «Trata a la otra persona como quieres que te trate».
Si quiero que me traten con educación y
afecto, igual debo tratar yo y generar una actitud positiva. Es básica la buena
relación y el respeto entre los seres humanos, de ahí podemos empezar a
modificar nuestra relación laboral, el medio ambiente, familiar y personal.
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