Por Antonio Pinedo
La
balacera de más de un hora en Creel, municipio de Bocoyna el pasado 7 de
noviembre es sólo el último acontecimiento violento producto de la lucha de los
cárteles de la droga en la zona de Creel–Guachochi, con un saldo de tres
muertos y el retiro de decenas de turistas extranjeros el siguiente domingo.
Desde
hace por lo menos cinco años la zona se encuentra en control de los cárteles
del narcotráfico que se pasean en convoyes de hasta 15 camionetas pick-up doble
cabina, con hombres armados incluso como rifles Barret.
Varios
videos que se han vuelto virales, nos hablan de la tranquilidad y parsimonia
con la que actúan los delincuentes en esta zona a plena luz del día, sin que
ninguna autoridad de ninguno de los tres niveles de gobierno intervenga. Es una
zona en donde el Estado no se encuentra presente.
Sólo el último evento
La
balacera del día siete es solo el último de múltiples eventos que ocurren en la
zona desde hace por lo menos seis años y hasta ahora las autoridades
competentes no han podido o querido poner solución al problema que amenaza la
economía de una zona en donde el turismo extranjero es uno de sus principales
pilares.
La
periodista Patricia Mayorga de la agencia APRO consigna: «El enfrentamiento registrado el sábado pasado
en Creel, municipio de Bocoyna, entre células del cártel de Sinaloa y La Línea,
del Cártel de Juárez, cobró la vida de dos personas y no una, como se informó
el día de los hechos.[Otras versiones menciona tres decesos].
«Inicialmente la
Fiscalía General del Estado informó que en el fuego cruzado había caído muerto
Simón Nevárez Rodríguez Safiro, un rarámuri de 28 años.
(…)En la balacera
también fue asesinado Horacio Rodríguez Ojeda, ingeniero de la empresa Duraplay
con sede en Parral y presidente de la Cruz Roja del municipio serrano de El
Vergel.
«La fiscalía lo
tenía registrado como lesionado a pesar de que falleció el mismo sábado. Su
asesinato trascendió hasta el martes pasado, cuando familiares y amigos de
Parral publicaron una esquela en su memoria».
Por su cantidad de
muertos el último es un evento menor, pero es el fiel reflejo de lo que está
sucediendo en esta región de la sierra Tarahumara.
Los vecinos de la
región se están acostumbrando a este tipo de eventos, al grado de que existe en
Guachochi una especie de virtual «toque de queda» y los vecinos evitan salir de
sus casas luego de que el sol se empieza a meter. Acontecimientos como este
echan por tierra el discurso oficial de «grandes logros» en materia de
seguridad pública.
El tema ha sido
tratado por diversos medios de comunicación como El Heraldo de Chihuahua, que
en unja nota de Vanessa Rivas Medina consigna: «Asaltos en los caminos, asaltos
a comercios, secuestros y asesinatos son los flagelos que sufren los habitantes
de la zona serrana y visitantes, sobre todo en el poblado de Creel, ante la
indolencia de las autoridades, por lo que han pensado en conformar una policía
comunitaria.
«El temor invade a
los habitantes, quienes prefieren mantenerse en silencio a ser presas de
represalias. La desconfianza se hace presente y la autoridad no reacciona,
incluso les ha advertido a los comerciantes que cierren antes de las 21:00
horas, porque más tarde ellos no se hacen responsables.
«Los habitantes y
vecinos de esta población enclavada en el municipio de Bocoyna están hartos de
las promesas de los gobernantes, quieren hechos y acciones, no palabrerías o
visitas exprés donde no se les atiende ni se escuchan sus problemas. No quieren
que los hechos se minimicen sino que sean atendidos de raíz.
«EL MIEDO ES SU ACOMPAÑANTE
«Los habitantes guardan
silencio, no le tienen confianza ni a las autoridades, ya que hay patrullaje en
la zona, se pueden ver volantas de hombres vestidos de militares y personas con
vestimenta de policía, ambos fuertemente armados, eso no da confianza, nadie
sabe cuándo en realidad son fuerzas dispuestas ayudar a la ciudadanía pero no
saben si son buenos o malos.
«Los asaltos están
a la orden del día, hace unos días asaltaron por segunda vez y en menos de un
año a una adulta mayor, dependienta de una tienda que se ubica a escasos metros
de la presidencia seccional. A esta mujer hace 4 meses le secuestraron al
último hombre de su familia.
«La denuncia es
impensable, ya que temen represalias y que éstas cada vez sean peor, por lo que
optan por callar. En otros casos cuando denuncian las mismas autoridades
ocultan los hechos o los minimizan».
«Las autoridades
afirman que somos uno de los municipios más tranquilos del estado, no sé en qué
se basan para decirlo, si lo hacen en estadísticas yo sigo diciendo que las
estadísticas son un rumbo para quienes no conocen la realidad, éstas son
definitivas, para quienes vivimos la realidad no son verdades absolutas»,
afirmó el derecho humanista Javier Ávila, el único representante de la sociedad
civil que ha sostenido un diálogo con la autoridad.
EXIGEN UN DIÁLOGO
«Para los
habitantes de Creel, el Gobierno no ha cumplido, si bien es cierto se instaló
una mesa de seguridad para atender el caso, el gobernador César Duarte no ha
dado respuesta a la comunidad, la cual ha solicitado su presencia.
«Los habitantes
señalaron que la petición es clara: quieren un diálogo con el Gobernador, no
con sus enviados y que éste se dé en Creel no es Bocoyna, ‘queremos que el
Gobernador nos dé la cara, no que envíe al Fiscal y al Secretario de Gobierno,
a quienes se les agradece su presencia´».
Cabe recordar que
el 15 de marzo de 2010, se dio el primer gran evento que alertaba, sobre la
presencia de los cárteles en la zona y los peligros que ellos representaban, la
periodista Denis Maerker, en su programa «Punto de Partida», pasó integro un
video de una hora en la que decenas de sicarios se organizaban, para lo que
terminó siendo una matanza de ocho personas.
El largo convoy
Más recientemente
fue muy difundido por redes sociales el video de cerca de diez minutos en los
que un largo convoy compuesto con por lo menos 15 vehículos de doble cabina y
en todos hombres armados con rifles y metralletas, armas largas en general,
patrullaban con lentitud y tranquilidad el corredor Creel-Guachochi, sin
aparentemente ninguna preocupación.
Hacer una
cronología de los hechos de este tipo en los últimos cinco años, sería largo e
inútil, podríamos empezar por la masacre de trece personas, incluido un niño de
brazos en Creel el año 2010, pero es un hecho que la zona está en manos del
narco y esto refuta en forma contundente el discurso oficial del gobierno del
estado en el sentido de que no hay puntos de la entidad en los que exista
ingobernabilidad.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario