Por. Rodrigo Borja
El pasado martes el Senado de
El anuncio lo hace a sólo días de que la actual Ley Electoral, recién reformada, sea aplicada por primera ocasión, lo que pone en claro que la creciente ola del voto nulo o en blanco, obliga a los políticos a revisar la reglas del juego en materia electoral, misma que actualmente sólo favorecen a los partidos políticos y desdeña a la iniciativa ciudadana, es la ley perfecta de la partidocracia que se instaló en México a finales del siglo pasado y que con esta ley buscaba cartas de naturalización.
El Presidente del Senado, el chihuahuense Gustavo Madero, se sinceró aún mas y dijo: «hoy escuchamos propuestas que invitan a anular el voto, otras que plantean modificaciones a la legislación actual». Es ni mas ni menos que la posibilidad de abrir una puerta a la política sin que esta tenga que pasar necesariamente por los partidos, lo que es una de las principiase motivaciones del voto en blanco o nulo. El monopolio de la intermediación partidista está en debate, los partidos políticos como negocio o patrimonialistas, como es el caso del PT en Chihuahua, en donde Rubén Aguilar, a hecho del ahora partido de Andrés Manuel López Obrador, un negocio de familia, un asunto de los Aguilar.
Está visto que el cambio político que buscan los mexicanos no es a través de los partidos, si no, cómo explicar que en los nueve años del gobierno federal panista, los mismos vicios de siempre se hayan mantenido, e incluso el presidencialismo sea ahora mas grosero que en los peores momentos del PRI. Cómo explicar que el cambio sea un mantenimiento del statuo quo en el mejor de los casos y regresión no pocas veces.
Falta de agenda
La crisis política nacional, explica el que los candidatos a diputados que deberán ser electos el próximo 5 de julio, no hayan presentado ningún tipo de propuesta legislativa y carezcan por completo de una idea sobre las funciones del legislador y si acaso la tiene, se la han guardado para si y no la han trasmitido a los electores. Por eso sus propuestas de campaña son inexistentes y lo que vemos son promesas que nada tiene que ver con su función y se parecen más a lo que un candidato a alcalde pregonaría; ofrecen iluminación pública, pavimento, en fin una serie de cosas que simple y sencillamente no están en su esfera de competencia.
El llamado del Senado a académicos, estudiosos y demás mexicanos interesados en el tema, está abierto y es seguro que la actual ley electoral, que buscaba la reafirmación de los partidos políticos como dueños de México y sus recursos, se acaba.
Estamos ante la gran oportunidad de ciudadanizar la política, que no sea el mejor negocio u ocupación para los mexicanos, que en los últimos tiempos, lo que ha traído es una reducción en la actividad económica y forjado la convicción de que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. No puede ser la política la única actividad en México, que permita a los mexicanos dar los satisfactores necesarios a su familia; o bien la sociedad con los políticos, de esto último tenemos el ejemplo de la subrogación de las guarderías infantiles del IMSS que fue un primer paso de Vicente Fox y la derecha en el gobierno para desmantelar el IMSS.
La agenda del voto nulo o en blanco
Entre las principales propuestas de este movimiento espontáneo que llegó vía internet a la esfera pública, está la reducción del número de diputados o de plano la eliminación de los diputados de partido, que sólo es el mecanismo para que las élites de los partidos tengan derechos a las dietas legislativas, sin pasar por el tamiz del voto ciudadano, quieren sus 148 mil pesos (salario actual de un diputado) al mes sin correr riesgos.
La sola eliminación de los diputados de partido ahorraría al país la nada despreciable cantidad de 300 mil pesos mensuales y si consideramos que cada diputado genera cinco empleos en
En la agenda del voto en blanco también está reducir las asignaciones a los partidos, lo que acabaría con los partidos familiares o con posturas raras como la de Andrés Manuel López Obrador, quien entre otras cosas ordenó a Ricardo Monreal, dejar la bancada del PRD en el Senado para ocupar el liderato de la mini bancada petista, para conservar los 285 millones de pesos anuales.
Es necesaria en la reforma electoral por venir que se tomen medidas para acabar con los vividores de la política, cómo explicar que por lo menos uno de los próximos legisladores por Chihuahua, va por su cuarta posición legislativa y sólo en una ocasión a ganado por el voto popular, como es el caso de Javier Corral o la propia presidenta del PRI a nivel nacional, Beatriz Paredes, que ya fue senadora y va por su segunda ocasión como diputada, sin molestarse por buscar el voto ciudadano.
Otro de los puntos que busca el voto blanco o nulo es, reiteramos, la asignación a partidos que en los años comprendidos entre 2000 y 2008, recibieron 29, 650 millones de pesos, quince veces más el presupuesto que Ciudad Juárez ejerció en el mismo período o casi veinte veces lo ejercido por la ciudad de Chihuahua.
Hay casos más dramáticos que los mencionados, como lo hace notar el periodista juarense Ignacio Alvarado en un amplio reportaje en El Universal de
La agenda es más amplia, busca una mayor y mas clara rendición de cuentas, revocación del mandato, y reelección inmediata de los legisladores, para que estos puedan ser castigados y premiados por su desempeño, por el electorado, no por las cúpulas partidistas.
Está abierto el debate, ya no importa si el voto nulo apenas supera su 2.9 por ciento histórico o si llega al soñado diez por ciento. Llegó espontáneo, llegó por internet, probablemente sea el cambio democrático que los mexicanos buscan en esta larga transición que ya entró en su tercera década.