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jueves, 11 de junio de 2009

La guerra perdida: Ahora crímenes de alto impacto y protestas


Por Rodrigo Borja

«Terminó la luna del miel entre los juarenses y el ejército»; crece la inconformidad por los métodos utilizados por los elementos castrenses en la frontera y los crímenes no únicamente no disminuyen, sino que parece que los perpetradores elevan la mira y ahora se asesina a juarenses del ámbito empresarial, por una fallida extorsión o bien a un académico e investigador universitario, que se ha destacado por una participación en las organizaciones sociales y en investigaciones sobre el narcotráfico en las clases populares.


Una semana diferente

Los últimos siete días fueron pródigos en ejecuciones, pero dos de ellas llaman especialmente la atención y alarman. El crimen del empresario Eduardo Urías Cantú el jueves 28 de mayo, fue de gran impacto, porque el occiso era miembro de una familia de rancio abolengo que se estableció en la frontera por lo menos desde el siglo XIX y estaban muy identificados con la vida social, económica y política de Ciudad Juárez. El joven empresario asesinado era hermano del ex alcalde y actual tesorero Alfredo Urías Cantú.

La información oficial destacó que el crimen se debió a la negativa del occiso por pagar una extorsión. Si las repercusiones del crimen pronto se perdieron es por la sencilla razón que con un promedio de diez muertos diario y es difícil que uno de ellos se mantenga más de un día en los noticieros o las páginas de los periódicos o medios de difusión electrónicos..

Lo grave de los anterior es que ni si quiera se está investigando el asesinato, al igual que los más de quinientos que en los primeros meses de este año se han sucedido en la frontera de Ciudad Juárez.


Un crimen para ser investigado

El viernes 29 de mayo, sólo un día después del que nos ocupó se dio la muerte de un investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Manuel Arroyo Galván, quien despertó de inmediato la primera de una serie de protestas y marchas que la comunidad universitaria ha realizado, luego de su asesinato al ritmo de ráfagas de metralleta de este miembro de la comunidad académica.

La muerte de Arroyo Galván, no es como los cientos o miles que se han dado en los últimos 16 meses en Juárez, incluida la del intento de extorsión de Eduardo Urías Cantú, al parecer en el caso del maestro universitario hay elementos de ideología o por lo menos relacionados con el trabajo de investigación académica del doctor Arroyo, lo que da a éste asesinato un cariz que no tienen otros miles y merecen una atención especial de las autoridades a las que les compete actuar.

El mismo viernes del asesinato un numeroso grupo de alumnos, maestros, académicos y directivos de la UACJ, se dieron cita en la Mega Bandera en donde realizaron una protesta y exigieron seguridad para todos y el esclarecimiento del crimen.

Luis Lara, estudiante de 32 años de la maestría de Ciencias sociales de la UACJ, declaro a la reportera Sandra Rodríguez de El Diario, que Manuel Galván «era alguien muy comprometido con el análisis y con la problemática social de Ciudad Juárez».

En otra parte de la entrevista afirma: «Manuel siempre fue una persona a la que le molestaban todas las situaciones de represión, de injusticia, de impunidad. Si estamos aquí es porque estamos actuando como él actuaría; su legado es éste, no quedarnos en casa sino mantener constantemente la crítica social». Como se aprecia a simple vista este crimen no está en el patrón de la mayoría, y por ello merecería una investigación seria, ya que las implicaciones de carácter ideológico que parece presentar así lo ameritan.


No es prudente que el ejército patrulle

El director de la Policía Nacional de Colombia, dijo que no era prudente que el Estado mandara al Ejército a patrullar las calles, que eso no les había funcionado, que no habían resuelto así el problema de la inseguridad, sino con una adecuada policía nacional, que estuviera bien capacitada y sin nexos con el narcotráfico, lo anterior fue declarado a El Diario, por el licenciado Héctor González Mocken, presidente de la Barra y Colegio de Abogados de Ciudad Juárez y quien formó parte de la numeroso comitiva del gobernador José Reyes Baeza en la reciente visita a Colombia.


Acabó la luna de miel

El académico Carlos González Herrera, declaró a la reportera Sandra Rodríguez de El Diario, que la luna de miel entre juarenses y el ejército al parecer ya llegó a su fin,

Lo dicho por el académico se puede ver día a día en las acusaciones contra elementos castrenses, los fronterizos se siente incómodos y temeroso ante la presencia de los soldados que todavía hace meses les inspiraba confianza.

Las cifras sobre denuncias de abusos de militares, marcan perfectamente la situación, hasta el momento se investigan 162 quejas por abusos en el Operativo Conjunto Chihuahua, estas quejas son las únicas que está investigando la justicia militar, y no representa las más de 500 que se han presentando ante la oficina instalada ex profeso para recibir quejas sobre militares que se extralimiten en su labor de vigilancia.

Es evidente que la estrategia está agotada y no hay nada que nos haga pensar que las autoridades federales, están pensando en una nueva estrategia o siquiera quieran aceptar la revisión de la misma, lo que equivaldría a que reconociera que desde el inicio de la actual administración federal, que marca el comienzo de la llamada «guerra» contra el narcotráfico, ha sido un equivocó total en sus estrategias o bien en la falta de la misma.

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