Bienvenidos

La apertura de este espacio, conlleva la intención de interactuar con los lectores de la revista Semanario del Meridiano 107, conocer sus opiniones, enriquecernos con sus comentarios y complementar nuestros servicios editoriales.
Este sitio se ve mejor con Firefox de Mozilla. Descarguelo haciendo click aqui.

jueves, 7 de enero de 2010

Entrevista



Carlos Reyes:

¿De Scout a alcalde?


Por Ark Sánchez

Chihuahua, Chih,; Arropado por cientos de Amigos panistas de Chihuahua, desde la mañana del día de la Virgen de Guadalupe, Carlos Armando Reyes López –sin haber iniciado formalmente una precampaña– es considerado, en aras de la alcaldía capitalina, como el «caballero de la política» y el tipo de hombre y liderazgo «que la ciudad necesita».

Actualmente se encuentra construyendo la Plataforma político-electoral del Partido Acción Nacional que será «el proyecto de muchas candidaturas en el estado» para este 2010.

Entre esas candidaturas destaca la presidencia municipal de Chihuahua, a la que Reyes pretende llegar, en los tiempos que marquen el partido y las autoridades electorales «en el camino del servicio, de las enseñanzas del movimiento Scout, del liderazgo social, empresarial y político».

Así, la tarde del 12 de diciembre culminó también el cuarto de cuatro Foros Ciudadanos –en materia de seguridad y desarrollos social, económico y rural– coordinados por él, desde la Secretaría de Vinculación con la Sociedad del Comité Ejecutivo Estatal del PAN, cuyas propuestas y conclusiones «habrán de convertirse en políticas públicas desde los gobiernos estatal y municipales en Chihuahua».

En la entrevista para Semanario y el vídeo que plasma partes de su semblanza, se aprecia a un empresario que llega a la política con un fuerte componente de compromiso y sensibilidad sociales, algo que aprendiera desde sus años mozos, en el empleo de su padre en las minas, las tareas del movimiento Scout, el encuentro con la naturaleza, la vivencia de las realidades, el Instituto Glandorff, la educación jesuita, la doctrina social cristiana, el trabajo industrial, el liderazgo empresarial y, más recientemente, el quehacer legislativo y las labores partidistas, todo ello enmarcado en la inspiración, la vivencia y la práctica de los principios de Acción Nacional.

Si enfrente tuviese una hoja en blanco y le dicen que escriba allí la prioridad más importante que tiene la ciudad de Chihuahua él escribiría «PAZ», con letras grandes, en el entendido que no hay caminos para la paz, que la paz es el camino, según la máxima de Mahatma Gandhi.

No es un político tradicional. Sabe que no responde al prototipo, pero parece tener lo suficiente para lograr su propósito político, su aspiración, abanderando una renovada visión social de la política.


SENSIBILIDAD SOCIAL

Carlos Armando nació en la Ciudad de Chihuahua el 24 de febrero de 1957. Quinto de cinco hijos del matrimonio formado por Óscar Reyes y Enedina López, se involucró en el Movimiento Scout hasta llegar a niveles de dirigencia; estudió ingeniería industrial mecánica, en el Instituto Tecnológico de Chihuahua. Casó con Lucy Lerma, con quien en 29 años de matrimonio ha formado una familia, con tres hijos: dos varones y una mujer.

La barba cerrada es una característica que le identifica desde su juventud, primero oscura y densa, luego entrecana y menos abultada, y hoy color plata, lo que le da una imagen bonachona y generosa, a tono con su complexión robusta «de mucho peso», como acepta sonriendo. Alto, su voz es pausada, clara, firme, con tono y timbre sostenidos que hacen fluir lentas, tranquilas, serenas las palabras, sea de viva voz o frente al micrófono.

Su apariencia general es la de un político serio, y en serio. Usa lentes para leer y se nota que todavía le ponen nervioso el micrófono, el público y el escenario...

Se define como un hombre de carácter, que responde ante los actos de la vida con apego a los principios, a la formación, en la familia, en la vida cotidiana: «en mi caso en el movimiento Scout, el método Scout, el contacto con la naturaleza, en los valores, y ya formado el carácter, en la independencia y en la sensibilidad a lo social».

Desde pequeño en las excursiones –a Majalca, la Sierra Tarahumara, Madera, etc.– en los campamentos vio la realidad que existía y sigue existiendo, de pobreza, de marginación, falta de educación, y tantos otros problemas del estado y el país.

De niño y joven en esas salidas al campo fue desarrollándose la sensibilidad, porque realizaban acciones de servicio, en las comunidades que visitaban «incluso compartíamos los alimentos que llevábamos con esa gente que ha tenido menos oportunidades, que vivían en cuevas; convivíamos con los tarahumaras, celebramos con tesgüino, realizábamos caminatas en aquellos lugares inhóspitos». Eran los tiempos de la secundaria, a los 12 ó 13 años.

En cuanto a la vocación, es influencia de su padre, quien trabajaba en el área de máquinas de las minas, especialmente maquinaria pesada, «eso me formó en la cultura del trabajo, me gusta mucho el trabajo de las minas, y de esa experiencia decidí estudiar Ingeniería Industrial Mecánica, que es mi profesión».

La sensibilidad por lo social también viene desde la infancia cuando veía con su padre, en Camargo, que además del trabajo técnico en las minas, en esa población de menos de cinco mil habitantes, había infinidad de problemas sociales. La experiencia fue de una convivencia complicada, como lo es en toda comunidad pequeña.

Luego llegó el liderazgo empresarial, porque la empresa, dice, también es la gente que colabora, la de los estratos sociales bajos que tiene muchas necesidades. La empresa es importante porque es un medio de oportunidades. Allí también se reafirmó la sensibilidad social cuando tenía que llevar colaboradores a sus casas, donde se vivía una terrible realidad, frecuentemente en un solo cuarto, con el baño afuera, sin luz, sin agua potable, sobreviviendo en medio de la pobreza y la marginación.

La empresa ha sido un medio para que salieran adelante, para participar con ellos en el mejoramiento de sus condiciones de vida... «la empresa termina no siendo de uno, sino de ellos... la empresa es de todos». Y eso ya tiene una vinculación directa con la dignidad de la persona, con la solidaridad, con la subsidiariedad, con el bien común, con los principios del Partido Acción Nacional, advierte.

Por eso, junto con el liderazgo empresarial y la participación en las organizaciones de empresa se da las afinidades con el PAN, el apego a sus principios, a la doctrina del partido. Así llegó a la dirigencia estatal de la Unión Social de Empresarios Mexicanos, y a la vicepresidencia nacional, donde se plasmaba la doctrina social en la vida de la empresa, destacando el ámbito social y no sólo el económico, que en todo caso actúa en función de lo social.

Todas esas experiencias han permitido que Carlos Reyes incorpore lo social, lo lleve dentro de sí, como una sensibilidad especial.

Esa preferencia por lo social también tiene su origen en la religión católica, en los principios cristianos, y en la primaria, en el Instituto Glandorff donde estudió -entonces adyacente al Santuario del Sagrado Corazón de Jesús y dirigido por los padres Jesuitas de aquella época. A la vuelta del tiempo Reyes fue electo presidente de la sociedad de padres del instituto.

Su vida ha estado dedicada, insiste, a las organizaciones de la sociedad civil, desde el scoutismo, los campamentos, donde la solidaridad, la subsidiariedad y todos los principios «se aprenden viviéndolos, practicándolos», porque se aprecian en los escenarios más adversos, al mismo tiempo que se reconocen las capacidades, los talentos y las diferencias de cultura: « ¡Eso se vive... Lo adquiere uno!».

El carácter, dice, no es gritar, imponerse o controlar a otros, sino «vivir de acuerdo con los principios. Eso genera confianza».

Argumenta que muchas de las soluciones a los problemas están en la doctrina, en la enseñanza, en el magisterio, en el pensamiento, la reflexión, los análisis, los diagnósticos, así como en la inteligencia, en la capacidad de discernir y de jerarquizar... En el camino de las acciones, es decir, de las políticas públicas, definidas como poner en acción las demandas sociales.

Reconoce que en su propuesta, y en lo que ha ido recogiendo de la sociedad civil al través de los Foros tiene que ver con su formación profesional, con la ingeniería, para atender los diversos problemas.

«No soy un político tradicional, mi estilo es ir al fondo de los problemas no dar sobaditas a la espalda».

Recuerda que como diputado federal trabajó durante dos años para solucionar de fondo el problema de más de ocho mil productores chihuahuenses. Y no fue el único resultado, como lo atestiguan los tres informes de trabajo y ser uno de los diputados que menos faltas tuvo.

Por eso señala que quienes critican su desempeño como legislador desconocen sus tareas y resultados, por ello esas opiniones y descalificaciones, incluso de «fuego amigo» se convierten en actos perversos, que no juzga, pero que hacen ver que quienes así actúan no son de fiar, no generan confianza, son gente que carece de carácter. Eso, dice, lo enfrenta con trabajo y respeto.

«Soy una persona profundamente convencida de que la familia es la primera célula social, el primer entorno para actuar en las virtudes, en los principios... Así lo practico: la familia, mi familia, es todo. Por eso trato de ser padre, esposo, responsable, amoroso, comprometido con su educación y el servicio, con la convivencia en el hogar, aunque ahora tengo a dos de mis tres hijos fuera. Trabajo por un mundo mejor para mis hijos y para dejar mejores hijos al mundo, lo mejor que puedo, y eso es el mejor legado a la sociedad».

Recuerda que fuero su esposa y sus hijos quienes le motivaron cuando fue candidato a diputado federal y asegura que comparten las mismas convicciones.

Empresario, presidente de la COPARMEX, fue candidato por el Distrito 8, donde hay rezagos y marginación en la mayor parte del territorio. «Allí el encuentro con Carlos Reyes fue verdadero, ganamos la elección por el trato fraterno» afirma.

«No soy un político tradicional. No respondo al estereotipo del político. El verdadero político convence porque reconoce a las personas como personas. Es sincero. Convence con su palabra, pero con su ejemplo arrastra; con el discurso argumenta, pero con el trato logra la cercanía de la gente. En la campaña anterior no hicimos actos masivos, sino trabajamos en pequeños círculos, en grupos donde la gente sintiera al candidato, se comunicara con él y lo conociera. Soy un político que no cae en el estereotipo».

Se define, entonces, como un político de liderazgo auténtico, comprometido, que trabaja en el camino de la paz, con voluntad, con seriedad, invitando a la sociedad, mediante un liderazgo que marque el camino de la voluntad y la determinación.

«Soy ciudadano, hijo, esposo, padre, hermano, empresario y político, con una nueva visión social de la política».


CAMINO DE PAZ

Con una hoja en blanco enfrente y con la petición de que escriba el principal de los problemas y la solución a la que se tiene que llegar ¿qué escribiría?

–Paz, verdadera paz. Lo escribiría con letras grandes.

–¿Es posible?

–Es posible. Sí es posible, porque la paz es producto de la justicia.

–¿Es posible la paz en un entorno de guerra declarada?

-Sí, porque no hay... no había una paz verdadera, lo que había era una paz ficticia, simulada, negociada, construida, etc. Los fenómenos de ahora, son resultado de la paz ausente, de la verdadera paz... Estos fenómenos tienen su raíces en la falta de oportunidades de estudios, de empleos... la ausencia de paz es consecuencia de lo mal construido en el pasado, de las inequidades, de la falta de justicia social, de oportunidades, del acceso a las opciones.

El concepto panista de «dolor evitable» no fue aplicado en las opciones de años pasados, no se dieron las verdaderas oportunidades, las que se promueven desde el bien común, con el principio de que todas las personas deben tener oportunidades por ser personas. Nos olvidamos de lo humano, nos olvidamos de lo social, de la comunidad, y de que las oportunidades son menos o más... denuncia.

«Lo que estamos viviendo ahora es pura consecuencia de la paz ficticia, negociada y construida. Ahora se tiene que enfrentar al crimen organizado en México porque estaba penetrando todas las estructuras de gobierno, en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Hoy estamos amenazados y en escenarios más complicados, porque la paz social que nos vendieron fue ficticia, no verdadera. Tenemos que enfrentar eso, porque si no hay capacidad el Estado puede ser rebasado».

Niega que el remedio –la declaración de guerra, por ejemplo– haya sido peor que la enfermedad. Dice que el camino «es desgastante, tortuoso y todo» pero es la forma de corregir la situación heredada, para salvaguardar las instituciones democráticas del Estado mexicano, que ahora se está viendo seriamente amenazado.

«La Paz es el camino para construir sociedades justas, comprometidas en la cultura cívica».

Para Chihuahua y sus comunidades, explica Reyes, tiene que atenderse la situación de odios y de violencia, junto con las desigualdades y el individualismo. No se trata de cuestionar, como hacen algunos, el modelo económico, sino de construir, desde abajo, desde la sociedad civil, una cultura de crecimiento en los ámbitos político, económico y social. Una sociedad se construye viviendo comprometidos con los principios, dejando el bien propio por el bien común, luchando contra las asimetrías, las desigualdades y la falta de oportunidades.

«En Chihuahua, en la ciudad, tenemos que encontrar el camino de la paz, y transitarlo todos: empresarios, iglesias, madres y padres de familia, escuelas, todos unidos. Que vivir en Chihuahua sea vivir en el camino de la paz, construirlo, enfrentando los problemas de raíz, de fondo, para llevar oportunidades, para educar a quienes no entienden de lo económico, para revertir las asimetrías. Y todos tenemos algo que hacer en esa tarea».

La propuesta de Carlos Reyes, que es la propuesta del PAN –desde la Secretaría de Vinculación con la Sociedad– se hace en función de ello, es decir, de resolver los problemas de fondo, de raíz, atacando las asimetrías en lo social y los riesgos que ello conlleva.

«En ese sentido estamos construyendo la plataforma para el partido, que será el proyecto de muchas candidaturas».

Entre esas candidaturas está la alcaldía, la presidencia municipal de Chihuahua, a la que pretende llegar, en los tiempos que marquen el partido y las autoridades electorales, «en el camino del servicio, de las enseñanzas del movimiento Scout, del liderazgo social, empresarial y político».

Llega a la política con la vocación social de la infancia, de las vacaciones, del altruismo. «Desde muy temprano participo desde la sociedad y ahora desde la política, porque la esencia es la misma: mejorar lo social».

Su trayectoria le llevó a la secretaría que ocupa desde hace dos años, cuando se desempeñaba como diputado federal: «Provengo de la sociedad civil más que del ámbito político. Esa condición de ser más ciudadano que político me convirtió en el enlace natural con la sociedad y me invitaron del partido para coordinar esa estructura de vinculación con la sociedad que el PAN tiene a niveles nacional, estatal y municipal».

Como diputado federal, dice, la vinculación social es también natural, lo mismo, por eso al dejar de ser diputado se integró de lleno a los trabajos de los Foros Ciudadanos, cuya información, complementa otras áreas del partido, como la Secretaría de Estudios, para conformar la Plataforma Política del PAN en Chihuahua para las elecciones del 2010.

Las aportaciones son ahora desde el partido, agrega: «Antes lo fueron desde la sociedad civil a los asuntos políticos, hoy de los políticos a la sociedad, convencido de que la mejor voz es la voz de la sociedad, y que, por ello, debemos estar atentos a la voz de la sociedad».

Los Foros, explica Reyes, han sido un termómetro para atender las áreas de lo social, que representan enormes retos y por ello se convocó a políticos, empresarios, académicos, lo mismo que a la gente de los barrios y las colonias, esas voces que generalmente no son escuchadas. Nosotros quisimos escuchar esa voz porque es la voz auténtica, para analizarla, discernirla y convertirla en política pública, que son las demandas de la sociedad en acción, que se conjugan con la voluntad política, y se convierten en información valiosísima para la solución de los problemas.

Si no se completa ese proceso, si falta voluntad entonces la sociedad termina defraudada de los políticos.

En esa tesitura de políticos que no defrauden a la gente, Carlos Reyes tiene una fan de esas que emocionan y subliman. De cuando en cuando, a pesar del frío y el dolor de sus rodillas, se aparece por la oficina de Promosolares, para desear éxito a la empresa política de quien ella trata como su hijo, «que Dios quiera y llegue a la presidencia».

Le ha pedido que sus Golondrinas –letra y música compuestas por ella– que se cantan o recitan en los eventos de fin de cursos y graduación en la escuela donde trabajara su marido, hoy jubilado, sea un canto que resuene en todas las escuelas de Chihuahua capital.

«Quiero que Carlitos sea presidente para que mis golondrinas vuelen alto y lejos» dice una emocionada «Manuelita»...

No hay comentarios: