Fernández Iturriza en el arrancadero

 Por Rodrigo Borja

Únicamente en el eventual triunfo de Pablo Cuarón Galindo en la convención estatal del Partido Acción Nacional, podría hacer desistir al empresario Miguel Fernández Iturriza de buscar la presidencia municipal de Ciudad Juárez el presente año. Luego de décadas de ruegos por parte de los panistas fronterizos.

                Después de una larga serie de reuniones  y consultas con amigos y militantes del  PAN, la situación quedó en esos términos: si Pablo Cuarón gana, Fernández Iturriza se desiste en atención al parentesco político que los une. Son concuños.

                Luego de muchos esfuerzos al parecer quien convenció a Miguel Fernández, fue la breve estancia que tuvo de funcionario municipal de primer nivel en el gobierno de Héctor Murguía Lardizábal, en donde se dio cuenta a plenitud, de que los planes que desde hace quince años teje con un grupo de amigos y miembros de organizaciones sociales para transformar Juárez, sólo quedarán en planes si no se está en la plenitud del ejercicio del poder público, que es donde están las facilidades de gestión y los recursos necesarios para las trasformaciones sociales que desde 1995 se planearon por primera vez un organismo llamado Programa de Regeneración Social (Progreso) y que murió al agotarse los dos millones de dólares que a fondo perdido les entregó el gobierno de Francisco Barrio.

                Una segunda incursión

                Miguel Fernández Iturriza, trae el gusanito de la política desde 1983, cuando acompañó a Luis Héctor Álvarez como candidato suplente a la presidencia municipal de la Ciudad de Chihuahua, año que marcó el  «boom» panista en la entidad ya que ganaron las 19 alcaldías más importantes de la entidad, siendo gobernador Oscar Órnelas Kuchle, lo que al tiempo devino en la caída del propio jefe del Ejecutivo  estatal.

                Durante la gestión administrativa de Luis H. Álvarez en la capital estatal, se evitó que en las ausencias Fernández Iturriza lo supliera para conservar sus derechos a salvo y ser el candidato a la alcaldía en el año de 1986, tal y como sucedió.

                Lamentablemente para el panista, fueron las controversiales elecciones de 1986, en donde Mario de la Torre Hernández, actual delegado del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, lo derrotó.

                El fracaso electoral fue un duro golpe para Fernández, quien ha evitado por casi treinta años volver a buscar una posición de elección popular, no obstante que su actividad política y partidista ha sido muy activa, de hecho él fue el gran promotor del voto cruzado contra Leonardo Villar en las elecciones de 2007, por ello el actual Síndico es quien menos votos obtuvo de entre todos los candidatos del PRI para los diversos puestos de elección popular, la razón, dice fuentes dignas de crédito, fue la cercanía que tuvo y tiene con Héctor Murguía Lardizábal, con quien luego de su salida de la administración,  Fernández Iturriza quedó en muy malos términos, al margen de que su trato en público pueda ser cortés.

                En los últimos quince años Miguel Fernández, se ha entregado al trabajo en una organización no gubernamental, que busca abiertamente crear una gran alianza ciudadana, para sacar a Juárez de su estado de abandono en cuanto a servicios públicos, seguridad, calidad de vida y espacios públicos propios para la familia  y por supuesto  la promoción de valores que ha sido uno de los rubros en que más se ha tratado de influir en la sociedad  juarense.

                Nuestro personaje a simple vista y de cara a la sociedad podría ser un candidato de grandes posibilidades de triunfo electoral, pero el que sólo haya dado el sí definitivo en los últimos días puede ser una llegada tarde a la contienda en donde personajes como Carlos Angulo, ya han caminado mucho… sin embargo no deja de ser un candidato que para muchos observadores políticos es formidable.