Escenarios políticos.

López Obrador y los
tiempos electorales

 Por Antonio Pinedo

    En los medios de comunicación nacional más de un «analista» político, se desgarra las vestiduras, como diría Fernando Baeza Meléndez, por el hecho de que Andrés Manuel López Obrador se abrió de capa en la búsqueda de la presidencia de la República para el 2012, dicen que no son los tiempos y que los está adelantando mucho y que ello no es bueno para el país… falso, siempre ha sucedido.
Antecedentes
    Es fácil buscar antecedentes sobre que los tiempos electorales nunca están adelantados, siempre hay grupos trabajando para la próxima elección aun cuando ésta se encuentre a seis o más años de distancia. A vuelo de pájaro recordamos ejemplos, como cuando Miguel de la Madrid  dijo a sus colaboradores: «tenemos boleto», luego de haber sido nombrado secretario de Programación y Presupuesto en el gabinete de José López Portillo.  Tres años antes de la elección en 1979, se planeaba la candidatura de quien posteriormente sería presidente de México.
    Es de suponer que Carlos Salinas empezó a trabajar dos candidaturas la de su jefe para el 1982 y la propia para 1988, con antecedentes como este, cómo es posible espantarse del mitin con Zócalo lleno de López Obrador.
    Fox se llevó 15 años
Está el testimonio de Santiago Creel Miranda, cuando en 1985 se le acercó Vicente Fox y le preguntó que necesitaba para ser presidente de México. La respuesta de Creel fue que primero debía lograr que se reformara el artículo 82 que obligaba a que ambos padres del candidato fueran mexicanos, fue una precampaña de 15 años.
    En los planes de Salinas estaba para sucederle Luis Donaldo Colosio, como en más de una ocasión ha declarado y la presencia de Ernesto Zedillo, como coordinador de la campaña de Colosio, hablaba también de que había próximos planes para el ex Secretario de Educación Pública… ¿por qué el susto?

El presidente dio el grito de arranque
Siendo presidente Vicente Fox, y ante el fracaso de las elecciones intermedias de su sexenio, declaró palabras más palabras menos, que se abría la carrera por la presidencia de la república. Incluso  hubo susto con la precandidatura de Marta Sahagún, su esposa,  prácticamente desde el segundo año de gobierno y hasta el penúltimo.
Actualmente se habla de la invencibilidad de Enrique Peña Nieto, y de su inminencia como candidato del Partido Revolucionario Institucional, desde hace por lo menos dos años… ¿por qué el susto?
Hace un par de meses el senador del Partido de la Revolución Democrática Carlos Navarrete, habló de sus pretensiones de ir por la candidatura del PRD a la presidencia y nada pasó, como que nadie lo tomó en serio.
Entonces, porque cuando es sabido de todos que Andrés Manuel López Obrador, busca la presidencia por lo menos desde hace siete años, ahora que se pronuncia abiertamente y hace una demostración de fuerza, es cuando se pone el grito en el cielo. Es entendible, en la elección de Iztapalapa, demostró su fuerza en el Distrito Federal, la división que se dio con el monrealismo en Zacatecas, provocó la derrota del PRD en la carrera por la gubernatura, pero dejó en un 16 por ciento las fuerzas pro López-Obradoristas en la entidad.
La derrota del PRI en Oaxaca, podría significar en la práctica un triunfo para Andrés Manuel López Obrador, en fin «El Peje», viene nuevamente y viene en serio… tal vez por eso las descalificaciones de lo negativo que es adelantar los tiempos electorales.