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miércoles, 25 de agosto de 2010
Calderón-Espino: Ajustar cuentas
Por Rodrigo Borja
Con una militancia partidista de 33 años, superior a la de Felipe Calderón, Manuel Espino Barrientos, se enfrenta a un proceso de expulsión, a dos años de dejar la presidencia nacional del Partido Acción Nacional, y a sólo cuatro de haber logrado como líder del PAN mayoría en ambas cámaras, por primera vez en la historia.
Es el ajuste de cuentas con el presidente Calderón, quien al parecer quiere cobrar las reiteradas críticas del duranguense a su gestión gubernamental. La decisión del PAN de Sonora a donde está inscrito, aun cuando su residencia legal es Ciudad Juárez, se tomó a sólo 48 horas de que en la frontera más violenta de México, se asesinó a un sobrino del ex dirigente del PAN y el claridoso Espino Barrientos, dijo «voy camino a Juárez a enterrar a mis sobrino, rectifica Felipe».
Luego de que se conoció el acuerdo de abrir un proceso de expulsión, a quien presidió el PAN de 2005 a 2008, precisamente era el líder cuando fue electo el presidente Calderón, Espino Barrientos advirtió que no permitirá que desde el poder se imponga una mordaza en el PAN y anunció que defenderá sus 33 años de militancia y que se amparará ante las instancias partidistas federales de la intención de expulsarlo, pues de no hacerlo, estaría avalando «la cacería de brujas» en contra de los críticos del partido. «No defender mis derechos sería tanto como validar las pugnas internas, la cacería de brujas y la imposición del pensamiento único. Además, mandaría el mensaje de que es aceptable que un panista sea expulsado por mostrar su desacuerdo», indicó
El ex presidente nacional del PAN manifestó que el martes 17 por la noche la cúpula del PAN «validó una decisión tomada en Los Pinos».
En realidad, lo que motivó el inicio del proceso de expulsión es la confrontación personal que Manuel Espino mantiene con Felipe Calderón desde antes de que este último fuera Presidente de la República.
Calderón y Espino empezaron una cercana relación en 1996, cuando siendo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, el primero invitó al juarense por adopción a hacerse cargo de la dirigencia estatal del partido en Sonora. Esta cercanía se estrechó entre 2000 y 2003 cuando Calderón Hinojosa fue coordinador de la bancada panista en la Cámara de diputados y Espino Barrientos fue su subcoordinador político. Las cosas caminaron bien hasta que Espino Barrientos fue designado para la Secretaría General del CEN del PAN, posición que Calderón quería para Germán Martínez, su paisano y cercano colaborador.
Cuando llegó la sucesión de Luis Felipe Bravo Mena, presidente del CEN del PAN, Espino ganó la presidencia a Carlos Medina Plascencia, ex gobernador de Guanajuato y una de las tres o cuatro figuras más conocidas del blanquiazul en ese momento. Hubo un intento previo a la elección en la que Calderón pidió a Espino declinar a favor del guanajuatense, pero al negarse se ahondaron las diferencias.
Espino tampoco complació a Calderón en la serie de posiciones que dentro de la estructura del partido solicitaba, según manifestó el propio duranguense, pedía la Secretaría General, la Secretaría Electoral, y las carteras de Fortalecimiento Interno y Tesorería.
La confrontación siguió luego del triunfo de Calderón y su llegada a la presidencia de la República y ahora Espino Barrientos está por enfrentar la ira presidencial.
Espino Barrientos, lo ha demostrado conoce al PAN y a los panistas y ha declarado que va por la candidatura del partido a la presidencia de la República para el 2012. No se debe descartar la posibilidad, ya demostró con la derrota a Medina Plascencia, lo que puede lograr y su presidencia apenas terminó en 2008, lo cual nos dice que su conocimiento es reciente, fresco, vigente.
Los estatutos no sancionan específicamente las críticas hacia el Presidente de la República, lo cual nos da un indicativo de que el proceso de expulsión tendrá sus dificultades y puede fracasar, de ser así no se olvide que los dos panistas con mayor conocimiento de parte del electorado son Santiago Creel y Manuel Espino Barrientos, en ese orden y el mismo se puede invertir luego de la atención mediática que el proceso de expulsión puede generar.
O lo expulsan, o apuntalan a un precandidato para el 2012.
Con una militancia partidista de 33 años, superior a la de Felipe Calderón, Manuel Espino Barrientos, se enfrenta a un proceso de expulsión, a dos años de dejar la presidencia nacional del Partido Acción Nacional, y a sólo cuatro de haber logrado como líder del PAN mayoría en ambas cámaras, por primera vez en la historia.
Es el ajuste de cuentas con el presidente Calderón, quien al parecer quiere cobrar las reiteradas críticas del duranguense a su gestión gubernamental. La decisión del PAN de Sonora a donde está inscrito, aun cuando su residencia legal es Ciudad Juárez, se tomó a sólo 48 horas de que en la frontera más violenta de México, se asesinó a un sobrino del ex dirigente del PAN y el claridoso Espino Barrientos, dijo «voy camino a Juárez a enterrar a mis sobrino, rectifica Felipe».
Luego de que se conoció el acuerdo de abrir un proceso de expulsión, a quien presidió el PAN de 2005 a 2008, precisamente era el líder cuando fue electo el presidente Calderón, Espino Barrientos advirtió que no permitirá que desde el poder se imponga una mordaza en el PAN y anunció que defenderá sus 33 años de militancia y que se amparará ante las instancias partidistas federales de la intención de expulsarlo, pues de no hacerlo, estaría avalando «la cacería de brujas» en contra de los críticos del partido. «No defender mis derechos sería tanto como validar las pugnas internas, la cacería de brujas y la imposición del pensamiento único. Además, mandaría el mensaje de que es aceptable que un panista sea expulsado por mostrar su desacuerdo», indicó
El ex presidente nacional del PAN manifestó que el martes 17 por la noche la cúpula del PAN «validó una decisión tomada en Los Pinos».
En realidad, lo que motivó el inicio del proceso de expulsión es la confrontación personal que Manuel Espino mantiene con Felipe Calderón desde antes de que este último fuera Presidente de la República.
Calderón y Espino empezaron una cercana relación en 1996, cuando siendo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, el primero invitó al juarense por adopción a hacerse cargo de la dirigencia estatal del partido en Sonora. Esta cercanía se estrechó entre 2000 y 2003 cuando Calderón Hinojosa fue coordinador de la bancada panista en la Cámara de diputados y Espino Barrientos fue su subcoordinador político. Las cosas caminaron bien hasta que Espino Barrientos fue designado para la Secretaría General del CEN del PAN, posición que Calderón quería para Germán Martínez, su paisano y cercano colaborador.
Cuando llegó la sucesión de Luis Felipe Bravo Mena, presidente del CEN del PAN, Espino ganó la presidencia a Carlos Medina Plascencia, ex gobernador de Guanajuato y una de las tres o cuatro figuras más conocidas del blanquiazul en ese momento. Hubo un intento previo a la elección en la que Calderón pidió a Espino declinar a favor del guanajuatense, pero al negarse se ahondaron las diferencias.
Espino tampoco complació a Calderón en la serie de posiciones que dentro de la estructura del partido solicitaba, según manifestó el propio duranguense, pedía la Secretaría General, la Secretaría Electoral, y las carteras de Fortalecimiento Interno y Tesorería.
La confrontación siguió luego del triunfo de Calderón y su llegada a la presidencia de la República y ahora Espino Barrientos está por enfrentar la ira presidencial.
Espino Barrientos, lo ha demostrado conoce al PAN y a los panistas y ha declarado que va por la candidatura del partido a la presidencia de la República para el 2012. No se debe descartar la posibilidad, ya demostró con la derrota a Medina Plascencia, lo que puede lograr y su presidencia apenas terminó en 2008, lo cual nos dice que su conocimiento es reciente, fresco, vigente.
Los estatutos no sancionan específicamente las críticas hacia el Presidente de la República, lo cual nos da un indicativo de que el proceso de expulsión tendrá sus dificultades y puede fracasar, de ser así no se olvide que los dos panistas con mayor conocimiento de parte del electorado son Santiago Creel y Manuel Espino Barrientos, en ese orden y el mismo se puede invertir luego de la atención mediática que el proceso de expulsión puede generar.
O lo expulsan, o apuntalan a un precandidato para el 2012.
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