1.-Hace casi 30 años que Arcadio Serrano, fue por primera vez director de Obras Públicas del municipio de Ciudad Juárez, sustituyó al ingeniero José Antonio González, quien había iniciado el trienio con Francisco Barrio Terrazas, y dejaba la posición para fundar junto con Federico Barrio Terrazas, la empresa constructora Lintel, que fue la favorita del gobernador Fernando Baeza Meléndez, y vivió entre 1986 y 1992 sus primeros seis años dorados. Arcadio era un joven ingeniero que hizo el trabajo que se le pidió como bien pudo, por ejemplo se movió el monumento histórico de la Pila de La Chaveña, para dar mayor espacio a la circulación vehicular y destruyó el ícono urbano que era la hermosa fuente de cantera y la sustituyó por un adefesio; lo que fue símbolo y motivo de orgullo para los juarenses se perdió ahí.
2.- De los cuatro gobiernos panistas consecutivos que se dieron entre 1992 y 2004, fue el director de Obras Públicas en dos de ellos y dio la sorpresa al ser el tercero y más efectivo encargado de la cartera en el gobierno municipal de Héctor Murguía y como por las vísperas se conocen los días es predecible que volverá al cargo en octubre próximo, lo cual habla muy bien de él, ya que es evidente que más de un alcalde ha ponderado su trabajo, pero también se presenta para un escrutinio público más profundo, ya que en varias de esas ocasiones ha estado bajo su mando también el área de Desarrollo Urbano y eso lo dice todo. Si de algo carece Juárez, es de un buen plan de urbanización. Serrano, pues es una combinación de luces y sombras, sobre sus luces los alcaldes que lo han llamado sabrán, sobre sus sombras está el «infinito suburbio» que es Juárez.
3.- No es el único director de Obras Públicas que ha mostrado una gran ignorancia en algunos campos de su labor, no olvidemos que fue el flamante «Ingeniero del año» Ernesto Mendoza Viveros, quien llevó a cabo la destrucción del monumento histórico del Cuartel del 15, que se ubicaba entre las calles Ocampo, Altamirano y Ramón Rayón, lugar en el que rindió armas el general Navarro, es decir que ahí se rindió el Ejército porfirista hace casi cien años. En ese lugar se instaló un tianguis de terrible aspecto, en su descargo se puede alegar que mandado no es culpado, y quien realmente tiene la responsabilidad en este atentado al patrimonio cultural e histórico del país, es el alcalde José de Jesús Macías Delgado, quien tampoco brillaba por sus luces, pero la culpa de Mendoza Viveros, está en no haber esgrimido los argumentos suficientes para evitarlo.
4.- En fin, todo parece indicar que regresa Arcadio Serrano, quien en los últimos tres años ha sido empleado de primer nivel de la constructora Yvasa, la misma que tuvo a su cargo el tendido de El Camino Real, que fue la obra más importante de Murguía en su primer período como alcalde y sin lugar a dudas la obra de ingeniería pública, más importante por lo menos de las últimas décadas. La noticia es buena porque estamos hablando de un personaje que sabe los entresijos de la dependencia, pero pudiera no ser tan positiva porque entre los antecedentes de Serrano, están el ser fiel servidor de la plutocracia juarense, ocupando un lugar de privilegio Freddy de la Vega, quien en sus diversas y repetidas gestiones obtenía todo tipo de permisos, incluso el de invadir calles y construir en espacios que no cumplían las especificaciones. (Rodrigo Borja).
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