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jueves, 19 de agosto de 2010

Tras las huellas de Manuel Espino Barrientos (II)


1.-Manuel Espino Barrientos es un personaje audaz y con suerte. Ya en alguna ocasión nos hemos ocupado de él en este mismo espacio, pero es indudable que continuamente sigue dando la noticia y vale la pena hacer algunas consideraciones en torno a su persona. Nativo del estado de Durango, emigró a principios de los ochentas (concretamente en 1983), al triunfo del Partido Acción Nacional en las 19 presidencias principales de la entidad. Escogió Juárez para vivir y rápidamente se encargó de reclutar a jóvenes simpatizantes del partido para a su vez engrosar las filas de la organización Desarrollo Humano Integral A.C. (DHIAC). En Juárez pues, inicia una carrera política que lo ha llevado a los primeros planos de la política internacional y a tener representación extramuros como es la presidencia de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) de la cual fue presidente.
2.- Sus inicios fueron modestos, posiciones de tercer nivel en el aparato municipal durante la administración de Francisco Barrio Terrazas y de la mano de los dirigentes dhiacos, llegó incluso a la Secretaría General del PAN a nivel estatal, cuando éste fue presidido por el también ultraderechista Jorge Manzanera. Su principal puesto administrativo a nivel estatal fue la dirección de la Oficina Descentralizada de Gobernación, en el sexenio de Francisco Barrio y sólo duró un par de años, porque pronto se descubrió su afición a que le cerraran el bar Princess, de la calle Bolivia para él y sus amigos, al grado que le llamaron el “rey del Princess” en alguna columna política publicada con ese motivo, mismo que llevó a su salida del gabinete de Barrio Terrazas, aun cuando la fuerza de Manzanera lo sostuvo por algunos meses, luego del primer intento por correrlo.

3.- El paso por la política chihuahuense y el recuerdo que dejó son más bien de mediocridad, tirando a probables corruptelas, pero por algún motivo lo mandaron a dirigir el panismo de Sonora, luego de un conflicto interno y desde esa posición saltó a la política nacional, en donde empezó a desempeñarse en actividades partidistas con buen éxito, llegó a ser el Secretario General del PAN, con Luis Felipe Bravo Mena, hombre importante del Dhiac a nivel nacional. De hecho ocupó la presidencia del instituto político luego de que Bravo Mena, dejó el cargo y de ahí para el real, le tocó estar al frente del PAN a nivel nacional en la segunda parte del sexenio de Vicente Fox, lo que pone en evidencia la cercanía del juarense por adopción con el ex presidente, su desempeño al frente del PAN, ya al inicio del sexenio  había coordinado giras presidenciales.

4.- Es evidente que el buen trato que mantuvo con Fox, no lo pudo sostener con Felipe Calderón, quien no lo quiso al frente del PAN y de manera grosera impuso a Germán Martínez e inició una relación muy tormentosa con Manuel Espino, que se reveló como un hábil critico de los modos de gobernar de Calderón.  Manuel Espino se ha convertido en un crítico agudo ante los desatinos presidenciales que no son pocos y con ello ha logrado convertirse en una figura de la política nacional, que no teme hablar de buscar la candidatura del PAN a la presidencia de la República y los medios de comunicación nacional tomarlo en serio. De hecho las encuestas de diversas empresas ponen a Santiago Creel como el panista más conocido, pero en segundo lugar se pone a Manuel Espino, quien sin duda ganaría una elección interna a Creel. (Rodrigo Borja).

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