Tras las huellas de Marcelo Ebrard Casaubón

1.-Hubo un comentarista político que se fue grande y habló de la «Tercera Cristiada»… no es para tanto, pero ante un envalentonamiento de parte de la jerarquía católica,  por la derechización del gobierno en los últimos diez años, no está mal recordar a «príncipes» de la Iglesia como Juan Sandoval Iñiguez y Norberto Rivera, pasando por especímenes parecidos como Onésimo Cepeda, que existe una separación Iglesia- Estado desde el siglo XIX y que los fundamentos del Estado laico, no están a debate por lo menos en el mundo occidental. El tono, las palabras y la actitud en general del ex obispo de Ciudad Juárez y actual cardenal y arzobispo de la Diócesis de Guadalajara, tuvo la respuesta exacta por parte del jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien en base a las leyes civiles interpuso una demanda judicial.

2.- Una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el sentido de rechazar el recurso interpuesto por el chihuahuense Arturo Chávez Chávez, en su calidad de Procurador General de la República —de todo se da en el huerto—, para invalidar el acuerdo de la Asamblea Legislativa del D.F., en el sentido de aceptar las bodas entre miembros del mismo sexo y la posterior por el mismo tribunal de aceptar que estos matrimonios legalmente puedan adoptar, causó el enojo de algunos miembros de la jerarquía católica, entre ellos Juan Sandoval Iñiguez, quien fue especialmente rabioso y difamante contra los ministros de la SCJN, de quien dijo fueron «maiceados» —sobornados— por Marcelo Ebrard. El grotesco cardenal, con el estilo que le es característico y que los juarenses conocemos muy bien se fue de la lengua, como acostumbra.

3.- De la lengua se ha ido en muchas ocasiones y por diversos motivos; de hecho cada año se pone lenguaraz, con el asunto del asesinato del cardenal  Juan Jesús Posadas Ocampo y protagonizó junto con el gobernador de Jalisco un episodio, en donde el político panista festinó el escándalo mediático que una millonaria donación del gobierno estatal a la Diócesis había provocado. Sandoval Iñiguez, quien sustituyó en Ciudad Juárez a quien siempre se condujo con mesura, discreción y dentro del marco de su función, el obispo don Manuel Talamas Camandari, dejó recuerdos en la frontera, que tiene más que ver con su capacidad para lograr mejores recaudaciones para la Iglesia y su gran conocimiento sobre las diversas clases de tequila, que sobre su misión pastoral, poco vivió en realidad en Juárez, viajaba constantemente a Guadalajara.

4.- Por lo anterior y muchas cosas más que proyectan a Sandoval como una de las caras menos favorables de la Iglesia, es que festejamos la respuesta de Marcelo Ebrard, de demandar por las vías  al impresentable «príncipe» de la Iglesia, quien a la mejor sólo es superado en su prepotencia y patanería, por Onésimo Cepeda. El jefe de gobierno del D.F., se proyecta con esta acción como un hombre de honor y respetuoso de la ley, sin temores al poder de la jerarquía eclesiástica mexicana. Se declara católico y dispuesto a pelear su causa también en los terrenos de la Iglesia, con esto nos referimos a una eventual excomunión, de la que ya se ha comentado en los medios de comunicación y de su posición de pedir se aplique el Derecho Canónico e incluso presentar a el Papa su caso y dar la lucha en los terrenos legales de ambos Estados, el mexicano y El Vaticano.  (Rodrigo Borja).