Cinco mil cincuenta y un muertos son muchos muertos. Cargar con ellos es una tarea muy pesada y difícil que nadie quiere realizar.
Pero esos son los muertos que hasta el día del cierre de semanario se había dado en el país y el 40 por ciento de ellos en el estado de Chihuahua. Todo cuando en un desplegado a toda plana publicado en todos los periódicos del estado, y signado por más de sesenta alcaldes, diputados y representantes de diversos sectores empresariales y sindicales de la entidad, se pedía al presidente Felipe Calderón, un cambio en la estrategia contra el crimen organizado, que tanto ha ensangrentado a nuestra entidad.
Era la culminación de una semana —del 10 al 17 de noviembre— llena de desatinos en las declaraciones del gobernador, quien en menos de dos días, sus dichos cambiaron radicalmente: de un asunto por el control de la plaza entre las bandas de narcotráfico que se matan entre ellos, pero que no detienen la marcha ni influyen en la vida cotidiana de los chihuahuenses, al desplegado ya mencionado.
Ante la inminencia de las elecciones intermedias del presidente Felipe Calderón, el asunto fue politizado de inmediato y dio visos de que la agenda de los procesos electorales de 2009 estará dominada por esta «guerra».
Los panistas reaccionaron de inmediato y hablaron de que el gobierno federal —en manos de su partido— estaba haciendo su labor y que eran las esferas locales las que se encontraban ausentes en esta lucha.
«Huevos tibios»
Poco después, el viernes 21, ante más de 500 panistas el senador Gustavo Madero, dijo que en Chihuahua se piden en el desayuno «huevos a la gobernantes, que significan huevos tibios» y dijo que es tierra de encuentro porque se encuentra un muerto acá y otro allá.
Realizada en Juárez esta reunión famosa, el senador panista y en plan de defensa dijo: «Tenemos que exigirle al presidente municipal, tenemos que exigirle al gobernador que de la cara, y que asuma su responsabilidad como lo está haciendo Felipe Calderón».
En sus respectivas trincheras PRI y PAN defendieron sus respectivos puntos de vista y el gobernador José Reyes Baeza, el viernes 28—tras una semana de dimes y diretes— reclamó al senador Gustavo Madero de frente, durante la XXV Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, por «enrarecer» el ambiente en la entidad al aconsejar que «le exijan al gobernador» mejore la seguridad y nunca al Presidente de la República.
Por su parte el precandidato a la candidatura del PAN a la gubernatura pidió disculpas y dijo que había sido «una expresión que se dio en un ambiente privado» y que trascendió de manera inoportuna, pero reiteró que en Chihuahua se vive en la zozobra por las más de mil 400 ejecuciones en lo que va del año.
Distanciamiento Baeza-PAN
Lo anterior sólo es mál reciente capítulo, en el proceso de deterioro de las relaciones entre PRI y PAN que se han venido dado en las últimas cuatro semanas. Recordemos la presencia del líder estatal del PAN Cruz Pérez Cuellar, en varios de los informes que el gobernador rindió en los primeros días del mes de octubre. Incluso su presencia en el desmesurado acto para dar posesión a Víctor Valencia de los Santos de la representación del Gobierno del Estado en Ciudad Juárez.
Es en noviembre donde las cosas empiezan a cambiar. El interlocutor principal entre el gobierno y el más importante partido de oposición que gobierna más o menos la mitad de los habitantes de Chihuahua en las esfera municipal, dejan de dialogar. En el mes de noviembre recién concluido, empezó su deterioro. Desde hace cuatro semanas Sergio Granados Pineda Secretario General del Gobierno del Estado y Pérez Cuellar no sostienen ningún diálogo.
La situación se siente fría aun cuando no han llegado al rompimiento, sin embargo baste recordar el mensaje del líder panista a los asistentes a la XXIV Asamblea Estatal Ordinaria del Consejo Estatal, del pasado 30 de noviembre para ver de que color pintan el guinda.
A mitad de su discurso inaugural Pérez Cuéllar inició la embestida: «Así pues concluido este proceso democrático, todos debemos voltear nuestra mirada a la sociedad y a los problemas que enfrenta.
«México todo enfrenta retos y desafíos que no iniciaron cuando el PAN llegó al poder, muchos son productos de años de abandono de gran irresponsabilidad pública.
«Nuestro presidente Felipe Calderón Hinojosa está decidido a no desviar la mira, ni evadir su responsabilidad,
«(…)
«Frente a esta realidad política nuestro estado se debate en la peor de sus crisis en materia de seguridad pública, y una de cada tres muertes violentas que suceden en el país, sucede en Chihuahua. En Juárez, los homicidios le ganaron a la diabetes y a las enfermedades coronarias como principal causa de muerte según datos oficiales. En nuestra principal frontera, la causa más probable de muerte de sus pobladores o quienes se encuentran transitoriamente ahí, es morir bajo el fuego criminal de la delincuencia. Organizada o no. Chihuahua como la entidad con más robos de vehículos. Con índices inaceptables de robo a casa habitación, asaltos, violencia contra mujeres, violaciones, secuestros e impunidad casi total.
«Y nadie quiere aparecer como responsable de lo anterior. El gobierno del estado se dice sin ninguna responsabilidad en lo que pasa. Como siempre alegando competencias y jurisdicciones.
«(…)
«Repito, se trata de sentirnos todos comprometidos, para luego sentirnos todos responsables. No de andar repartiendo culpas entre niveles de gobierno ni tendiendo cortinas de humo como la que ayer (sábado 29 de noviembre) de manera irresponsable lanzó el PRI contra Acción Nacional y su Grupo Parlamentario. Ahora resulta que el miedo, la zozobra y el temor que sentimos todos. Se nos quiere achacar a nosotros».
Así terminó la semana, con una relación fría, muy fría entre los dos actores políticos más importantes del estado, que todavía a principios de octubre se veían en relaciones civilizadas y de franco diálogo… ¿será que se acercan las elecciones?s
No hay comentarios:
Publicar un comentario