Por Rodrigo Borja
El narco impone su ley en Chihuahua y ante la impotencia el estado habla de dar armas y estatus de policías a setenta miembros de la colonia LeBarón que en otras palabras es permitir grupos paramilitares, sólo falta la guerrilla o que la misma se manifieste si ya existen y tendremos completo el modelo colombiano que las autoridades estatales han escogido para nuestro estado.
Pareciera un episodio más en la valiente guerra que el gobierno de Calderón libra contra un problema mundial; al parecer le gusta eso de salvar a la humanidad, como lo hizo con los casos de influenza que se presentarón en México y que como secuelas más importantes fueron –aparte de salvar a la raza humana-, el ahondamiento de la crisis económica y el más duro golpe a la industria turística nacional, que aún no se repone del esfuerzo que todos los mexicanos con el liderazgo de Calderón, realizamos para salvar a la raza humana.
Ya Will Smith, actor afroamericano llevó a la fantasía del cine en Soy Leyenda la proeza que intenta Felipe Calderón, sólo que en el cine el héroe ofrenda su vida por salvar a la humanidad y el presidente de México hasta el momento ha ofrecido la vida de diez mil mexicanos, para salvar a la humanidad del flagelo de las drogas. No importa si un cinco por ciento de los humanos no quiere ser salvado, de todos modos se salvará.
Las muerte de Benjamín y Luis
Todo empezó con el secuestro de Erik LeBarón, hermano menor de Benjamín, quien encabezó un movimiento en el que a la vez que pedían a las autoridades estatales el esclarecimiento del caso, dejaba en claro que no pagarían ni un centavo del millón de dólares que los plagiarios exigían por dejar en libertad a Erik.
Pasaron quince días en los cuales miembros de la comunidad mormona de LeBarón, se manifestaron y acamparon frente al palacio de gobierno en la ciudad de Chihuahua, en forma extraordinaria el joven Erik, fue liberado sin haberse pagado un solo centavo.
Tras estos acontecimientos Benjamín LeBarón se convirtió en activista y principal animador para que la comunidad de la región se organizara y se defendiera de las bandas criminales especialmente de las dedicadas a la extorsión y secuestros.
El 13 de junio pasado
Luego de un evento sucedido el primero de julio en la ciudad de Chihuahua, en donde el gobernador José Reyes Baeza, felicitó a la comunidad de Galena y la comunidad mormona de LeBarón, por su organización social contra el crimen, vinieron los nefastos acontecimientos, el 8 del mismo mes un grupo de diez o doce hombre fuertemente armados allanaron el domicilio de Benjamín LeBarón, quien fue torturado frente a su esposa e hijos y secuestrado junto con su cuñado Luis Widmar, quien acudió a auxiliarlo. Horas después a sólo
Con anterioridad y ante la liberación de Erik sin mediar pago alguno, por lo menos pago alguno reconocido, se habló insistentemente de la participación de miembros del FBI, ya que los miembros de la comunidad mormona aunque hayan nacido en México mantienen su nacionalidad norteamericana, y de hecho su formación escolar invariablemente se realiza en los Estados Unidos, por lo menos los estudios medios superiores y superiores.
También en los casos de los asesinatos de Benjamín y Luis, se habló de la participación de las autoridades policíacas estadounidenses y los miembros de la comunidad mormona dijeron que era bienvenida y el propio gobernador dijo que se aceptaría toda ayuda que fuera necesaria, aunque después matizó sus palabras y dijo que sólo como coadyuvantes o con la información que puedan ofrecer a las autoridades mexicanas.
Otro de los enredos verbales del gobernador se dieron en torno a la medida de armas a miembros de la comunidad de LeBarón, para su autodefensa, otorgándoles el estado armas, radios y todo el equipo necesario para una «policía comunitaria», como la definió el propio mandatario. Primero habló de armarlos, luego de que 70 jóvenes de la comunidad, de alrededor de mil habitantes, estaban dispuestos a entrar a la academia para hacer una policía comunitaria que sería equipada por el estado
Sin gasolina, ni diesel
Luego de los acontecimientos del 8 de junio, llegó la ayuda militar a la población, y según declaraciones de Adrián Lebarón, tío de Benjamín, lo primero que les pidieron fue dinero para comprar gasolina y diesel, porque no traían.
El asesinato de Luis Widmar y Benjamín LeBarón, ocuparon los principales espacios de la prensa nacional y de los noticieros de televisión, así como de la prensa de los Estados Unidos y una especial atención de la cadena de noticias CNN, en la que se hablaba de que en México estaban asesinando a ciudadanos norteamericanos. Es evidente que la presión política de la poderosa comunidad mormona en los Estados Unidos, que tiene como parte de su patrimonio el estado de Utah, es muy fuerte y el trato que se le da a estos crímenes nada tiene que ver por ejemplo con los mil muertos que en lo que va del año se han dado en Ciudad Juárez o con el caso del capitán retirado Jorge Jaramillo, quien el 3 de octubre del 2008, fue asesinado por los asaltantes que un par de semanas antes intentaron robar las ventas de su tienda de abarrotes y la resistencia que les opuso fue tal que ultimó a uno de los criminales.
Jorge Jaramillo fue a la cárcel y posteriormente liberado, dado que actuó en defensa propia y su arma estaba registrada, en cuanto estuvo en libertad, los asaltantes volvieron a vengarse asesinándolo y este hecho no ocupó más que algunos espacios interiores de la presa y menciones esporádicas en los espacios noticiosos de la radio y televisión y por supuesto nunca se habló de una actividad encubierta o no de agentes del FBI
Los enredos de
El gobernador se comprometió a que la procuradora Patricia González, estaría en la comunidad de Galeana, hasta que el crimen fuera resuelto y esto sólo duro unos días, la funcionaria judicial, olvidando que tras la detención de los 25 sicarios en Nicolás Bravo, la dependencia a su cargo en un comunicado oficial manifestó que eran elementos del grupo de narcotraficantes de Sinaloa, regresó a la capital estatal a los tres días con la noticia de que los culpables ya habían sido identificados y eran miembros de «
Adrián LeBarón, en varias ocasiones ha manifestado que fue la «indiscreción» de la procuradora la que puso de manifiesto que el grupo de inteligencia que Benjamín LeBarón, había creado fue el que dio con el paradero de los 25 sicarios en Nicolás Bravo.
«
«Si le gusta hacer las cosas por medio de intimidaciones lo va a lograr también con nosotros, no es nuestra forma de trabajar y ni andarla molestando, ya que los antes mencionados la amenazan y les hace caso en todo, tal como los 25, paramilitares».
Entre las repercusiones inmediatas de este doble crimen el Zar antidrogas de los Estados Unidos. Manifestó que se está solici-tando la congelación de los recursos del «Plan Mérida», porque les preocupa mucho los hechos de trasgresión a los derechos humanos por parte de los soldados mexicanos e incluso habla de la violación de dos niñas. Las presiones que son conocidas por la opinión pública son en si misma lo suficientemente graves, como para pensar que el asunto dará para mucho más. No sólo se mató a dos mexicanos del municipio de Galeana o a un activista por la acción comunitaria contra la extorsión y el secuestro, se asesinó a dos ciudadanos norteamericanos, miembros de una poderosa comunidad religiosa.s
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