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lunes, 23 de enero de 2012
Tránsito, oficina recaudatoria
En los últimos días los medios de comunicación han manejado repetidamente la información de que agentes del Departamento de Tránsito de Ciudad Juárez, tienen la exigencia de generar una cuota de 30 infracciones diariamente y ello ha provocado el malestar entre los agentes.
El enfoque de la información lleva a pensar en corrupción de mandos medios y en la tradicional «polla». Sin embargo, lo anterior no resiste el menor análisis, ya que cuando un agente infracciona, el pago de la misma, pasa directamente a engrosar los recursos del municipio en forma legal, lo que engorda una «polla» no es la infracción, sino el arreglo entre el conductor y el agente, sin que medie ningún documento, o sea la «mordida».
Aquí no estamos hablando de «mordida», sino de un afan recaudatiorio del municipio por medio de los agentes de tránsito, quienes se apresuran a encontrar a 30 juarenses que comentan cualquier tipo de infracción vial para levantar una boleta y generar recursos para el municipio.
No es corrupción de mandos de tránsito ni medios ni altos, como también es costumbre, no, en esta ocasión de lo que se trata es de generar recursos para las mermadas arcas de la Tesorería municipal. Los agentes luego de levantar su cuota de infracciones, están en la libertad de arreglarse con el infractor, aquí el problema está en que la cuota es alta y los agentes se han inconformado,
El caso es tan grave como si se tratara de engordar una «polla», ya raya en la infamia que a la deteriorada economía familiar de los juarenses, se cargue el déficit o la escases de recursos municipales, para el gasto corriente o sea para pagar a los miles de burócratas municipales, muchos de los cuales estan ahí sólo por amiguismo y nada de provecho realizan, lamentablemente los burocratas que suelen estar en esta situación, son generalmente bien pagados y dificilmente levantan un lápiz.
Dar el uso al Departamento de Tránsito de una oficina recaudadora, es grave en si mismo, ya que las funciones de la oficina debiera responder a prevenir accidentes, disuadir a los conductores de manejar sus vehículos de la manera inadecuada y en general fomentar la cultura vial entre peatones y conductores de vehículos. El expoliar a los juarenses y deteriorar aún más su economía, es aparte de una falta de escrúpulos, un total desvirtuamiento de las funciones que le son propias al departamento.
La exigencia de 30 infracciones diarias a cada agente, no es un asunto de «polla», tiene más que ver con una falta de vocación de servicio y de sentido de las necesidades sociales de los funcionarios municipales del mayor nivel en el área de Tesorería, por supuesto nos referimos a Juanito Salgado y al presidente municipal Teto Murguía, ya que una acción como esta no debería escapar a su conocimiento.
Editorial de la ed. No. 1014
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