Escenarios Políticos

Los acuerdos PRI-PAN; 
¿interlocutores fiables?

* Un blindaje para Peña Nieto en el 2012 
* Todos mienten y cometen infidencias

Por Antonio Pinedo

             Manuel Espino Barrientos, sigue dando la nota y poniendo en evidencia al presidente Felipe Calderón y su gobierno, por lo menos una vez a la semana; Germán Martínez,  fue calificado y descalificado por pendenciero por otras fuerzas políticas, los priistas principalmente y luego del desastre del pasado 5 de julio, quedó como un jovencito peleonero e ineficaz. Finalmente César Nava, recién se muestra como mentiroso, infidente y un interlocutor poco confiable.

            Todo a causa de las alianzas PAN-PRD que se concretan en diversos estados del país, por lo menos ya son un hecho en Oaxaca, Durango y Veracruz. Sobre la naturaleza o falta de la misma de las alianzas, se ha dicho mucho o prácticamente todo. Han provocado que un Secretario de Gobernación, que nació en pañales azules haya dejado su militancia de toda la vida y se esté anunciando su salida de Gobernación prácticamente a diario, lo cual por lo menos lo debilita en su carácter de jefe del gabinete y principal negociador político del gobierno con las diversas entidades o partidos políticos, con los que a diario tiene que negociar, tratar.

            César Nava y Beatriz Paredes, pero sobre todo el panista, están en un aprieto, ya que se les ocurrió la puntada de firmar un acuerdo, con sus respectivas cuatro copias, en las que el PAN se comprometía a no articular una alianza electoral en el 2011, para buscar la gubernatura del Estado de México, evidentemente en un acto que la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, realiza en beneficio del gobernador del Estado de México y más visible y probable candidato del PRI a la presidencia de la república en 2012. Operando con lo anterior una especie de blindaje contra el nativo de Atlacomulco.

            El problema no está en el acuerdo, sino en que aun cuando los priistas, más cuidadosos, no consignaron en el papel, a cambio de que se firmaba el acuerdo de no alianzas PAN-PRD, es de todos conocido que lo hicieron para  aprobar el paquete fiscal del presidente Felipe Calderón. O sea se canjearon más impuestos para los mexicanos a cambio de que no se le pusieran piedritas en el camino a Los Pinos al gobernador Enrique Peña Nieto.

            El problema también está en las infidencias de los líderes de los partidos, quienes luego de un acuerdo que supone confidencialidad, se «balconean» unos a otros, lo cual es una arma de dos filos, ya que por una parte este tipo de acuerdos raros y con finalidades deleznables no deberían realizarse y es sano para la vida nacional que queden al descubierto para desalentarlos en el futuro, pero por otra parte, los principales actores políticos de este país, se muestran como mentirosos y poco fiables, lo cual los nulifica para futuras y necesarias negociaciones ya que en un sistema político como el actual, es necesario crear mayorías para sacar los acuerdos en el Congreso.

            César Nava un mentiroso

            Manlio Fabio Beltrones comentó que la presidente del CEN del PRI, tendrá que dar una explicación a los 33 senadores priístas ya ninguno de ellos sabía del acuerdo firmado con César Nava, pero es este último quien más mal parado queda, ya que durante repetidas ocasiones en la última semana negó la existencia del documento y cuando éste salió a la luz pública y la existencia del mismo era del conocimiento de todos, salió a decir que efectivamente lo que durante días había estado negando existía y  con ello quedó como un gran mentiroso.

            La alianza en Oaxaca, de la que sólo existía acuerdo verbal, fue la que desató la tormenta política que hoy anega al ambiente partidista, en donde lo menos que se puede decir es que el intento de nuevos acuerdos para lograr mayorías en el Congreso y sacar el más nimio acuerdo ya que no existe una mayoría absoluta de un solo partido, se encontrara con la desconfianza, de deslealtad e incumplimiento por una de las partes. No es poco daño para la vida institucional del país, que no es la mejor, pero es la que tenemos.