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lunes, 8 de marzo de 2010

Juárez podría acabar con la «unidad priista»



Los panistas llegan a la contienda abiertamente divididos



 Por Antonio Pinedo

          Era previsible, la llegada cuarto para las doce de Pablo Cuarón a la contienda interna del Partido Acción Nacional, no era el mejor escenario para un triunfo, contra un candidato bien posicionado en la opinión pública estatal en general, pero particularmente en la ciudad de Chihuahua, la cual gobernó en los últimos dos años. Carlos Borruel parecía tener las canicas en la bolsa y lo demostró.
            También como lo había anunciado en sus declaraciones el diputado Javier Corral, se temía que se tratara de jugar  don dados cargados, habló específicamente de «otro batopilazo», recordando que en la contienda interna del año pasado para las diputaciones sus contrincantes tuvieron el voto de algunos panistas ya fallecidos, allá en la cuna del fundador del partido, Manuel Gómez Morín.
            En consonancia con lo anterior el juarense Pablo Cuarón, aun cuando no a judicializado formalmente  el proceso electoral, se ha negado a aceptar como una derrota diáfana la tenida frente al alcalde con licencia de la ciudad de Chihuahua Carlos Borruel Baquera. Sin embargo, lo que no queda en duda, al margen de ayudas poco claras, es que  el triunfo electoral de Borruel, es irreversible y el PAN, tiene en su persona al candidato a gobernador para el próximo cuatro de julio.
            Es claro que las condiciones de la contienda dejaron un PAN dividido por una parte y con las encuestas en contra, en lo que a intención del voto se refiere.

            La unidad priista
            Nada tan engañoso como la unidad del Partido Revolucionario Institucional. Salvado el tremendo escollo que significaron Héctor Murguía Lardizábal y Oscar Villalobos Chávez, el candidato de unidad César Duarte Jáquez, ha sorteado con más o menos éxito el trabajo de lograr candidatos de unidad por lo menos para las poblaciones más importantes por su número de habitantes.
En Chihuahua no tuvo problema en cumplir con el gobernador José Reyes Baeza, ya que se dio la feliz coincidencia para ambos, de que un cercano al gobernador, de hecho su compadre: Marco Adán Quezada, fuera también el priista capitalino y en posición de tirador, que mejores resultados electorales le podría dar a Duarte Jáquez, porque no debemos olvidar que la suerte que está en juego es la del parralense,  Reyes Baeza ya se va.

            Valencia y Juárez el problema
            El gobernador José Reyes Baeza, se lanzó con todo, para lograr la candidatura a la presidencia municipal para su colaborador de todo el sexenio Víctor Valencia de los Santos, quien evidentemente no es el caso de Adán Quezada y no le garantiza a César Duarte el triunfo en Juárez, de hecho en su última contienda electoral en
2006, ganó la diputación federal, merced a una llamada del Distrito Federal, que ordenaba a María Antonieta Pérez, que dejara de insistir en el recuento de los votos en las casillas sospechosas, con todo y lo anterior el triunfo se logró por alrededor de setecientos votos, en un distrito que se daba como ganado por el PRI en forma automática.
El principal opositor a los deseos del gobernador ha sido el presidente municipal José Reyes Ferriz, quien se ha opuesto en todos los tonos a que sea Víctor Valencia el abanderado del PRI a la presidencia municipal y ha puesto en juego incluso su relación institucional con el gobernador chihuahuense, quien ha respondido de manera muy agresiva a la insubordinación de Ferriz.
Un boletín oficial de la Procuraduría de Justicia del Estado de Chihuahua, dio a conocer sobre las citaciones al jefe de comunicación social del gobierno municipal y al tesorero, Sergio Belmonte Almeida y Alfredo Urías Cantú, respectivamente. Es una expresión de la lucha interna y enconada que se está dando entre el gobierno municipal y estatal, por la fuerte oposición de Ferriz a los deseos del gobernador de que el PRI postule a Valencia de los Santos.
Valencia con el evento de la masacre estudiantil y su precipitada renuncia quedó fuera del camino a la alcaldía, aquí lo que estamos presenciando es un juego de vencidas, entre un gobernador que va de salida y un alcalde envalentonado.
Sobre las motivaciones políticas para judicializar el caso de la falsificación de una firma y el supuesto desvío de ochenta millones de pesos por parte de los funcionarios municipales mencionados, las estadísticas de la Procuraduría estatal hablan: de 49 mil expedientes generados en los últimos doce meses, nueve mil se fueron por la vía de la conciliación y de 33 mil judicializables, sólo mil quinientos llegaron a los tribunales y 900 de ellos concluyeron con una sentencia. Ante un rezago así y conociendo los usos y las costumbres de la política mexicana de cobijarse los unos a los otros, el asunto es «vendetta» política.



Tratan de que Borruel se vea
como un tramposo: Limón

 Por Ark Sánchez

Chihuahua, Chih.- Como el año pasado hicieran con Juan Blanco, ahora los priístas están acorralando a Carlos Borruel, para hacerlo caer, víctima de las trampas propias y ajenas, denuncia el Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional.
El PRI, el gobernador y César Duarte están tratando de generar la percepción de que Borruel es un tramposo y de que en el PAN las cosas se hacen ilegalmente, afirma Jesús Limón Alonso, nuevo secretario de elecciones del directivo estatal panista.
Horas después de entablar una demanda en contra del PRI por el uso de vehículos oficiales en el acarreo de gente para el evento donde se ungió al candidato priísta, Limón señaló que se puede apreciar toda una estrategia en contra de Borruel y del PAN.
“Desde el PRI están tratando de hacer creer que hay una división profunda en el PAN, y han denunciado, por cualquier cosa que hace o deja de hacer Carlos Borruel. Incluso están cuestionando la licencia que le dieron los regidores, por unanimidad, en pleno y dicen que no fue una licencia indefinida, que no puede ser indefinida”.
De acuerdo con Limón el PRI está repitiendo la estrategia usada contra Juan Blanco, tratando de deslegitimar a Carlos Borruel y al proceso interno.
Están usando trucos, como los supuestos requisitos de ley para separarse de su encargo.
“El PRI manifiesta actitudes, señalamientos para que al PAN le vaya mal en su proceso interno”, advierte. 
Ante el escándalo de que el Instituto Estatal Electoral le niegue el registro como candidato a Borruel, por actos anticipados de campaña, el funcionario partidista dijo que ya se ha aceptado la omisión, es decir, el hecho de que el ex alcalde de Chihuahua no se haya deslindado de las publicaciones en revistas.
“Se aceptó la sanción porque en su momento  legal, oportuno, no se hizo el deslinde de las revistas. El problema que se le ha señalado es que no dijo que se deslindaba, pero eso nada tiene que ver con los requisitos o supuestos de ley para negar el registro”, dice Limón.
Con ello, agrega, se cometió un error por omisión, no por acción: “Campaña anticipada no existió”
El caso del IMPLAN, asegura, fueron “actos aislados”, producto de una “acción personal” que ya está siendo atendida por la FEPADE.
“En este caso tampoco hubo un deslinde por parte del alcalde con licencia, porque ya no es encargado ni responsable de los  recursos públicos. En este caso no hay un deslinde, porque no está obligado a hacerlo. Desde el organismo jurídico electoral sabemos que no hay elementos para que la FEPADE, el IEE, el TEE o el TEPJF actúen en contra de Borruel y del PAN”, asegura Limón.
Igualmente, los señalamientos que se le han hecho a Borruel por parte de sus adversarios panistas, como Clary Jones o Pablo Cuarón, no han pasado de ser eso “señalamientos”, pero concluida la jornada tendrían 48 horas para impugnar el acta de la sesión del cómputo final.
Las acusaciones “desde adentro”, afirma el funcionario del partido, “no han sido acreditadas”.
“Nuestra estrategia, dice Limón, es acatar la ley, rectificar lo que no se hizo bien”. Anuncia que durante el mes se estará trabajando en la planeación, en las experiencias para el partido y el candidato ganador”.
La experiencia del proceso interno fue un primer ejercicio, ya que en el 2004 la elección fue entre miembros activos y adherentes, pero ahora se convocó a toda la ciudadanía.
“Se tuvo una participación muy buena. Si el PRI tuvo 13 mil personas de todo el estado en el acto de Duarte, en Chihuahua capital el PAN obtuvo, sólo en la ciudad, más de 22 mil votos, y más de 60 mil en el estado”
A quien le conviene que el proceso interno sea cuestionado y se ponga en duda es al PRI, porque saben que Cuarón o Borruel están por encima de César Duarte, quien es producto de una decisión autoritaria, del más viejo estilo priísta, que no consultó ni a los presidentes municipales, ni a los presidentes de partido, si era el más idóneo, producto de una designación que le ha afectado, abunda.
Enumera: “Ellos si tienen problemas internos, como los señalamientos contra Víctor Valencia, la falsificación de la firma del tesorero en Ciudad Juárez, la rebelión de tres aspirantes en Ciudad Juárez, y el caso más reciente, denunciado ante la FEPADE, porque en Belisario Domínguez y Santa Isabel obligaron a trasladar a la gente en camiones del municipio para llevarlos al evento del 28 de febrero de César Duarte. La denuncia es contra el PRI y contra los presidentes municipales”.
En estas irregularidades del PRI están la mano y las órdenes del gobernador, lo difícil es probarlo... reconoce Limón.
En el PRI, la disciplina ya no es. Tienen problemas internos, Duarte no aglutina, llega sin compromisos con Chihuahua, producto de una designación desde México.
“A Duarte, afirma Limón, no lo conoce la ciudadanía; sólo los políticos conocen a César Duarte”.
Recuerda que incluso Héctor “el Teto” Murguía tenía 70 por cierto de intención del voto, mientras Duarte se iba al tercer lugar.
Finalmente, Limón señala que mientras Borruel es producto de la cultura del esfuerzo, Duarte refleja bonanza, su origen es de un estrato social alto, de la elite cerrada. Representa al priísmo obsoleto, el más recalcitrante. Hoy Duarte desconoce una realidad superada aun en el PRI.
 



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