primero en la historia
Pese a que Samalayuca es un bastión priista y cuenta con un votante fiel a prueba de fuego, ese partido no ha sido capaz de pavimentar una sola calle en toda su vida partidista en el poder. El escamoteo a la inversión para el desarrollo ha sido histórico. Favorecido por estar alejado de los puntos estratégico para el cruce de droga y el tráfico de indocumentados, sus moradores no han resentido los estragos provocados por el crimen organizado y hoy, convertido en una isla relativamente pacífica, ha aumentado su flujo turístico y a regañadientes de la administración tetista, ha conseguido que le asignen siete millones para algunas obras. De todos estos temas, conversa Javier Meléndez, presidente del comisariado del pueblo, quien toca madera para no pisarle la cola al tigre y con esto atraer la atención de las mafias.
—Sí, el ejido fue recibido por mi abuelo y por otros agraristas en 1937 en la estación Meseta de la región de Samalayuca. Desde entonces tiene el carácter del ejido Ojo de la Casa. Aparte, mi abuelo ya tenía muchos años en la región, entonces mi familia tiene prácticamente ahí todo el siglo 20 y lo que va de éste.
—Sí, pero tuve que salir desde ahí desde joven. Me venía caminando desde el Ojo de la Casa hasta Samalayuca, que son siete kilómetros a pie. Antes cruzaba la carretera Panamericana por en medio del pueblo, ahí tomaba el camión o un aventón hasta Juárez, primero para estudiar la preparatoria y después la carrera de Ingeniero agrónomo.
—La primaria sí. En la secundaria me tuve que ir a un internado a Salaices, Chihuahua, porque en Samalayuca no había secundaria, entonces conseguí una beca, agarré el tren en el pueblo y me fui hasta allá.
—Yo crecí viendo a mi papá, principalmente, cultivar la tierra, cosechar calabacitas, tomate, esa es la visión que tenía. Quizá mi padre tenía una visión mayor, que siendo un campesino decidió que tenía que darme estudio. Un día me dijo: «Se me va ir a estudiar comunismo».
—No, realmente no. No alcanzo a relacionar porqué me dijo eso. Quizá relacionaba la escuela de Salaices con las ideas liberales. Ahí hice mi secundaria. Fue muy provechosa mi estancia porque empecé a ver la vida diferente, comencé a leer, leí mucho, inicié la lectura con Eduardo del Río, «Rius».
—Si daba. Mi papá tenía una economía de autosuficiencia. Para él lo más importante era producir y consumir lo que él producía. Para mí era impactante todo lo que él producía, porque sembraba papa, frijol, maíz, tomate, calabaza. No sé si él tenía más dinero de lo que producía, pero lo básico, la alimentación se tenía. Se consumía lo que la tierra daba.
—Sí, me llamaba la atención la dependencia del gobierno que tenían los campesinos de la región, eran aprovechados por el PRI en las campañas electorales y a través de Banrural se mantenía esa dependencia, eso me llevó a escoger la especialidad de Economía Agrícola y Desarrollo Rural, todo eso me dio más elementos para poder ver las fallas graves que había en el país.
—Samalayuca ha estado –hasta hoy- ajena a la ola delictiva que se vive en todas partes. Ha sido una isla. No está exenta de que se produzcan actos delictivos, pero hasta hoy la comunidad no ha sufrido trastornos en ese sentido. Samalayuca no registra ejecuciones, ni levantones. La comunidad ve con preocupación y con recelo los cambios que se han producido en la ciudad, pero no es algo que forme parte de su vida cotidiana, eso ha permitido que Samalayuca se desarrolle.
—Samalayuca de unos años a la fecha, en los que ha habido pérdida de fuentes de trabajo en la ciudad y en el Valle de Juárez, ha tenido empleo. En la medida en que ha habido un desplome en la economía, el pueblo se ha mantenido bien. Mientras que en Ciudad Juárez el turismo se cayó, en Samalayuca creció, entonces ha habido contrastes en ese sentido. No se trata de hacer leña del árbol caído, pero hemos ido aprovechando todo este clima de tranquilidad para incrementar la afluencia turística.
—Hemos creado muchos eventos, entre ellos, ferias diversas que han generado fuentes de trabajo en la zona y derrama económica, lo que ha permitido que la gente permanezca a flote en esta crisis que se vive.
—En Samalayuca no se da este caso, aunque no está exenta y me da temor mencionarlo públicamente, no quisiera pisarle la cola al tigre, pero creo que en gran parte se explica por un conjunto de factores. Uno es la ubicación geográfica del poblado, porque no está cercano al río Bravo, no es un punto estratégico para el cruce de droga. Hace unos años, cuando Samalayuca estaba fuera de la franja fronteriza estuvo a punto de convertirse en una zona de crimen, hubo mucha gente involucrada en el contrabando, estuvo a punto de convertirse en otra Palomas, por ejemplo, donde muchos de su pobladores viven del delito, del tráfico de personas, de armas y de drogas. Todavía hay dificultades de este tipo, sobre todo de falta de respeto a la legalidad, pero su punto geográfico no sirve ni para cruce de drogas, ni como almacén y mucho menos de distribución, porque no hay mercado, éste es un pueblo de dos mil 500 habitantes. También se debe a la fortaleza del tejido social que tiene el poblado, porque aquí somos familias de mucho arraigo, el que menos tiene viviendo aquí tiene 100 años y eso hace de alguna manera que estemos unidos, que todo mundo identifique al que anda mal y que exista una especia de rechazo social silencioso de las personas que andan haciendo cosas indebidas.
—Si las cosas continúan como van en el pueblo, donde uno de cada tres jefes de familia únicamente tiene trabajo fijo, eso va a provocar que busquen el camino de la delincuencia, que los jóvenes no tengan opciones de continuar con sus estudios, que no existan oportunidades de trabajo, que no tengan ni siquiera un gimnasio, ni ofertas culturales, Samalayuca también puede entrar al desorden que priva en todos lados.
—Nuestros comisarios de policía hacen labor preventiva en base a los conceptos de cultura, trabajo, deporte, nosotros siempre estamos generando talleres de iniciación artística, gestionando becas escolares para que estudien algún oficio en el Cecati 19, estamos buscando becas-estancia en las empresas para que los muchachos vayan y aprendan a trabajar.
—Está por entrar en operaciones una minera que va a generar 200 fuentes de trabajo directo.
—Es mexicana, con el 49 por ciento del capital canadiense, con ellos vamos a generar trabajo, con lo que se va a abatir el desempleo que es un factor importante de violencia y crimen.
—Cobre, la empresa se va a llamar Samalayuca Cobre. Se va a instalar en el transcurso de este año 2012, va a ir aumentando de forma paulatina la contratación de personal, pero estamos hablando de que va a ver una derrama económica importante en la zona y con todo esto se podrá contribuir a que Samalayuca se vaya por un camino que no queremos.
—Para nada. Ese mismo punto geográfico que funciona para que el crimen organizado no se interese en nosotros, sirve para que el gobierno federal y los locales no nos tomen en cuenta. Yo entiendo que si el gobierno tiene para construir un gimnasio tiene que tomar la opción entre ponerlo en Samalayuca y cualquier colonia de la zona urbana de Juárez, lo hará en ésta última, porque el pueblo le da muy pocos votos en las campañas. En esa lógica el gobierno lo hará así. A Samalayuca siempre se le ha escamoteado estos recursos, por eso es que tenemos un pasivo en infraestructura muy alto, porque lo ven desde el punto de vista de los votos. EL escamoteo se da a pesar de que Samalayuca siempre ha votado por el PRI, es un bastión del PRI y ese partido lo tiene abandonado totalmente desde hace muchos años. La fundación del pueblo es de 1888, cuando el pueblo pasa a formar parte de Juárez es en 1921, tiene 90 años y el rezago es desde entonces, a pesar de su fidelidad al PRI. No entiendo yo porque ese partido no le ha retribuido en algo.
—Lo entiendo porque el grado promedio de educación sigue siendo muy bajo –hablamos de que el 80 por ciento de los pobladores tiene sólo educación primaria- y cuando un pueblo tiene este grado de educación tan bajo es fácilmente manipulable. En las campañas electorales llega el PRI y les ofrecen cualquier cosa, un pollo por ejemplo, y ya con eso los convencen. No es una fidelidad consciente, es preocupante y el PRI debiera ver esto como una deuda histórica que tiene con la gente del poblado.
—Hicimos un reclamo histórico. Le dijimos al alcalde y a los regidores que desde hace 90 años formamos parte del municipio de Juárez y nunca hemos recibido nada. Las gestiones y el cabildeo que hicimos lograron que por primera vez se le asignara una partida presupuestal contemplada en la Ley de Egresos, ya no lo que les da la gana o lo que les sobre, las migajas.
—Son siete millones de pesos, para la pavimentación de una calle –porque nunca el municipio ha pavimentado una calle en el poblado– también para la construcción de un domo y para diversos programas culturales.
1 comentario:
samalayuca son puros cuentos los periodicos estan llenos de fantasias hay cosas mas interesantes vamos a ver la empresa minera acuerdese sera un CUENNNTOOOTE, LA ENERGIA EOLICA, LAS GRANJAS PORCICOLAS LOS PETROGRABADOS LAS COOPERATIVAS PROYECTO DE LA ONU , LA RUTA DEL SOTOL
AHI ESTA BANDONADO LA HACIENDE DEL OJO PURA PUBLICIDAD VEANLA ESTA ABANDONADA , LAS DUNAS EL GOBIERNO DEL ESTADO APORTO 20 MILLONES OARA CONTRUIR UN RESTAURANTE , PISTAS, GRADAS Y ESTA ABANDONADO PARA ESO SE USAN NUESTROS IMPUESTOS PUBLIQUEN COSA SERIAS
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