Tras los pasos del IMIP

1.- El próximo mes se realizarán las elecciones para renovar el Consejo del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP). Antes de entrar en tema me gustaría comentar la opinión de dos reporteros de mucha experiencia y disímbolos, quienes en diversas ocasiones afirmaron algo que se quedó grabado en mi memoria, palabras más palabras menos ambos dijeron «El mejor alcalde que ha tenido Juárez en muchas décadas es Francisco Villarreal», uno de ellos incluso habló de que fue un fenómeno político que solamente cada cien años se puede dar, si acaso. Lo anterior es importante para este texto, porque quien escribe ha sostenido desde hace muchos años que la mejor obra, el mejor legado que pudo haber dejado a la ciudad el alcalde Francisco Villarreal Torres, fue la fundación del IMIP. Con este instrumento trataba de desligar la obra pública de los intereses económicos de los alcaldes.

2.-El IMIP de hecho se puso a prueba ya en la siguiente administración de la de Villarreal Torres por las obvias razones  del proceso de su creación. Primero se dio un conocimiento de los «usos y las costumbres» de la política mexicana, que básicamente consiste en enriquecerse al amparo de los puestos públicos; con esto no afirmamos que Villareal Torres no lo supiera, pero en la posición de alcalde se dio cuenta de la mecánica de la corrupción y trabajó para su erradicación. Luego se ocupó en la planificación del IMIP, posteriormente se le tuvo que dar personalidad jurídica y patrimonio propio, ello llevó los tres años, pero en la obra pública realizada en su gobierno se trabajó como si el instituto existiera, ya que hubo continuidad en las obras, y la jerarquización de las mismas se hizo a partir de las necesidades de la ciudad y no de las posibilidades de enriquecimiento.

3.- Entre los aciertos en la creación del IMIP,  estuvo el determinar que el presidente del organismo podría estar en el puesto tres años y desfasó en 18 meses su elección de la del propio alcalde, de tal manera que quien llegara al ejecutivo municipal, no pusiera a un cómplice en el IMIP y tampoco tuviera la posibilidad de llegar despidiéndolo para poner allí a algún veterinario amigo. Sin embargo siempre hay manera de sacarle barranco al llano, en los primeros tres años de creado el IMIP, se reflejó su trabajo, ya que el alcalde Ramón Galindo, muy desligado de las élites económicas no tuvo intereses que defender y la obra respondió a necesidades concretas de la población, fue cuando se inició la restauración del centro histórico, misma que lamentablemente no se continuó y por el contario lo realizado de 1995 a 1998, se pierde y deteriora día a día.

4.- Lamentablemente fue electo para el siguiente período Gustavo Elizondo, quien estuvo conteniendo la obra pública los primeros 18 meses de su mandato y cuando el presidente del IMIP mostró que era capaz de venderse por la reelección, lo apoyó y entonces la obra pública respondió a los intereses particulares de Elizondo, quien inició la corrupción del instituto, mismo que a partir de entonces ha sido ninguneado, sin importar que en sus estudios están prácticamente todas las respuestas a los problemas urbanos de la ciudad. Tal ha sido el desamor de los alcaldes por Ciudad Juárez que por lo menos desde hace siete años, no se le incrementa el presupuesto y únicamente es utilizado como instrumento de legitimación… aún hay tiempo de rectificar el camino, el más importante legado de Villarreal, puede aún rescatarse. Se requiere la voluntad del alcalde y si el actual no la ha tenido,  hagamos lo necesario para que el próximo retome el camino perdido en 1998. (Rodrigo Borja).