La destitución de Ernesto Cordero como líder de la bancada
panista en el Senado, es un episodio más de la vieja bronca de los
calderonista y los demás panistas. Es claro que Gustavo Madero, no
estuvo dispuesto a soportar las actitudes críticas del fallido delfín
de Felipe Calderón, como él en su momento no aguanto más que por unos
meses al impuesto líder de la bancada de senadores por su antecesor
Vicente Fox: Santiago Creel Miranda.
La diferencia está en que Santiago Creel, aguantó como
hombrecito el ramalazo y Ernesto Cordero y Javier Lozano, quien actúa
como su principal corifeo, están pillando y los gritos son muy fuertes.
Es claro que la crisis que se presenta actualmente en el
Partido Acción Nacional, con el cambio del líder de la vacada
senatorial, es un episodio más en el viejo pleito entre los calderonista
incondicionales y las otras corrientes panistas. Es el afán del
calderonismo por administrar los restos del naufragio ocasionado por
ellos mismos.
Gustavo Madero, quien se veía tibio y elusivo cuando aún
ocupaba la presidencia el becario de Harvard, está adquiriendo nuevas
formas y le está saliendo el carácter que nunca demostró durante la
autoritaria administración de Calderón, quien quitó y puso a cuanto
presidente quiso en el PAN y si el chihuahuense Gustavo Madero llegó,
fue porque a mitad del río trató de cambiar de caballo y ya era tarde,
la carrera emprendida por Madero Muñoz, ya era muy difícil de ser
parada.
La crisis del PAN se ha visto ahondada por el Pacto por
México y es de esperarse que la misma se profundice en los meses
venideros a menos que el PAN coseche un número decente de éxitos
electorales en los procesos de elección popular que se desarrollarán
durante el presente año. Son catorce procesos y el más importante de
ellos es la lucha por la gubernatura de Baja California, tal vez la
alcaldía de Juárez, entre otras posiciones de importancia.
Es claro que posibles triunfos panistas en julio próximo
puedan fortalecer la posición de Madero Muñoz y desarmar al
calderonismo, que lo perdió todo y nos referimos a posiciones de poder,
aquí hace mucho que se dejó de hablar de ideologías o programas de
gobierno.
editorial 1086
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