20 preguntas a Juan Morua Torres

No hay Reforma Educativa son

medidas contra el magisterio

     *En las comunidades indígenas y rurales se respira honestidad y sinceridad, el profesor es parte de ellos, pero en la ciudad hay intereses políticos y mezquinos le hacen más difícil su labor, dice el maestro Juan Morua.

*La reforma educativa es una reforma laboral en bruto aplicada a los docentes que cancela derechos fundamentales de los maestros, afirma el profesor Morua, activista del Resissste

LUIS CARLOS CANO C.

         Como a muchos maestros, le tocó iniciar su carrera en un ambiente de carencias y dificultades, pero con la satisfacción de enseñar y convivir con los que menos tienen; sus primeros 7 años de profesor estuvo en la selva veracruzana, otro año en la zona rural del noroeste de Chihuahua, en el municipio de Madera y más de dos décadas en esta frontera, la selva de asfalto, dice el también activista del movimiento Resissste.

         Egresado en 1984 de la Escuela Normal Rural de Quinto, Sonora y ahora director de la Escuela Primaria Club de Leones 1, el profesor Juan Morua Torres afirma que desde su formación como docente ya tenía la convicción de ir a trabajar a la selva, al llano o la sierra, en los rincones más apartados donde hiciera falta un maestro.

         Y trabajar en esas condiciones, con la gente más necesitada, el convivir con la miseria y la opresión lo concientiza, pero además influye en su formación y en sus convicciones, por eso ahora, dice, donde siente que hay injusticias participa buscando el bien de sus compañeros maestros. De esto, de la corrupción en el SNTE y de lo que es la educación en la ciudad, plática el profesor Morua con Semanario.

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—¿Cómo fue el inicio de su carrera como maestro?

— Cuando egresé me dieron la orden de adscripción para el municipio de Ixhuatlán, en el sureste de Veracruz; después de ir en lancha y caminar un  buen rato entre la selva llegue a mi salón de clases que no era más que una construcción hecha de Guano (una variedad de palmera) y techo de palma, con un pizarrón colgando, esa era el aula, encontré niños que no hablaban el español, pues la mayor parte de mis alumnos eran indígenas, así que por más preparado que yo fuera, que haya sacado 10 en los exámenes y haber salido con mención honorifica en la normal, estar en esas condiciones en la selva, prácticamente no me ayudaron mucho.

         «Tuve que aprender primero parte de la lengua de mis alumnos para enseñar el castellano, era situación muy difícil, había niños Tzotziles, Huicholes, Mixtecos y Zapotecos, era una situación muy difícil y gracias a eso me empecé a formar como maestro, porque el maestro se forma no en la teoría, se forma en la práctica. No terminé mi carrera magisterial en 1984, la empecé en 1984 y hasta el momento sigo aprendiendo con 29 años de servicio que los cumplí el primero de septiembre».

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         — ¿Cómo maestro, es mucha diferencia impartir clases en la zona rural a la urbana?

         —En las comunidades rurales y las indígenas una cosa maravillosa es la vida comunitaria en la que se respira honestidad y sinceridad de la gente; cuando la gente te toma cariño el profesor es lo máximo y eres parte de ellos, lo que no sucede en esta selva de asfalto, en donde hay intereses políticos, mezquinos, grupos de poder que te hacen más difícil el desarrollo de tu labor.

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         — ¿Cuánto tiene como director y como es ahora su trabajo al estar en una posición de mando?

         — Tengo 12 años como director y llegue a través de un concurso escalafonario. La escuela tiene el nombre de Club de Leones numero 1, pero solo el nombre, porque el Club de Leones no apoya en lo más mínimo, por eso, si la Secretaría de Educación Pública nos permitiera le cambiaria el nombre de inmediato.

«En todos estos años de trabajo he aprendido mucho de mis compañeros de trabajo, de mis alumnos, pero sigo estudiando, el profesor nunca termina de aprender y en esa dinámica estamos envueltos desarrollando nuestro trabajo».

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         — ¿Qué tanto influyó en usted la experiencia en la selva y en la zona rural del estado, es lo que le ha despertado la conciencia social de luchar por los demás?

         — Claro, el convivir con la miseria, la opresión, en las condiciones más deplorables con la comunidad y ser parte de ella te concientiza de muchas cosas; aparte de que en la escuela normal rural, cuando salíamos de ahí, estábamos conscientes de que íbamos a ir a lo más profundo de la selva, el llano o la sierra para ir a trabajar a los rincones más apartados donde hiciera falta un maestro, con esa convicción salíamos de la normal.

         «Esto es definitivo en la formación y en tus convicciones, y en lo futuro, en donde quiera que estés y que sientes injusticias, te impulsa a organizarte y luchar con tu gente».

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—   ¿Es eso lo que hace de Juan Morua un activista a favor del magisterio?

         —Yo creo que sí, eso es fundamental, la convicción ideológica, las experiencias que me ha tocado vivir en el campo de la educación, las que he tenido con los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, caracterizados por la corrupción, todo eso me ha llevado a jugar un papel activo dentro de esto, todo con la finalidad de transformar; muchos de nuestros compañeros utilizan esto como aventura, pero sin convicción y han terminado en los brazos del poder, del sindicato, se han hecho parte de ellos, nosotros no.

«Esta dirección la gane dignamente con un concurso escalafonario y puedo ganar una supervisión escolar, pero no lo hago porque quiero también a mi familia, ellos tienen derecho a estar con uno, darles el tiempo necesario para convivir y el estar en una situación de esas te impide convivir con ellos».

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         — ¿Entonces los supervisores no pueden convivir con su familia, o no cumplen con su trabajo como debe ser?

         —Hablando de los supervisores escolares, hay dos tipo de supervisores, aquí los veo en Juárez y el estado de Chihuahua, unos muy metidos en la cuestión académica, mis respetos para ellos, de los que te puedo contar 10 aquí en Juárez, entre supervisores y jefes de sector, pero una gran mayoría están dedicados a cuestiones de carácter político, porque fueron puestos políticos que les entregó el sindicato, hasta directores son designados, están ahí por el dedo del sindicato pero no obedecen a la a comunidad escolar, no le dan el servicio que debe ser porque obedecen al SNTE que es el patrón, es una forma de control.

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         —¿Esto va en contra de los intereses de la educación?

         —Aunque vaya en contra de los intereses de la educación, el SNTE está sobre todas las cosas, el hacer lo que líder sindical te diga, lo que el patrón te diga, te hace que te olvides de lo demás, aunque haya cosas que te estén afectando como tal, como ocurre con la reforma educativa, que perjudica a los supervisores y jefes de sector, pero su compromiso es tal por la dadiva que reciben, que les impide sacar la cabeza, y ahí están metidos en la vergüenza.

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         — ¿El SNTE está arriba del poder de la autoridad educativa, es el que manda en la educación?

         — El sindicato todavía tiene un poder enorme, muchos funcionarios de educación primaria los pone el sindicato, la estructura oficial fue puesta por el SNTE, eso implica poder y este no se ha acabado. Es mentira cuando dicen que con el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo le van a quitar el poder al sindicato, eso no ocurrirá y el poder sindical tampoco perderá el control de la venta de plazas, pues aún hay lugares en que sigue la venta de plazas, aunque el maestro gane la plaza por un concurso.

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         —¿En cuánto a la reforma educativa, que tan malo es no consultar a los maestros, a los que ejercen en las aulas a diario?

         — La reforma está condenada al fracaso, nunca le preguntaron a los maestros del gis qué proponían para mejorar la educación, te aseguro que si les preguntamos hay propuestas riquísimas, el problema es que fue un acuerdo cupular, primero fue un pacto político firmado en el 2008 que le llamaron Alianza por la Calidad de la Educación y después lo hicieron ley con la modificación a los artículos 3 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vitoreado por los mismos líderes sindicales.

«Juan Díaz De la Torre, secretario general del SNTE, aceptando la reforma, al igual que los secretarios generales de las secciones, a pesar de que saben perfectamente de que hay problemas graves y de que se violentan derechos de los maestros, pero están diciendo que la reforma tiene maravillas.

«Nosotros lo hemos dicho todo el tiempo que no es una reforma educativa, es una reforma laboral en bruto aplicada a los docentes, así de simple, legaliza los contratos temporales, los contratos a prueba, hace un lado al propio sindicato y cancela derechos fundamentales de los maestros».

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         — ¿Hablando de la reforma, en qué perjudica a los maestros, a la educación?

         — Son varios puntos, uno de ellos es el que atenta contra la gratuidad y lo público de la educación, que tiene que ver con padres de familia y alumnos. La modificación al Artículo 3 de la Constitución, en el transitorio 5 del inciso A, fracción tres, habla de la autonomía de gestión escolar, pero dice la ley en esa modificación, que esa autonomía va a ser para que los padres de familia, junto con el liderazgo del director de la escuela, se encarguen de resolver los problemas de infraestructura, de mantenimiento, materiales educativos que sean necesarios para la labor y todo lo que se necesite para que la escuela funcione.

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         — ¿Es decir que los padres y maestros son los responsables del mantenimiento de la escuela?

         — Así es, que se hagan cargo de todo, incluyendo materiales educativos, la ley lo dice así, y si lo establece, es un abandono de la responsabilidad total del estado, entonces las escuelas como se van a mantener, pues será con escuelas Coca Cola, escuelas McDonalds, escuelas Gamesa o Televisa, escuelas con nombres comerciales para darles el control a grandes empresas para que las mantengan.

«El inciso B habla de las escuelas de tiempo completo, muy aplaudidas, pero por experiencia propia te digo que sólo funcionan si el estado cumpliera con su responsabilidad, pues hoy en día esas escuelas tronaron; si tu vas a las escuelas que el año pasado estaban funcionando con recursos del programa Todos Somos Juárez, ya no tienen comedores, ya no porque quitaron los subsidios, la «bronca» se la dejaron a los papás, al fin y al cabo la Constitución dice que se van a hacer cargo para que la escuela funcione, es legal, así lo dice la ley, esa es una de las grandes afectaciones.

«Pero hay otro inciso que habla de que se van a abrir microempresas en las instituciones, eso es un proceso velado de la privatización de la escuela pública, es un proceso y es algo que aún no termina, que ahí está caminando».

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         — ¿En cuánto a lo laboral que es lo malo de la reforma educativa?

         — Por el lado de la cuestión laboral establece la retroactividad de la ley, es decir, se la aplica a los nuevos y a los que ya estaban en servicio violentando el Articulo14 de la Constitución, que habla de la no retroactividad.

«Ahora la Ley del Servicio Profesional Docente dice que todas las plazas van a darse a través de concurso de oposición, que se supone es bueno porque ingresa el mejor maestro, pero el mejor maestro no es el que aprueba un examen estandarizado. Mi propia experiencia es un caso sobre ello, yo tenía dieces, mención honorifica, pero cuando llegué a la selva fueron otras las condiciones y ahí tuve que aprender.

«Los profesores en la normal tienen todo un proceso de formación, practicas académicas, se van seis meses a comunidades a practicar y después se les evalúa para corregir los errores, pues aún están estudiando.

«El proceso de selección a futuro tiene dedicatoria, ya que si ahora se invierte en normales rurales o estatales, pero abren las plazas al concurso del mercado, ya no tiene caso que estén invirtiendo en esas instituciones y eso es lo que pretenden».

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         — ¿Cualquier profesionista podrá ser maestro, aunque no tenga la capacidad para enseñar o los conocimientos de pedagogía?

         — Claro, con que conteste el examen, un software educativo y la arma; en las preparatorias, en las universidades hay ingenieros, doctores dando clases, soy muy respetuoso de ello, pero no es lo mismo que tengan el conocimiento de una materia a tener el conocimiento de la didáctica, la pedagogía para ser un buen maestro, eso es lo que hace diferente al maestro; por eso cuando los chavos en la preparatoria les da clases el ingeniero y no le entienden es entendible, porque no se tiene la pedagogía y la didáctica, es una cosa más compleja, no solo pararte y hablarle a las muchachos.

«Los alumnos están callados a veces por temor al poder del maestro, pero el alma de la docencia es la pedagogía y esa no se compra en el mercado, tampoco se saca a través de un examen, hay un error garrafal por parte de las autoridades.

«Miles de maestros se irán si siguen con esas evaluaciones, para después el gobierno convertir esas plazas en contratos temporales».

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         — ¿Esto significa que los estarán evaluando hasta desecharlos y luego contratar con otros condiciones laborales?

         — Así es, en el fondo eso es la reforma laboral, desaparecer las bases de los maestros y establecer los contratos temporales que no generan prestaciones, antigüedad y demás, por lo que el estado está feliz de la vida, pero esa dinámica es presión de los organismos internacionales.

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         — ¿En su punto de vista qué hay de bueno entonces en la reforma educativa?

         — Yo tengo dudas muy serias, porque están centrando todo en la evaluación y tienen 22 años evaluándonos, si el estado volteara a ver las condiciones en que se encuentran las escuelas, en las condiciones en las que los maestros desarrollan su trabajo, incluso las condiciones de profesionalización de los docentes, si la evaluación la hicieran para diagnosticar y mejorar sería otra cosa.

         «Además de eso, si se definieran proyectos para la comunidad, por ejemplo yo pondría módulos con temas relacionados directamente a la problemática de la ciudad como la inseguridad, alternativas comunitarias y otros, pero esos proyectos no existen, el problema es laboral 100 por ciento y administrativo».

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         —¿Entonces en la reforma debe contemplarse el equipamiento, se hace o no lo incluye?

         — La realidad es que cuando el estado voltee a ver lo que necesitamos en las escuelas, vamos a cambiar, un ejemplo claro es cómo estaría un aula con pizarrones electrónicos en las paredes, con computadoras para los estudiantes, donde el grupo fuera de 20 ó 25 alumnos, el clima de las aulas estuviera adecuado y no a 40 grados centígrados en el verano y menos 5 en el invierno, con gusto vendrían los muchachos a la escuela, y más aun, que pasaría si nuestros alumnos no trajeran todas esas broncas del medio social donde viven, de la violencia, la desintegración familiar, de los problemas con los papás, del maltrato infantil; esos factores que retumban en la escuela, nosotros lo vemos.

«La calidad de la educación tiene que ver con muchos factores, no solo con un examen*.

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         —¿Es por eso que se dan las movilizaciones y protestas de los maestros en distintas regiones del país?

         —Claro, los maestros que están movilizados es porque así lo entienden, y no todos son miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, como se afirma, pues está el caso de Quintana Roo, Veracruz, Baja California, Campeche y otras entidades donde son miles de maestros los que están en la calle y no puede ser posible que miles estén equivocados por protestar.

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         — ¿Qué hacer para mejorar la educación, cual es la alternativa?

         — Primero, que la SEP no se vea como un botín político, que la estructura en el país sea con gente caracterizada por su desempeño académico, el problema es que toda la estructura es puesta por una cuestión de carácter político, no académico; la realidad es de que si participaste en el partido lo premian con ser secretario de esto o aquello, esa es la designación de quienes están al frente de la educación.

«Esa es una parte, la otra es ver las condiciones de las escuelas, menos alumnos en las aulas, con las condiciones mínimas para trabajar, que sean escuelas con espacio digno, programas de capacitación real para el maestro, análisis del contexto en que vivimos para poder actuar en consecuencia y hacer planes de acuerdo a lo que estamos viviendo para preparar alumnos para la vida con otro tipo de valores.

«Asimismo, un compromiso serio de los padres de familia, pues a veces no vienen a la escuela no porque no quieran, sino que tienen que trabajar todo el día y ni modo de decirles que no lo hagan para que cuiden a sus hijos, la “bronca” esta también que la situación esta tan precaria que los padres tienen que trabajar los dos y todo el día y los chavos que los cuiden en la escuela».

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         — ¿Lo ideal es tener condiciones como las tienen los maestros de otros países?

         — Claro, yo diría, tráiganos a un maestro de Japón o de Finlandia, que son los que sacan los primeros lugares y llévenlos a una escuela en Riveras del Bravo o Anapra, o en la escuela Jacinto Benavente que se está cayendo, o a una escuela donde se gotean las aulas y con 35 ó 40 alumnos, a ese profesor lo evalúan y truena porque está acostumbrado a que tiene todo lo que necesita para desempeñar su trabajo.

«Sin embargo, manda un profesor de Juárez a trabajar a cualquier Distrito Escolar de El Paso, Texas y le van a poner asistente, tendrá computadoras, materiales, aulas bien acondicionadas, todo; ahí el maestro despegaría como no te imaginas, haría maravillas y puede estarse todo el día».

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         — ¿Las condiciones son las mismas en todas las escuelas de la ciudad?

         — Hay escuelas que están en sectores económicamente favorables y en ellas son los padres de familia quienes se han encargado de que el plantel se encuentren bien, los padres pagaron los domos, la computadora, los calentones, pero donde no hay dinero, que es la gran mayoría de las escuelas de la ciudad, la situación es diferente y el trabajo se desarrolla en medio de carencia, por eso si quieren mejorar la educación, el estado debe iniciar por ahí, por mejorar la infraestructura y con ello las condiciones en que están los alumnos.