1.- Sin
convicción ideológica, deleznable en sus
posiciones políticas, Miguel Ángel Aguirre Rivero quedó pintado de cuerpo
entero con la llegada simultánea de las tormentas Ingrid y Manuel, sobre todo
esta última que fue la que entró por el estado de Guerrero, en donde se
causaron los mayores daños. Priistas de toda la vida, hasta que siendo senador
por el Tricolor, lo abandonó para ser postulado por la extraña coalición
PAN-PRD al gobierno de su estado natal. Aguirre Rivero, no tenía nada en su biografía
personal que lo proyectara como el hombre de la situación, más parece que su
llegada a la gubernatura fue la conjunción de
favorables circunstancias para él.
2.- Por
ejemplo, un pleito entre Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones por
demostrar supremacía en el PRI, ya que Los Pinos se encontraban en manos del
PAN,( y aquí la cercanía con el grupo de Atlacomulco), con Peña nieto, favoreció
a Aguirre Rivero sobre el favorito de Manlio Fabio, Manuel Añorve Baños. Había sido gobernador sustituto de Rubén
Figueroa Alcocer, cuando este dejó el poder Ejecutivo tras la masacre de
Aguas Blancas, de tal manera que ya había demostrado su talante como gobernador
de 1996 a 1999, lo cual hace aun más inexplicable su segunda llegada, ya que
había demostrado ineptitud y poca disposición al buen gobierno… mandaron las
circunstancias.
3.- Ocuparse de un gobernador malo o
mediocre en México, podría parecer una actividad ociosa porque abundan. El
pueblo mexicano aun no entiende la importancia de la política y la deja en las
manos de los políticos. Pero los más de cien muertos por la entrada de Manuel a
Guerrero y los cientos de miles de damnificados y las cientos de miles de familias
que perdieron todo, obligan a detenerse en la ineptitud y el importamadrismo de
Heladio Aguirre. La revista Proceso lo consigna claramente: « La noche del
viernes 13 en Casa Guerrero, en Chilpancingo, el gobernador Ángel Aguirre
abrazaba jubiloso a dos de sus predecesores: Rubén Figueroa Alcocer y René
Juárez Cisneros.
Afuera de la residencia oficial la lluvia pertinaz provocaba que
familias enteras abandonaran sus viviendas en las márgenes del río Huacapa.
4.- «Mientras en el resto del estado la tormenta tropical “Manuel” ya ocasionaba enormes estragos. Esta
contingencia no fue tema de conversación en la mesa donde Aguirre departía con
sus invitados. Afuera, las calles y avenidas se anegaban. Desde las seis de la
tarde de ese día, en la emisora ABC Radio el periodista Luis Flores Lonazkuo
difundía las llamadas de auxilio de pobladores de la capital y de otras
regiones del estado.
“No conozco ninguna alerta de autoridades federales, estatales o municipales.
Me orienté por las imágenes del meteorológico, llamé a los colegas de las
diferentes regiones y supuse que la situación sería mucho más grave que la
ocasionada por el huracán Paulina»… el
gobernador bebía y bebía, como dice la cabeza de Proceso. (Rodrigo Borja).
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