Por Rodrigo Borja
· En
sólo nueve meses el gobierno de Enrique Peña Nieto, ha tenido que sortear
cuatro pruebas que lo han medido en su capacidad de gobierno y su decisión para
llevar a cabo los planes del equipo en el poder. Su gobierno empezó en medio de
protestas y medidas represivas, que se dieron sobre todo porque durante
alrededor de doce horas hubo un interregno, en los mandos policiacos de la
capital y la federación
·
Después
vendría la prueba de la explosión de PEMEX con saldo de varios muertos, graves
daños y grandes suspicacias. El tercer evento que pone a prueba el talante del
presidente han sido las manifestaciones de los maestros de la Coordinadora Nacional
de Trabajadores de las Educación, que aún se mantienen en pie de lucha en la
capital del país, ocupando ahora el monumento a la Revolución luego de semanas
de un plantón en el Zócalo, del cual fueron desalojados para la ceremonia del Grito.
· La
cuarta prueba al gobierno de Peña Nieto, es sin lugar a dudas los graves daños
causados por las tormentas tropicales Ingrid
y Manuel, que en forma simultánea
llegaron al territorio nacional causando graves daños y poniendo en evidencias
las fallas en la construcción de carreteras y las múltiples licencias que se
han tomado en las normas para el crecimiento urbano, ya que dejó un millón doscientos
mil damnificados y daños en por lo menos 22 estados y probó de manera
fehaciente la mala calidad con que se construyen nuestra infraestructura, sobre
todo carretera.
·
La toma de posesión
En un contexto de provocación y
violencia generada por grupos acreditados como integrantes del movimiento
estudiantil #Yo soy 132, que se manifestaron con el rostro cubierto
frente al Palacio Legislativo de San Lázaro, lanzando piedras y bombas molotov
contra las fuerzas de seguridad que resguardaban las instalaciones de la Cámara
de Diputados que respondieron a la agresión disparando gas lacrimógeno a los
manifestantes, se llevó a cabo la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Los
manifestantes habían dicho que sus expresiones de inconformidad serían
pacificas. No obstante lanzaron sus proyectiles con lo que se inició un
enfrentamiento con la policía federal.
En el salón de sesiones de la
Cámara los legisladores fijaron su posición respecto al gobierno que terminó y
el que inicia sus funciones. Cada fracción parlamentaria envió un orador que
por diez minutos expresó su punto de vista, según el acuerdo para este evento.
Algunas diputadas del PRI bloquearon el acceso a la tribuna para impedir que
los legisladores de oposición la tomaran. Legisladores de la coalición de
izquierda portaron pancartas con insultos para Felipe Calderón y para Enrique
Peña Nieto.
Frente a la Secretaría de
Gobernación integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA),
procedentes de Veracruz, Morelos e Hidalgo, instalaron un plantón indefinido
sobre la avenida Bucareli para “dar la bienvenida” al nuevo secretario, Miguel
Ángel Osorio Chong. Alrededor de dos mil inconformes marcharon en demanda
de soluciones a problemas agrícolas y derribaron las vallas instaladas por
elementos de la Policía Federal para resguardar las instalaciones de la
dependencia. Lo anterior se dio gracias a que por casi doce horas no hubo
coordinación policiaca entre federación y autoridades de la capital del país,
sobre todo porque Manuel Mondragón y Kalb, pasó en el periodo a ser funcionario
de Peña Nieto, dejando a Marcelo Ebrard en sus últimas horas, de tal manera que
diseñó el operativo de vigilancia, pero no estuvo al frente para su ejecución.
Las manifestaciones de algunos
grupos en esta ocasión hicieron uso de la violencia, por lo que queda la
impresión de que quieren medir los alcances de la tolerancia del nuevo gobierno
y, con la estrategia de la provocación, incitarlo a una respuesta violenta que
los ubicaría en la escena política como víctimas del poder, que es el papel que
más les permite acreditar en su discurso el rechazo total al orden social establecido.
Estas son algunas de las acciones observadas el día en el que Enrique Peña
Nieto asumió la Presidencia de la república. Algunas se replicaron en
diferentes ciudades del país.
La
explosión de PEMEX
La explosión
ocurrida en el edificio de Petróleos Mexicanos (Pemex) en enero, se debió a la
acumulación de sedimento de hidrocarburos, microorganismos que generaron gas
metano y la presencia de solventes que, juntos, fueron el combustible de la
detonación, según un estudio geológico, aunque antes del mismo lo que reinó fue
la suspicacia y la duda.
La Procuraduría General de la
República (PGR) informó que la explosión, en la que murieron
37 personas y decenas resultaron heridas, tuvo un «carácter multifactorial»
basado en la presencia de esos elementos inflamables que culminó con un
«flamazo» que dio origen a la detonación.
Para llegar a esa conclusión, la PGR
solicitó la colaboración del Instituto de Geología de la Universidad Nacional
Autónoma de México cuyos investigadores analizaron el terreno subterráneo del
complejo de edificios de Pemex en la Ciudad de México, según los resultados
presentados en un comunicado de la fiscalía.
Había capas de sedimento que estaban
«impregnados de hidrocarburos» que pudieron tener su origen en derrames
ocurridos en la década de 1930, cuando la compañía Huasteca Petroleum Company
realizaba sus operaciones en ese mismo terreno, o por el almacenamiento de
petróleo en el lugar.
También había «materia orgánica en
diferentes capas del subsuelo» cuyos microorganismos son productores de metano
que «al estar en contacto con los hidrocarburos, se potencializó su crecimiento
y reproducción», según las investigaciones conjuntas.
A la explicación oficial sobrevivió
la suspicacia.
La
CNTE toma el DF
Maestros de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE) se encuentra todavía en el monumento a la
Revolución. Llegaron al DF antes de que se aprobaran las Leyes Secundarias de
la reforma educativa, tratando de evitar que se aprobara la relativa a la
evaluación a los maestros.
Los maestros de la sección 22 de
Oaxaca fueron desalojados de la plancha del Zócalo el día trece por la tarde.
Aun continúan tratando de negociar algo en el Distrito Federal, con las
autoridades de Gobernación, pero la
Reforma Educativa, ya esta publicada y un dicho muy popular en nuestro
país, dice que «palo dado ni Dios lo quita».
Esta es
considerada la tercera prueba al gobierno de Peña Nieto, de la cual salió con
la aprobación de los habitantes del DF, pero con la crítica de represor y la
ceremonia del Grito, fue controlada a tal punto con acarreados, que devino en
mitin político, dando un lamentable espectáculo.
Ingrid y manual
La
cuarta prueba está en desarrollo. El paso de “Ingrid” y “Manuel” dejó daños en
15 autopistas y 17 carreteras federales, y daños en más de 22 entidades federativas,
asi como más de un millón doscientos mil damnificados
«En
carreteras federales, se tiene registro de 57 carreteras federales libres de
peaje, en 17 de ellas persiste la interrupción de la circulación. Son
fundamentalmente, como se había comentado anteriormente, en el estado de
Guerrero que tenemos la carretera libre, la federal muy destruida; en Oaxaca
que estamos aquí precisamente atendiendo esto; en Michoacán, que espero ir a la
brevedad posible también por instrucción del señor presidente y del secretario
Osorio, estar atendiendo estos temas a la brevedad conjuntamente con los
gobernadores», puntualizó Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y
Transportes.
En el caso de los puertos nacionales, confirmó que todos se encuentran operando
con total normalidad. En el caso de los ferrocarriles, indicó que salvo el caso
de «La Bestia», todas las rutas funcionan bien. «Y aeropuertos, todo
funcionando normal a partir del domingo. Tuvimos el aeropuerto de Manzanillo
con inundaciones, tuvimos el aeropuerto de Acapulco con problemas muy graves y
el domingo empezó a operar, o sea el día de ayer empezó a operar normalmente ya
el aeropuerto de Acapulco y ya se puede hacer un uso totalmente normal»,
concluyó. Aunque aun el recuento de los daños no es total y todavía falta
saber cómo hará frente al problema el gobierno de Peña Nieto en esta su cuarta
prueba, que al parecer lo obligará a realizar cambios en la planeación del gasto
público para ayudar a los damnificados.
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