Por Rodrigo Borja
Ni la tercera es la vencida y si hay quinto malo, por lo menos esto último queda de manifiesto con la evaluación ciudadana al quinto y último año de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. Quien llega a su último año de gobierno, con una buena parte de la ciudadanía realizando el conteo regresivo de sus últimos tres cientos sesenta y cinco días al frente del Poder Ejecutivo de México… por cierto a la salida de esta edición sólo quedará 360 días.
El quinto año de gobierno del presidente Felipe Calderón no ha sido bueno en términos de evaluación ciudadana. Calderón tiene 54% de aprobación, el porcentaje más bajo durante su gestión, determinó la compañía especialista en encuesta Consulta Mitofsky.
Presidida por Roy Campos publicó la encuesta «México, evaluación de gobierno». Cinco años de gestión, que revela que Calderón bajó en la calificación de sus atributos, según un muestreo nacional.
Esta evaluación es la más baja para el penúltimo año presidencial, desde Carlos Salinas de Gortari, que tuvo 80.7% de aprobación; Ernesto Zedillo llegó a 63.9%; Vicente Fox alcanzó 59%, y Calderón, 51.2 por ciento o sea que logró lo que parecía imposible, ganarle a Vicente Fox.
El 26% de los mexicanos consideró que el presidente tiene las riendas del país, porcentaje cuatro puntos menor que el de agosto; incluso dos de cada tres ciudadanos mencionaron «que las cosas en el país están saliéndose del control presidencial». La percepción del país cambia por regiones así es como en el norte del país lo calificó a Calderón con 62%, pero en el centro la evaluación apenas llegó a 45%, destacó la encuesta aplicada a 3,000 mexicanos mayores de 18 años.
En atributos personales, los porcentajes también disminuyeron respecto de noviembre del 2010. Los rubros que más variaron fueron experiencia para gobernar y liderazgo para dirigir al país, en los que cayó 9.3 y 8.7% respectivamente.
La preocupación del presidente por los pobres es el atributo peor calificado (16%), seguido de su capacidad para resolver problemas (17.9%). Los mejor evaluados fueron tolerancia con quienes lo critican (29.5%) y honradez (26.2%).
«Con respecto a la inseguridad, más de ocho de cada 10 personas (81%) dijo que se ha empeorado y solamente 16% dijo que hemos mejorado. Medida la problemática desde finales del último año del siglo pasado hasta el 2011, hoy la ‘inseguridad’ es con mucho la más grande preocupación percibida en esos 12 años», explica Roy Campos.
Para el 82% de los mexicanos la economía es peor que hace un año, «dato preocupante, pero el mejor que se ha obtenido al final de los últimos cuatro años. La expectativa también es mala, ya que casi tres de cada cuatro mexicanos consideraron que el próximo año será peor».
La percepción de la política se deterioró, pues 76% de los encuestados considera que se viven peores momentos respecto del 2010. Roy campos también midió varias áreas de gobierno: Las mejor calificadas fueron atención a la salud (47.3%), combate a la delincuencia (45.2%) y educación (42.3%). Las peores fueron disminución de la inflación (18.8%), disminución de la corrupción (22.8%) y protección a los migrantes en Estados Unidos (26%).
«Además, 61% pensó que el país no va por el rumbo correcto, lo que es una evaluación no sólo al presidente, sino a toda la clase gobernante y a la sociedad en su conjunto; y en ese sentido, sólo 28% consideró que vamos por el rumbo correcto», acotó Campos.
¡Peligro! Iniciará el quinto año de Calderón
Así tituló el analista Antonio Navalón su colaboración editorial a un diario nacional hace doce meses y dice: «2011, es el quinto año del sexenio del presidente Felipe Calderón: la testosterona al límite.
«Todo está escrito ya, todo pasó antes, sin embargo, se nos olvida lo que ya sabemos: el deseo de protagonismo, de pasar a la historia —sin importar muchas veces si ese paso es negativo—, invade la figura presidencial durante el terrible quinto año de gobierno, por eso tengo miedo.
«En el quinto año de su sexenio, Díaz Ordaz hizo aquella declaración que hasta hoy resuena: “Asumo la responsabilidad ética, moral, jurídica e histórica con relación a los hechos ocurridos en Tlatelolco”.
«Para Echeverría, en su quinto año de mandato fue asesinado el empresario regiomontano don Eugenio Garza Sada; se eliminó la guerrilla y finalizó el sueño autogestionario.
«Durante el año cinco del gobierno de López Portillo, su testosterona se manifestó primero, mediante su frase entusiasta pero sin éxito de “defenderé el peso como un perro” y luego, nacionalizando la banca; un año después el gobierno se vio forzado a declararse en moratoria de pagos y devaluó de 22 a 70 pesos por dólar.
«Miguel de la Madrid era un hombre mucho más tranquilo, no obstante, su sexenio en el quinto terrible año se marcó por una devaluación más, de golpe la moneda mexicana cayó 55%, y eso que en teoría, con su gobierno vendría la paz y la estabilidad.
«En el sexenio de Salinas de Gortari, el quinto año fue el mejor y el peor. El mejor porque terminó el TLC y reformó las relaciones del Estado con la iglesia y El Vaticano; el peor porque el 24 de mayo de 1993 fue asesinado el Cardenal Posadas Ocampo en Guadalajara y posteriormente las semillas del mal —que lo harían estallar todo— empezaron a germinar en forma de brindis al final de aquél año… También a ese quinto año corresponde esa declaración sobre la oposición del demócrata Salinas: “ni los veo, ni los oigo”.
«Para Zedillo, todos los años fueron constantes en su testosterona. En su quinto año se logró un crecimiento económico de 7% y, por supuesto, fue el inicio de esa amenaza latente del Fobaproa y su contabilidad fantasma; lo demás fue, como todo con el doctor, permanente y sin sobresaltos.
«Vicente Fox, el presidente del cambio y la esperanza, el que sí nos decepcionó, en su quinto año la testosterona le dio para el desafuero de López Obrador, y en aquella ocasión no dijo “¿y yo por qué?».
Navalón profetiza: «El año que está por empezar, el 2011, será el quinto de Felipe Calderón. Si él ha jurado que hará todo lo posible para que el pasado no vuelva; si en cuatro años hemos logrado un récord histórico en muertos; si se auto nombró el “presidente del empleo” y la gente no encuentra trabajo, si este es el sexenio de la violencia, yo solamente deseo que al terminar su quinto año se haya interrumpido la tendencia y no sea la sangre lo que lo caracterice.
Continua profético: «Mientras tanto, me preparo para la gran novedad política del año que viene: una mujer candidata del PAN.» Pero bueno aparte de atinadas profecías, recordemos que sólo faltan 360 días.
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