2.-Es un asunto viejo, el que se traen Murguía y Flores. Desde finales de los años ochentas la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, cayó en manos de un grupo de amigos encabezados por Héctor Murguía Lardizábal por espacio de más de diez años, fueron ocupando la presidencia de Canacintra los más allegados al actual alcalde, quien ejercía una especie de jefatura política en el organismo empresarial. La plataforma de la cámara empresarial llevó a Murguía Lardizábal a una senaduría en 1994, ya que desde ese organismo hizo migas con el secretario Ernesto Zedillo, quien en el año de su campaña a la presidencia de la república, pidió que el juarense estuviera en la fórmula para el Senado. No fue obra de la casualidad la llegada del hoy alcalde a la política, de hecho su «toma» de Canacintra llevaba ese propósito.
3.- En esos caminos de la política tanto empresarial como pública, el equipo muy compacto de Murguía se fue achicando, por ejemplo salió Javier Contreras, que le era muy cercano y llegó en algún momento dado Gabriel Flores Viramontes. El control del grupo de Teto era amplio, sólido y plenamente reconocido, al grado de que un odontólogo, como es el caso de Nayo Villar, llegó a la presidencia del organismo empresarial… pero bueno, se acercó al grupo el hoy diputado Flores Viramontes y por los mismos mecanismos que habían sido electo los anteriores presidentes de la cámara de los industriales desde finales de los ochentas, se dio la elección del ahora controversial diputado, o sea llegó a la presidencia de Canacintra, porque el jefe político del organismo, dio su visto bueno y lo consideró lo suficientemente leal y confiable.
4.- Teto se equivocó, Gabriel Flores Viramontes, no únicamente no le fue leal, fiel y obediente, sino que se encargó de sacar de Canacintra a todos los elementos que estuviera identificados con el alcalde juarense. Murguía Lardizábal, que tiene un concepto de la amistad muy próximo a los pactos de sangre, se sintió traicionado y profundamente agraviado, estos eventos sucedieron cuando el alcalde presidía por primera vez el municipio de Juárez. Flores Viramontes, mimado heredero, se sintió con los mismos merecimientos que llevaron a la política a su ex amigo Teto y se lanzó a la política por las vías del Partido Revolucionario Institucional, era lógico que las patadas por debajo de la mesa y el fuego amigo estarían presente en la vida de ambos y este reciente evento en el que se involucra a la PGR, es otro más y seguramente no será el ultimo. (Rodrigo Borja)
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