Los de a pie

El “golpeteo” a Leyzaola

Por: Luis Villagrana

«Golpeteo» así lo llama el jefe de Seguridad Pública, Julián Leyzaola, se refiere a las acusaciones de tortura en su contra hechas por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California, donde se desempeñó en la misma área que en Juárez.

El militar seguramente también se refiere a las críticas vertidas en su contra por grupos sociales de la ciudad, a raíz de la golpiza que ordenó contra un grupo de manifestantes hace unas semanas, lo que levantó una pequeña ventisca.

Leyzaola se dijo incomprendido por algunos sectores de la ciudad y poco reconocida su labor al frente de la corporación policiaca, por lo que amagó con irse del estado y buscar nuevos cargos en otras partes del país.

Este amago propició que apoyadores como las cámaras empresariales publicaran un desplegado en apoyo al funcionario, destacando su labor, misma que ha disminuido la criminalidad en la ciudad y propiciado el saneamiento de la corporación que dirige, pero  también que un periódico iniciara su defensa en una columna periodística, desde la que se nos pone en la disyuntiva de aceptar a Leyzaola tal como es o dar un paso atrás en el combate al crimen.

La pregunta es, en el contexto de este país de las simulaciones, ¿las cámaras a quienes representan realmente? En verdad no creo que desde las posiciones de grilla en las que están los dirigentes de esas cámaras, puedan ponerse en los zapatos de quienes cada semana se truenan los dedos del nerviosismo por  tener que pagar una abultada nómina a sus trabajadores, pero además tener que desembolsar cuota a los extorsionadores y a la vez cuidarse de los asaltos.

También es curioso ver las posiciones que asumen algunos medios de comunicación al colocar al ciudadano en la disyuntiva mencionada párrafos arriba, porque en otras situaciones asumen posiciones legalistas a ultranza, como ¡Cero pactos con criminales!

Los ciudadanos debemos exigirle a Leyzaola que sea eficaz en su labor preventiva en los delitos del fuero común, que además de ser  los únicos de su competencia, son los que más lastiman el patrimonio de los juarenses, pero que además lo demuestre con hechos y no con percepciones.

También debemos exigirle que cumpla con este deber respetando la ley, porque el tamaño de la inseguridad que hay en la cuidad no le da manga ancha para vulnerar los derechos de los ciudadanos al combatirla.

Pero también que explique señalamientos de conocimiento público, como el de tener una alianza con un grupo del crimen organizado para combatir otro, que de ser el caso, entonces ya no sería la política de cero alianzas con criminales, como la rechazada por esos medios apoyadores de Leyzaola.

Debe explicar y responder ampliamente a los señalamientos que se le hacen en la cuidad, pero también a los de fuera, como en el caso de la comisión de Baja California, si no es así, aunque sea el súper policía que se vaya