Bienvenidos

La apertura de este espacio, conlleva la intención de interactuar con los lectores de la revista Semanario del Meridiano 107, conocer sus opiniones, enriquecernos con sus comentarios y complementar nuestros servicios editoriales.
Este sitio se ve mejor con Firefox de Mozilla. Descarguelo haciendo click aqui.

viernes, 11 de mayo de 2012

Escenarios políticos


                                                             Los ganadores del debate…

Todos, pero sobre
todo la maestra
 Por Antonio Pinedo

                Al margen de su tan comentado formato rígido, el debate del domingo pasado, nos debe dejar satisfechos como mexicanos, con todas sus limitaciones hubo momentos importantes de auténtico debate, se cumplieron expectativas —sobre todo porque eran muy pocas— y por supuesto lo mexicanos conocimos más a los candidatos.
                Si fue aburrido, pero no soporífero como se esperaba; fue más visto que el futbol, midiendo sólo las audiencias de Canal 5 de Televisa, que lo trasmitió, llegó a 10.5 puntos, y el futbol al que Salinas Pliego le apostó, sólo alcanzó los nueve puntos; el marcador favorece al pueblo de México, previamente descalificado por el dueño de Televisión Azteca.
                Se pierde el pos debate
                Lo que si vamos perdiendo los mexicanos es el pos debate, ya que ha ocupado más tiempo en los medios de comunicación masivos la presencia de una playmate, como edecán, con su atractivo vestido blanco, que el análisis serio de lo sucedido en esas dos horas. Los 20 segundos en cámara de Julia Orayen, no desvió la atención de los televidentes, que nunca más la volvieron a tener a cuadro y salvo a Gabriel Quadri, a los debatientes tampoco los distrajo, fue en las redes sociales y la exagerada importancia que le dan los medios mexicanos a las mismas, las que están desviando la atención pública, a un asunto que no pasa de ser mas que un error atribuido a alguien como poco sentido común, ya que ciertamente la belleza de Julia Orayen, no debe ofender a nadie, pero no era, por lo menos con ese vestido, lo adecuado para la sobriedad que debería tener el debate. Ella misma en un traje sastre no habría despertado ningún comentario, como el vestido blanco en alguna alfombra roja nadie lo habría notado de esa manera y si probablemente el llegar en traje sastre.
                Todos ganaron
                En el debate no hubo un claro ganador, como por ejemplo sucedió en el primer debate de 1994, cuando la contundencia y seguridad de Diego Fernández de Cevallos, despertó la simpatía de muchos electores.
                El mejor fue López Obrador
                Andrés Manuel López Obrador, logró su cometido, dejar en claro que Enrique Peña Nieto, es el candidato del duopolio televisivo y que sus apoyos son sobre todo de una élite en el poder económico, encabezada por Carlos Salinas de Gortari. Se vio seguro tranquilo y sobre lo relajado que estaba, baste mencionar cuando colocó la foto al revés y simplemente la enderezo, y comentó, «el mundo al revés».
                Dos golpes le dirigió Peña Nieto y ambos fueron revertidos por el candidato de las izquierdas, cuando habló el priista de su gasto de mil millones de pesos en publicidad, que finalmente resultaron los gastados en seis años y él mostró documentos en donde EPN, gastó sólo en su primer año 691 millones de pesos en publicidad. También fue certero cuando le pusieron la foto de René Bejarano y las ligas; él mismo complementó la información al mencionar al parralense Ponce, quien ya tiene ocho años en la cárcel y habló también del encarcelamiento de Bejarano.
                Por su parte recriminó el que nada se haya hecho contra Arturo Montiel, del que el propio EPN fue secretario de Finanzas. Repitió básicamente su idea fuerza de los últimos años, que se podría sintetizar en que los males del país tienen su origen en la corrupción y este tipo de comportamiento lo comparten tanto PRI como PAN y que la opción de la izquierda es el camino. Además habló de corridito.
                Peña Nieto no cayó a la lona
                Enrique Peña Nieto, el candidato priista, demostró que no necesita un teleprompter para debatir, no únicamente se defendió sino que atacó, sobre todo fue contundente y reiterativo con Josefina Vázquez Mota, quien nunca respondió el porqué de sus ausencias en la Cámara de Diputados  y si cobró como si trabajara.
                El priista fue el foco principal de atención, por la sencilla razón de ser claro puntero en las encuestas y no se amilanó como se esperaba aun cuando fue el más rígido, es evidente que fue subestimado en los días previos al debate. Recibió ataques por parte de Vázquez Mota y López Obrador y salió mejor librado de los de Vázquez Mota, y aquí hasta se anotó un buen punto, cuando la invitó a recorrer las obras que como gobernador del Estado de México, realizó y de esta manera dar al traste con la campaña panista de que «Peña Nieto miente».
                No se puede decir que Peña Nieto, ganó el debate, pero tampoco fue noqueado, es posible que haya perdido algunos puntos en las preferencias, pero no tantos como para dejar su amplia ventaja, por lo menos no a consecuencia de este debate. Dio mucho más de lo que se esperaba de él.
                Josefina fue contradictoria
                Líneas arriba, afirmamos que todos ganaron el debate, aquí habría que matizar, el desempeño de la panista fue bueno en términos generales, aun cuando nunca pudo responder con eficacia sobre sus ausencias en las votaciones de la Cámara de Diputados.
                Los ataques contra Peña Nieto, no fueron eficaces y le fue imposible conciliar en su discurso sobre seguridad pública, la actual política de Felipe Calderón, de sus promesas de lograr la paz e incluso de su contradictoria afirmación de «conservar la paz» que vivimos, con el «estado de emergencia» en seguridad que hay en el país, sus contradicciones fueron evidentes, aunque muy bien dichas, probablemente ella no se dio cuenta, en ese momento, de lo contradictorio de su discurso.
               
 Elba Esther la ganadora 
 Un rápida encuesta —seguramente telefónica— sobre intención del voto, realizada
por el diario El Universal de la Ciudad de México,  dice que luego del debate la intención del voto quedó así: 36.3% para Peña Nieto; 23.4% para López Obrador; 22.09% para Josefina Vázquez Mota y un 9.5 por ciento para Gabriel Quadri.
        Los números anteriores reflejan una mixtura entre las preferencias electorales antes del debate y la opinión de los televidentes sobre el mismo, en el que en gran medida mencionaron que Gabriel Quadri, fue quien mejor expresó sus propuestas.
         Aquí habría que apuntar que a Gabriel Quadri, los otros tres candidatos, simplemente lo ignoraron y por ello tuvo todo su tiempo para poder dar a conocer algunas de sus ideas, que los otros enfrascados en el debate, no tuvieron tiempo, por la ya mencionada rigidez del formato.
        Es evidente que Quadri  fue menospreciado, pero con ello lo que parecen haber logrado los otros candidatos fue haberle dado el triunfo a la patrocinadora de Quadri, Elba Esther Gordillo  y su Partido Nueva Alianza, ya que podría lograr con holgura el dos por ciento de los votos que requiere para mantener el registro y las prerrogativas de ley que le corresponden o sea dinero público para el partido de la maestra Gordillo, la probable gran ganadora del debate.

No hay comentarios: