Tras los pasos de Manuel Espino (bis)

1.- Primero fue con suma discreción el apoyo de Rosario Robles a la campaña de Enrique Peña Nieto, la misma Rosario que obnubilada por el amor, entregó jugosos contratos a Carlos Ahumada, quien llegó de Argentina a «hacer la América» en México y lo logró con creces. La Rosario que venía de las aguerridas izquierdas del CGH de la Universidad Autónoma de México sucumbió ante un arrebato carnal, como muchos de los héroes patrios, según la trilogía de Francisco Martín Moreno. Rosario Robles, oficialmente fuera de los partidos, pero según su propio decir aún militante de izquierda, trabaja en apoyo a Peña Nieto, expulsada del Partido de la Revolución Democrática, discursea con habilidad sobre una posición política apartidista y neutra, pero es claro que los viajes en jet privado y las cenas a la luz de la luna en paradisiacas islas, la marcaron.

2.- Algo similar pasó con Manuel Espino Barrientos, quien viene de las zonas más oscuras de la ultraderecha mexicana y llegó a alturas insospechadas en la política, sobre todo si se consideran sus prendas personales, tan escasas y conocidas por los juarenses. Lo anterior en base a que el joven Espino Barrientos llegó con 24 años encima a Ciudad Juárez, cuando se dio el «boom» panista de 1983 y se abría Chihuahua como una gran bolsa de trabajo para los panista del país. Cobijado por la ultraderecha inició una carrera burocrática y continuó con su carrera política dentro de El Yunque, el brazo armado del DHIAC, literalmente, ya que a los jóvenes reclutados por Espino Barrientos en las juventudes panistas les daban entrenamiento militar, lucha cuerpo a cuerpo y uso de armas en un rancho de la región noroeste perteneciente a Enrique Terrazas.

3.-Acuerpado con la ultraderecha panista y directamente protegido por Jorge Manzanera, dirigente del Partido Acción Nacional, llegó a ser el director de la Oficina descentralizada de Gobernación en la administración estatal de francisco Barrio, ya no era el mocosuelo de veintitantos, sino un treintón que sabía muy bien lo que hacía… y lo que hacía era aprovechar la canonjías que tradicionalmente da el puesto, que es pago de disimulo por alargar los horarios en los bares, vista gorda ante la presencia de menores en cantinas, en fin lo tradicional y aún vigente, entre los episodios más conocidos de su paso por la dirección de Gobernación en Ciudad Juárez, fue las fiestas que el dueño y las chicas del Princess —ubicado en Constitución y Canal—, en donde el lugar era cerrado para disfrute de Espino y sus amigos.

4.- Seguimos los pasos a Espino Barrientos ahora que inesperadamente ofreció su apoyo a la candidatura de Enrique Peña Nieto, para la presidencia, porque durante décadas el PRI fue el diablo para el ex panista, mismo que se ha distinguido por ser muy crítico del actual gobierno y la dirigencia panista, misma que lo expulsó hace alrededor de un año. Espino Barrientos nunca se ha distinguido por sus ideas ni por haber sido ideólogo del PAN, lo suyo era lo que llaman operación política y ésta la realizaba en los peores términos, por ejemplo, a él se debe el ataque a la oficina de Jesús Limón —por cierto ahora militante panista—, durante el Verano Caliente. Peña Nieto, está  recogiendo despojos, esas sumas podrían restarle votos. (Rodrigo Borja).