Los de a pie

                              Que los espíritus nos protejan
                                                              Por: Luis Villagrana
Ante la falta de alternativas en el Sector Público para curar el dolor y su secuela de trastornos psicológicos no les queda otro remedio a las víctimas de secuestro, extorsión y otros delitos cometidos por el crimen organizado, que acudir a los espíritus a ver si éstos pueden curar el sufrimiento.
Al caminar por los pasillos de Galerías Tec, la semana pasada, me llamó la atención una conferencia de espiritistas que se estaba llevando a cabo en uno de los locales vacíos de ese centro comercial. Al ingresar pude escuchar varios testimonios de los dolientes mencionados.
Observé a un hombre, con el rostro tensado y los ojos llorosos, relatar la forma en que fue ejecutado su hijo de 17 años, frente a la Clínica 35 del Seguro Social mientras acomodaba autos, este señor estaba ahí en esa conferencia con la esperanza de ayudar a su hijo a descansar en paz en donde quiera que éste se encontrara.
Escuché a una empresaria, de mediana edad, preguntarle a una espiritista formas de «limpiar» su negocio, sitio en el que perdió la vida uno de sus empleados al ser atracado su comercio; a una joven pedir un amuleto para poder caminar sin miedo por las calles y así, un rosario de angustias.
Toda esta gente no puede acudir al Sector Salud a curarse este tipo de males, no porque no existan –hay dos o tres- sino por su inviabilidad en la atención que proporcionan. En todo el sistema del Instituto Mexicano del Seguro Social en Juárez existe un solo siquiatra y éste aún cuando tiene un consultorio ahí, se dedica al medio privado.
En el fondo podemos decir que el sistema de salud en este país está podrido. Acudimos a sus servicios a que nos curen con una pastilla que al aliviarnos nos va a enfermar de otra cosa. Las largas filas, los tiempos eternos de espera y la escasez de medicamentos y especialistas complican nuestros problemas.
La UNAM en coordinación con la UACJ hizo un experimento con 200 juarenses que padecen estrés postraumático al haber sido víctimas de algún tipo de violencia criminal, con resultados de rehabilitación de un 94 por ciento.
Los pacientes fueron expuestos al método de rehabilitación por medio de aproximaciones sucesivas a sus traumas ayudados por imágenes virtuales de violencia y conducidos a un proceso terapéutico por expertos en psicología de la UNAM.
Este método, que a decir de los expertos pertenece a la Psicología Conductual, pudiera ser una magnífica alternativa para curar el dolor de miles de juarenses afectados por los efectos del crimen organizado, si se implantara en el Sector Salud.
Pero sabemos que el IMSS, el ISSSTE y otros organismos son elefantes reumáticos que difícilmente se mueven al ritmo que los ciudadanos necesitamos, por lo pronto seguiremos curándonos todo, pero todo,  con  Paracetamol, y cuando éste escasee acudiremos a los espiritistas.
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