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miércoles, 29 de febrero de 2012

¿Así cómo?



Fue noticia de primera plana de los diarios locales y ocupó amplios espacios en los noticieros de radio y televisión: un coordinador en Seguridad Pública, había sido detenido tras un asalto a mano armada a una estación de venta de gasolina. José Ángel Coronel, nombre del policía delincuente; los eventos fueron apenas en diciembre pasado y fue sentenciado a un año seis meses de prisión.
Sin embargo, a menos de noventa días de los acontecimientos, José Ángel Coronel, está libre y fue reinstalado en la posición, que ocupaba bajo el mando de Julián Leyzaola. La situación se dio a conocer dado que en el momento del arresto amenazó de muerte a los policías que lo detuvieron, y ahora estos temen por su vida, pues lo creen capaz de cumplir sus palabras.
Casos como este nos ponen a pensar sobre la sinceridad de las palabras del secretario de Seguridad Pública y del alcalde Héctor Murguía Lardizábal, sobre los esfuerzos que se hacen para mejorar la calidad de los miembros de los cuerpos policíacos y con ello regresar a la ciudad la paz perdida, con la guerra de Felipe Calderón.
Este caso es especialmente grave y reciente, pero las páginas de los periódicos abundan de eventos similares o bien en la experiencia personal de cada juarense hay algo que contar luego de más de cinco años de guerra y más de 10 mil asesinatos en nuestra ciudad.
Un caso cercano a quien escribe fue el robo de una camioneta a mano armada a una ama de casa, al momento de abrir la cochera de su domicilio, en el delito participaron tres individuos y uno de ellos era un policía en activo. Fue la acción de los familiares la que localizó al vehículo robado y puso en la pista a la policía, quien a sólo seis o siete horas de cometido el delito fueron detenidos, sin embargo, el policía en activo y sus dos cómplices tardaron alrededor de dos semanas en salir libres, mientras que la víctima tardó poco más de un mes en recuperar el vehículo robado y tuvo que pagar una cantidad considerable por pago de corralón… como este caso cientos, sino es que miles en los últimos cinco años.
Ejemplos como los anteriores están todos los días en las páginas de los periódicos o bien los medios informativos electrónicos, dan cuenta de ellos, es evidente que poco o nada se avanza en limpiar a la policía municipal, porque falta una verdadera decisión política para hacerlo, si no, cómo se explica que un asaltante regrese en menos de noventa días a ocupar su posición de mando en la policía municipal, así simplemente no se puede y se condena a los juarenses a vivir en permanente zozobra y el miedo, ya no a los delincuentes, como siempre sino sobre todo a los policías.
Editorial de la ed. No. 1020

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