2.- Explosivo por su contenido, su oportunidad dada la coyuntura electoral, el último libro del llamado «Mirlo blanco», pone en la mira del ojo público a dos chihuahuenses y a la propia Josefina Vázquez Mota, ellos son Jorge Manzanera Quintana y Arturo García Portillo. Sobre los tres habrá que decir primero que inician en la política desde Chihuahua y de ahí saltan al plano nacional. Entre otras cosas los une ser miembros de grupos de la ultraderecha, como el DIHIAC y El Yunque. Jorge Manzanera, miembro de una familia de ingenieros de la ciudad de Chihuahua y egresado del Tecnológico de de la misma ciudad, destacó en la política chihuahuense en los tiempos en que Raymundo Gómez, fue el presidente del Partido Acción Nacional en la entidad.
3.- Fue Raymundo Gómez quien lo nombró Oficial Mayor del CDE del PAN y de ahí subió rápidamente en posiciones de carácter partidista hasta que se dedicó a buscar un perfil bajo, lo más oscuro posible y se dio a la tarea de asesorar en campañas electorales a los panistas a lo largo y ancho del país, del mismo corte es el también chihuahuense Arturo García Portillo, quien actualmente es diputado plurinominal al Congreso Federal y tercero en la triada que en los años noventas armaron en Chihuahua Manuel Espino y Jorge Manzanera, fue en esta ciudad en donde a través de los grupos DHIAC y El Yunque hicieron los primeros acercamientos con Josefina Vázquez Mota, quien en la segunda mitad de los noventa cambió su residencia de la ciudad de México a Chihuahua-capital.
4.-Ahora tenemos una combinación interesante, una candidata presidencial, que surge formalmente a la política como diputada plurinominal por Chihuahua en el año 2000: Josefina Vázquez Mota; Jorge Manzanera, operador político de Josefina que busca la oscuridad y a veces la clandestinidad para hacer su trabajo y a Manuel de Jesús Espino Barrientos, quien de ser el segundo de a bordo de Jorge Manzanera, al parecer rompió con ellos y se convierte en el principal testimonio del libro que retrata «Tal cual…» al presidente Felipe Calderón, en cuyo libro se ve que las firmas de los dos chihuahuenses: Manzanera y García Portillo, aparecen en la autorización de un pago de casi doce millones a la firma Hildebrando, de los cuñados del presidente, que son motivo de los primeros párrafos del libro. (Rodrigo Borja).
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