El cinismo de Patricio

 Es bastante molesto para un juarense escuchar al ex gobernador Patricio Martínez, afirmar, que en el freno al desarrollo de Juárez hay cuestiones partidistas. Molesta porque su sexenio de 1998 a 2004, fue un período de abandono a nuestra frontera y de aumento a los rezagos, precisamente por los motivo que hoy critica, porque los electores estaban empeñados en el justo ejercicio de su derecho de votar por quien prefirieran y lo hicieron tres veces por alcaldes panistas, lo cual molestó todo el sexenio  al capitalino y decidió castigar a la frontera con su olvido.

    Más de un reportero de la frontera lo escuchó decir una de sus frases favoritas,  en explicación a la situación de Juárez, es una ciudad sin remedio de «mariguanos y prostitutas». Así pensaba Patricio cuando ya frisaba los cincuenta años y ahora pensará lo mismo, ya se sabe que chango viejo no aprende maroma nueva.

    El pasado miércoles 18 estuvo en campaña proselitista en Ciudad Juárez y con una gran cara dura y apostado a la desmemoria, habló del espíritu emprendedor del juarense: «No hay que obstaculizar ese estímulo emprendedor por una serie de trabas en donde Ciudad Juárez ha sufrido de manera especial esta acometida, y lo que ha perdido Ciudad Juárez lo han ganado otras regiones del país, revisémoslo, no es casualidad, también aquí hay cuestiones partidistas».
    El ex gobernador fue muy lejos en su apuesta a que «los mariguanos y las prostitutas» carecen de memoria: «Creo en Chihuahua, creo en Ciudad Juárez, en la gran iniciativa de los juarenses y que aquí hay una gigantesca veta que la podemos sacar a partir de un trabajo que hagamos nosotros desde un trabajo que hagamos desde el PRI».
    La explicación es simple: anda en campaña y quiere el apoyo de los juarenses,  pero la realidad no lo es tanto, ya también en 1998 anduvo en campaña pidiendo el voto de los fronterizos para llegar a la gubernatura y éste le fue concedido por los juarenses, recordemos que en Ciudad Juárez, sacó más votos que el ex alcalde Ramón Galindo Noriega, lo cual habla de que los juarenses fueron convencidos por sus palabras, por su discurso; porque el voto se diferenció de tal manera que el PAN ganó la alcaldía con Gustavo Elizondo.
    En pago el ya gobernador Patricio Martínez, auspició la dispersión urbana de nuestra ciudad al construir por su capricho y sin los permisos municipales correspondientes El Mezquital, también es obra de él Riberas del Bravo, que es la zona más peligrosa e inhabitable de la frontera, fraccionamiento  construido sobre tierras bajas e insalubres por su cercanía al canal de aguas negras. Patricio Martínez, nunca fue un factor de progreso para Ciudad Juárez cuando ocupó la gubernatura, al contrario al titiretear a José Reyes Ferriz, como alcalde durante los diez meses del Concejo, dejó entre la ciudadanía la imagen de que Reyes Ferriz, tenía las capacidades necesarias para gobernar esta ciudad, aun cuando ninguno de sus proyectos se cristalizaron fueron meses de frenético trabajo y exitosa propaganda. Tan exitosa que le dio para llegar a la alcaldía de 2007 a 2010 y convertirse en  el alcalde que más hizo para destruir esta ciudad y pasar a la historia como al presidente que no hizo nada de provecho para la ciudad y sin embargo se acabó el presupuesto.
    Ahora Patricio Martínez García, quiere el voto de los juarenses para llegar al Senado, creemos que ningún juarense con memoria y libre, podría votar por un político que en el resto del estado podrá ser recordado como trabajador e imaginativo, pero no aquí, no en Ciudad Juárez.

Editorial de la edición 1029