Los de a pie

Detención del alcalde de Galena, pensar al revés

Por: Luis Villagrana

La regla de oro en política real que dice: ‘para entender las intenciones de los políticos hay que leer al revés lo que dicen’ nunca nos deja tirados a la hora de interpretar al gobernador César Duarte y a sus cajas de resonancia, así lo muestra el caso de la captura del alcalde de Galeana, Ever Ubaldo García Rodríguez.

El edil, priista, de Galeana, fiel a un antiguo estilo caciquil que no se va de ese partido, ya no lo aguantaban ni en su propia casa por los abusos de poder sistemáticos cometidos contra los regidores, por lo que fue detenido el 3 de noviembre, bajo los cargos penales de falsificación de una acta de cabildo y abuso de poder, razones por las que fue preso en el Cereso estatal de Ciudad Juárez.

Las conclusiones a las que llegan tanto el gobernador como su secretaria de Gobierno , Graciela Ortiz González y el diputado priista, Enrique Serrano, es que la detención del edil «envía un mensaje muy claro a los alcaldes, legisladores y otras autoridades que no habrá tolerancia a quien abuse de su mandato».

Ofrecen como prueba irrefutable de su repentino ataque de moralidad política, la particularidad de que García Rodríguez es de su mismo partido, el Revolucionario Institucional, por lo que de ahí pa´l real todos pueden recibir castigo.

Justo aquí es donde se empieza a aplicar la regla de leer al revés a los políticos, porque bajo esta técnica la detención del presidente galeanista, deja ver la otra lectura, la no expresada con palabras pero que está contenida atrás de los discursos.

Éste contenido manifiesto no hace más que confirmar que la aplicación del Sistema Penal en Chihuahua es orientado por criterios políticos, no jurídicos y no es que el alcalde de Galena no sea un troglodita que violó la ley, no, lo que indica es que según el peso político del municipio y del cálculo pérdida/ganancia de intereses que se hagan, se aplica el sistema de Justicia.

Sólo de esta forma se explica que hayan sido perdonados el  ex tesorero de Ciudad Juárez, Alfredo Urías Cantú y el ex alcalde José Reyes Ferriz, por el delito de falsificación de la firma del  regidor de Hacienda en la administración anterior, para poder publicar un informe financiero sobre el estado que guardaban los dineros públicos, sin haber sido aprobado por el cabildo juarense.

Curiosón que  el Congreso haya aprobado la cuenta pública de esa administración pasando por encima de una demanda penal interpuesta en contra de Urías y Reyes Ferriz, por el entonces regidor de Hacienda, Leopoldo Canizales, por cierto, acusados y acusadores miembros todos del partido del gobernador.

Y más curiosón que no se haya penalizado el abuso de poder cometido por Reyes Ferriz al haber derrumbado la antigua estación de bomberos, la sindicatura y decenas de fincas privadas en el centro histórico, sin haber cumplido con la autorización de las dos terceras partes de los miembros de su cabildo, como lo ordena el Código Municipal.

Y no es cosa menor, porque los juarenses todavía pagamos las consecuencias de esos actos abusivos de poder, no sólo con la quiebra económica de esa zona, sino por el cochinero  que dejó en el lugar.

A no ser que después de la detención del alcalde de Galeana, vayan por Reyes Ferriz y Urías Cantú, entonces sería cierto el mentado mensaje que envía el gober, de no ser así, este mal pensado escribidor seguirá afirmando que a la hora de hacer las cuentas cada año, priistas, panistas y satélites se protegen del frío con la misma cobija.