Una mala semana para México y el presidente

       La semana que recién termina fue de días malos, podrán ser memorables pero no con alegría, sobre todo para los fronterizos: empezaron los decomisos de automóviles irregulares; se autorizó el desarrollo urbanístico de San Agustín Valdivia, con muchas dudas sobre si restará recursos al erario público de Ciudad Juárez, siendo que es un proyecto netamente privado; cayó el helicóptero en el que viajaba el secretario de Gobernación de México y murió junto con siete personas más. Este último acontecimiento con todo y ser sensible para el país, lo es especialmente para el presidente Felipe Calderón, al igual que la derrota electoral de su hermana en Michoacán.

                El desarrollo urbano en San Agustín, en el sentir de muchos juarenses es abonar a la dispersión de la mancha urbana y con ello a encarecer los servicios públicos. Hay muchas dudas sobre su pertinencia y sobre a quienes va a beneficiar realmente, ya que tener una ciudad satélite en el municipio de Juárez, se antoja oneroso e innecesario, dado que la densidad demográfica en el municipio es muy poca y los baldíos, no únicamente son un 30 por ciento de la mancha urbana, sino que zonas ya urbanizadas se van abandonando en forma acelerada, acrecentando esta desertificación.

                Otra de las malas noticias de la semana es que inició el decomiso de vehículos irregulares de manera muy desordenada y mal coordinada. Con todo y que sean vehículos con placas extranjeras, lo cierto es que con la dispersión urbana y el pésimo servicio de transporte, es la única manera de que los juarenses no dejen cuatro horas diarias de vida en los camiones, que por otra parte son insalubres, inseguros y promiscuos  y…  por supuesto irregulares, lo cual resulta un gran contrasentido ya que los juarenses dejarán de transportase en su vehículos irregulares privados, para hacerlo en transporte público igualmente irregular.

                El viernes, desde las 10 de la mañana tiempo de la entidad, se empezó a especular sobre el accidente, finalmente conformado en el que perdió la vida el secretario de Gobernación Francisco Blake Mora y siete personas más. Imposible no recordar que en circunstancias similares y a tres años exactos, murió el también encargado de esa cartera Juan Camilo Mouriño. En esta ocasión el Gobierno Federal actuó con rapidez tratando de atajar especulaciones, pero aun cuando en los medios de comunicación se han atenido a la versión oficial, lo cierto es que es difícil no, hacerse preguntas sobre la trágica coincidencia.

                Este último incidente fue especialmente sensible para el presidente Felipe Calderón, quien no obstante el gran apoyo federal a Luisa María Calderón, su hermana, para llegar a la gubernatura de Michoacán, el gran proyecto familiar, no se pudo concretar y en el operativo electoral que bien podría llamarse «Operación Cocoa gobernadora», no fue suficiente y la familia recibe su segunda derrota electoral en su estado natal, el propio Felipe Calderón lo intentó en los años noventa.

                En fin, una semana para recordar, pero no con alegría. Tanto por los juarenses como por el presidente Calderón.  

Editorial de la edición 1006