Los de a pie

Partidos falsificados

Por: Luis Villagrana

La bocanada de oxígeno que recibió Humberto Moreira, presidente del Comité Ejecutivo Nacional  (CEN)  del Partido Revolucionario Institucional (PRI)  gracias a los resultados exitosos de los comicios electorales en Michoacán, se enrareció con los nuevos hallazgos sobre el caso de falsificación de firmas de que se le acusa a este funcionario, maestro de formación y cercano a Elba Esther Gordillo, cuando fue  gobernador de Coahuila.

Resulta que en más avances de la investigación sobre la falsificación de firmas, para obtener un multimillonario crédito bancario del gobierno que presidía Moreira, se conoció que funcionarios de la Secretaría de Hacienda podrían ser inculpados por participar en los delitos cometidos por el  profe Moreira.

Conforme se vaya entresacando esta hebra, el caso de corrupción podría escalar hasta llegar a la conformación de más y nuevos delitos, así como en la elevación de los niveles de escándalo político generado por los ex funcionarios priistas del gobierno de Coahuila.

Otra rayita más al tigre no se le notaría si se le agrega al PRI  la amenaza de la  división interna que revolotea sobre él, por haber cambiado la cláusula décima cuarta de la convocatoria para candidato a la presidencia de la república a  su real antojo, con lo que mató las aspiraciones de Manlio Fabio Beltrones.

Otras son las falsedades del Partido Acción Nacional (PAN) en cuyo instituto político ya van en carrera los precandidatos a la presidencia de la República, uno de ellos, Ernesto Cordero, con la ayuda de Calderón, quien intenta imponerlo a los delegados y adherentes de ese partido.

Aquí falta ver cómo va a impactar el revés dado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF),  a la decisión de imponer por «dedazo»  parte de los candidatos a las diputaciones y senadurías por parte del CEN del PAN, presidido por el chihuahuense Gustavo Madero

El fallo del TEPJF instalará la forma tradicional –más o menos democrática– del PAN para elegir a los futuros candidatos a representantes populares, pero también favorece las mañas a las que están acostumbradas las pandillas regionales blanquiazules, es decir a la coacción del voto y a la rasura del padrón de delegados, entre otras chuladas, como ocurrió aquí en Chihuahua en la era Pérez  Cuéllar, en la que votaron hasta los muertos.

Por el lado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ahora resulta que los izquierdosos dan lecciones de unidad con los acuerdos entre los dos dirigentes más importantes de este instituto, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, para respetar los resultados de las encuestas que se hicieron para designar candidato.

Aunque esto mismo sirve para exhibir  la profunda debilidad institucional de que adolece el PRD, lo que provoca, entre otros daños, la inutilidad de sus estatutos, reglamentos y plataformas, por las cuales debiera regirse la conducta y las acciones de sus militantes.

Es precisamente esta debilidad la que causa que los silvestres perredistas deban dirimir sus asuntos a madrazos, por la vía del fraude y en el mejor de los casos,  por el acuerdo entre dos particulares, quienes esta vez decidieron  por miles de fieles al PRD.